El edema es una hinchazón causada por la acumulación anormal de líquido en los tejidos del organismo.
Generalmente, ocurre en los pies, piernas o tobillos, aunque puede afectar todo el cuerpo. Entre sus principales causas se hallan: quemaduras solares, problemas hepáticos o renales, efectos secundarios de medicamentos o una mala dieta. Conoce aquí qué alimentos pueden provocar retención de líquido.
Puntos clave
- La retención de líquidos puede deberse a muchos factores, como quemaduras solares, problemas hepáticos o renales, efectos secundarios de medicamentos o una mala dieta.
- Los alimentos que aumentan el riesgo de esta afección son los salados, como carnes curadas, embutidos, pizzas, quesos o snacks, y las bebidas alcohólicas.
- Los alimentos ricos en carbohidratos, como galletas, helados, pastas o panificados, también pueden ser perjudiciales.
- En cambio, ciertos alimentos, como alcachofa, apio, berenjena, melón, pepino, o tomate, ayudan a evitar la retención de líquido.
Alimentos salados
La sal, científicamente conocida como cloruro de sodio, es un nutriente esencial para preservar la vida. Cumple distintas funciones en el organismo, como transportar nutrientes y eliminar distintos tipos de sustancias.
También es vital para controlar la cantidad de agua en el cuerpo, permitir la transmisión de los impulsos nerviosos y regular el ritmo del músculo cardíaco.
Entonces ¿por qué suele ser vista como una enemiga en la dieta? Los expertos explican que cuando se consume sal en exceso puede provocar que el cuerpo retenga líquidos, ya que aumenta la sed y hace que se beba más agua, mientras el volumen de orina permanece sin grandes cambios.
Una ingesta excesiva también se traduce en un incremento de la volemia, es decir, el volumen de la sangre, generando mayor tensión sobre las arterias y causando hipertensión. Esto incrementa el riesgo de padecer enfermedades del corazón y ataques cerebrales.
La mejor forma de prevenir las consecuencias de la sal es limitando su consumo. Si bien esto puede ser sencillo cuando se trata de la que agregamos para condimentar (ya que puede reducirse la cantidad que usamos o reemplazarla por otras especias o hierbas saludables) es un problema cuando pasa desapercibida.
Según distintas investigaciones, aproximadamente 75% de la ingesta de sal diaria proviene de los productos ultraprocesados.
Este tipo de alimentos se elaboran con ingredientes industriales (aglutinantes, conservantes, emulsionantes, estabilizantes, o disolventes), que normalmente contienen poco o ningún alimento entero. Con ello, se busca fabricar productos durables, apetecibles, y lucrativos.
Puedes prevenir la retención de líquidos evitando o limitando la ingesta de estos alimentos:
- Carnes o pescados curados, ahumados o enlatados.
- Comida instantánea o congelada.
- Embutidos.
- Pizzas.
- Quesos.
- Salsas o aderezos industriales.
- Snacks.
- Sopas enlatadas
- Vegetales enlatados
- Vegetales en escabeche.
Alimentos ricos en carbohidratos
Otros responsables de la retención de líquidos que suelen pasar desapercibidos son los alimentos ricos en carbohidratos. Esto se debe a que, tras consumirlos, los carbohidratos se convierten en glucosa y se utilizan como energía.
Este un proceso necesario para el correcto funcionamiento del organismo, pero como sucede con la sal, los problemas ocurren cuando la ingesta es excesiva. En este caso, la glucosa se almacena en los músculos y el hígado.
Nuestro cuerpo retiene aproximadamente tres gramos de agua por cada gramo de glucógeno almacenado en los músculos, por lo que no es extraño tener las piernas u ojos hinchados tras consumir en exceso:
- Cereales o granos integrales.
- Frutas o frutos secos.
- Galletas.
- Helados.
- Panificados.
- Papas fritas.
- Pastas.
- Pasteles.
Bebidas alcohólicas
Una bebida alcohólica es toda aquella que en su composición se presenta etanol, también conocido como alcohol etílico. Este puede estar de forma natural o adquirida, lo importante es que sea igual o superior al 1% del volumen de la bebida. Las bebidas alcohólicas pueden diferenciarse en:
- Fermentadas: cerveza, vino o sidra, entre otras.
- Destiladas: whisky, coñac, vodka, ron o ginebra, entre otras.
El consumo recomendado de bebidas alcohólicas es hasta dos tragos diarios para los hombres y uno para las mujeres. Un trago equivale aproximadamente a un vaso de cerveza, una copa de vino o una medida de bebida destilada.
La diferencia entre sexos parte de que los hombres poseen más agua en el cuerpo, por lo tanto, si bebieran la misma cantidad, la concentración de alcohol en sangre para la mujer tendería a ser mayor.
Cuando se bebe alcohol en exceso, aumenta el riesgo de afectar a los túbulos renales, pequeños tubos en el riñón que contienen células que se encargan de filtrar y limpiar la sangre. Estos elaboran la orina para eliminar residuos, exceso de líquido y otras sustancias de la sangre.
Bajo la influencia del alcohol, los túbulos tienden a retener el exceso de agua, provocando distintos síntomas, como hinchazón de pies.
Qué alimentos son beneficiosos
Si el edema no se trata a tiempo puede provocar severas complicaciones, como dificultad para caminar, rigidez, mayor riesgo de infecciones, y menor elasticidad o circulación sanguínea.
Para evitar esta situación puedes incorporar distintos hábitos o medidas, como levantar las piernas cuando estés sentado o recostado, usar medias de soporte, no permanecer sentado o parado mucho tiempo, e incluir alimentos beneficiosos:
- Alcachofa: actúa como un diurético natural, ya que es rica en nutrientes que ayudan al organismo a deshacerse de las toxinas.
- Apio: tiene limonelo, selineno y asparagina, compuestos que estimulan la actividad de los riñones, así como potasio y sodio, minerales que ayudan a eliminar el exceso de líquido.
- Berenjena: actúa como diurética, gracias a su alto contenido de agua y flavonoides.
- Limón: ayuda al cuerpo a eliminar el sodio, favoreciendo la desinflamación y disminuyendo el riesgo de hipertensión.
- Melón: es rico en potasio y agua, por lo que favorece la eliminación de líquidos y toxinas, a la vez que estimula la circulación sanguínea.
- Pepino: favorece la eliminación del exceso de líquido y toxinas.
- Remolacha: tiene un alto contenido de agua y fibra que ayudan a depurar el organismo y eliminar el exceso de líquido.
- Sandía: ayuda a eliminar toxinas y aumenta la secreción de orina.
- Tomate: es rico en antioxidantes como el licopeno, vitaminas A, C y E, y tiene un 80% de agua, por lo que es una opción ideal para eliminar líquidos.
- Uva: posee azúcares y sales potásicas que estimulan la secreción de orina, por lo que está recomendada para padecimientos renales y controlar la hipertensión.
- Zanahoria: es rica en agua y actúa como diurético, además favorece la desintegración de los cálculos renales.
Sí los síntomas del edema persisten aún después de incorporar una alimentación saludable y realizar hábitos que favorecen la circulación, deberás consultar a un profesional de la salud.
Para recordar:
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.
No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.
Fuentes consultadas: Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.