Cuando de alimentos populares se trata, la zanahoria seguramente se encuentra en el podio. Esta es la hortaliza con mayor cantidad de betacaroteno, un compuesto que el cuerpo utiliza para producir vitamina A, mejorando la salud de la piel, las mucosas y la vista. Sin embargo, esconde más bondades que puedes aprovechar incorporándola a tu dieta.
Actualmente, la zanahoria es una de las hortalizas más producidas en el mundo. Se cree que esta tradición comenzó hace miles de años en la zona que ahora es Afganistán. En ese entonces las zanahorias eran raíces pequeñas de color morado, rojo, blanco o amarillo. La zanahoria naranja y dulce que hoy conocemos fue producto de técnicas de cultivos holandeses entre el siglo XVI Y XVII.
Al ser un alimento tan popular la formas de consumirla son muy variadas, puedes optar por bastoncitos crudos, en rodajas hervida o al vapor, en cubos al horno o licuada con otros vegetales. Los expertos estiman que 100 g de zanahoria tienen 40 calorías, 0,24 g de grasa, 9,6 de carbohidratos y 0,9 de proteínas. Su consumo regular también puede brindarte estos beneficios:
Mejora la visión
Este beneficio comenzó como un rumor durante la Segunda Guerra Mundial y se debe a que la zanahoria tiene mucha vitamina A o retinol. Esta produce los pigmentos de la retina, mejorando la vista en ambientes escasos de luz. Además, un déficit de vitamina A puede causar la aparición de una enfermedad ocular progresiva, llamada xeroftalmía.
Controla la presión arterial
Para mantener niveles de presión arterial saludables y proteger al corazón, los especialistas recomiendan reducir la ingesta de sodio (no más de una cucharadita por día) e incorporar una dieta rica en fibra y potasio, debido a que neutraliza los efectos nocivos de la sal. Las zanahorias ofrecen un buen equilibrio de estos nutrientes, una taza tiene casi 4 g de fibra y 410 mg de potasio.
Diferentes estudios en personas encontraron que las dietas ricas en carotenoides, compuestos que las zanahorias tienen en gran cantidad, ayudan a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de próstata, colon y pulmón. Además, el extracto de jugo de esta hortaliza se vinculó con la muerte de las células de la leucemia, impidiendo su progresión.
Propiedades antioxidantes
Dependiendo el color de la zanahoria, será el tipo de antioxidante que posee. Por ejemplo, las naranjas lo son por el betacaroteno, las púrpuras por antocianinas y las rojas por licopeno. Estos compuestos ayudan a combatir los radicales libre, compuestos que dañan las estructuras celulares sanas y promueven su envejecimiento.
Buena para la piel
Además de tener propiedades antioxidantes, la zanahoria posee compuestos llamados flavonoides y vitaminas A, B y C, capaces de mejorar la salud cutánea. Esto se debe a que reducen la inflamación y promueven la producción de colágeno, volviendo a la piel más elástica y joven.
Digestiva
Su coctel de nutriente la vuelven una excelente opción para estimular el funcionamiento del sistema digestivo, especialmente cuando se la come cruda. Diferentes estudios encontraron que las zanahorias pueden aumentar la producción de saliva y jugos estomacales, prevenir la acidez, favorecer el movimiento y la absorción intestinal y aliviar el estreñimiento.
Opción para la diabetes
Podemos sufrir diabetes cuando la insulina, hormona encargada de distribuir el azúcar entre las células, es insuficiente o no funciona correctamente. La zanahoria tiene un índice glucémico de 39, lo que significa que su impacto de azúcar en la sangre es bajo. Además, sus carotenoides son de gran ayuda para regular los niveles de insulina y glucosa.
Es inusual que el consumo de zanahorias cause problemas para la salud, a menos que se padezca una alergia hacia ella. Sin embargo, distintos ensayos encontraron que un consumo excesivo puede aumentar los niveles de hierro y vitamina A, causando dolores musculares, articulares y óseos, somnolencias y mareos.
Recuerda
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Fuentes consultadas:
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional
de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Medicina
Complementaria y Alternativa.