Té negro: 10 beneficios basados en la evidencia científica
Por HolaDoctor
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El té negro es una de las infusiones más consumidas en el mundo, pero más allá de ser un buen acompañamiento para tus desayunos, meriendas o sobremesas, esta intensa bebida tiene muchos beneficios saludables. Repasamos que dice la ciencia y te contamos como puedes aprovecharlo.
Los diferentes tipos de té negro
El té negro es una bebida que se obtiene de las hojas de la planta Camellia sinensis. Estas se utilizan para producir diversas variedades, incluyendo el té verde, el oolong o el blanco. Sin embargo, el negro se distingue de los demás porque se somete a un proceso de oxidación completo, que le garantiza un color y sabor único.
El té comenzó a consumirse en China, y, con el tiempo, se lo empezó a usar con fines medicinales. Entre sus principales usos se encontraba garantizar una vida más larga y ofrecer vitalidad. Una vez que se lo difundió por el mundo, se volvió una parte fundamental de muchas alimentaciones, llegando a ser responsable de la formación de rutas comerciales e incluso revoluciones.
¿Cuáles son sus propiedades?
El proceso de oxidación consigue que el té negro contenga más cafeína que sus variantes (entre 2 y 4%). Además, esta infusión es rica en antioxidantes, como los polifenoles y catequinas, y en dos compuestos saludables: teaflavinas y tearubiginas. Consumiéndolo regularmente, puedes obtener ciertos beneficios:
El té negro es estimulante
El té negro tiene un equilibrio en sus niveles de cafeína, mayores que en otros tipos de té y menores que en el café. Según diferentes ensayos clínicos, esto permitiría alcanzar un mejor estado de alerta, atención, rendimiento físico y capacidad cognitiva durante el día, sin llegar a provocar un choque de cafeína.
Puede fortalecer los huesos
Algunos investigadores señalan que consumir té negro ayudaría a desarrollar una mayor densidad ósea, especialmente en mujeres de 65 años o más. Tomar esta infusión también parece estar asociado con un menor riesgo de fracturas de cadera. Los especialistas creen que estos beneficios se deben a los flavonoides y fitoquímicos que se encuentran en esta bebida.
Los principales antioxidantes del té negro son los polifenoles, componentes naturales responsables de proteger a las células de la oxidación, reduciendo la probabilidad de proliferación de los radicales libres. Estas son moléculas que pueden iniciar procesos inflamatorios y elevar el riesgo de diferentes enfermedades.
Algunos estudios vincularon sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes con una mejor salud cutánea. Los enjuagues de té negro pueden aplicarse sobre el rostro y mejorar la humedad y brillo de la piel. También funcionaría como un remedio efectivo contra la piel seca y las manchas de la edad. Incluso existe evidencia que vincula su consumo con un menor riesgo de cáncer de piel.
Tanto el té negro como el verde tendrían un impacto significativo sobre la microbiota intestinal, promoviendo el desarrollo de las bacterias "buenas". Estas mejoran el funcionamiento del intestino, al estimular la producción de energía y vitaminas, y la absorción de nutrientes.
La alteración que el té negro produce sobre el metabolismo energético no solo altera a la microbiota intestinal, favoreciendo el proceso digestivo, sino que también podría ayudar a perder peso. Los expertos creen que esto se debería alas teaflavinas, y que sus efectos serían tan efectivos como los del té verde. Solo recuerda beberlo sin azúcar para disfrutar de esta bondad.
Las personas que beben más de tres tazas de té (ya sea té negro o verde) por día llegan a tener un 21% menos de riesgo de accidente cerebrovascular, en comparación con las personas que beben menos de una taza de té por día. Gracias a su rico contenido en flavonoles, teaflavinas y ácido gálico, ayudaría a combatir el endurecimiento de las arterias o ateroesclerosis.
De la misma forma que promueve el desarrollo de las bacterias intestinales "buenas", el té negro podría controlar el crecimiento de enzimas bacterianas y salivales perjudiciales. Esto se debe a que es rico en catequinas, flavonoides y taninos que inhiben el desarrollo de estos microrganismos en la boca.
¿Sueles dedicar un momento del día a relajarte junto a una gran taza de té caliente? Si es así, la ciencia tiene una explicación. El té negro posee un aminoácido, llamado L-teanina, que reduce la producción de la hormona del estrés, el cortisol, y promueve una sensación de alivio. Esto también ayudaría a reducir el riesgo de otro tipo de enfermedades crónicas.
El consumo prolongado de té negro se ha vinculado con una reducción en los niveles de glucosa y un menor riesgo de diabetes tipo 2. Los investigadores sostienen que esto se debe a uno de sus principales compuestos bioactivos, los polifenoles, que serían capaces de reducir el índice glucémico de la infusión. Su consumo regular también brinda propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
La ingesta moderada de té negro es segura para la mayoría de los adultos. Aunque, cuando es elevada (más de cinco tazas diarias), puede causar efectos secundarios debido a la cafeína. A saber, cefalea, nerviosismo, problemas para dormir, vómitos, diarrea, irritabilidad, frecuencia cardíaca irregular, temblor, acidez, mareos, zumbido en los oídos, convulsiones y confusión.
American Botanical Council, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Departamento de Agricultura de EE. UU.