Si un seguro de vida es importante para cualquier persona y en casi cualquier circunstancia, resulta absolutamente imprescindible para las madres solteras. Una mujer que cría a sus hijos sola, sin la ayuda de una pareja, asume riesgos mucho más elevados. Su ausencia deja en una situación de extrema fragilidad a sus hijos, por lo que una póliza de vida se hace totalmente necesaria.
En este artículo repasamos las principales opciones que tienen las madres solteras para comprar una cobertura que proteja a sus hijos en caso de que les suceda algo irreparable. Si estás en esa situación, no dejes de leer este reportaje para saber cuáles son tus mejores posibilidades.
Seguros de vida para madres solteras: Qué vas a encontrar en este artículo
Madres solteras: la necesidad de tener un seguro de vida
Un seguro de vida tiene una misión fundamental: garantizar que, a la muerte del asegurado, sus seres queridos reciben un dinero que les permite mantener su nivel de vida, pagar deudas y, en general, hacer frente a un futuro incierto. Esta misión adquiere una importancia trascendental en el caso de las madres solteras, viudas, separadas o divorciadas, que encuentran en el seguro de vida una forma de garantizar que sus hijos puedan salir adelante si ellas faltan.
Una madre sola, por lo general, está en una situación de gran vulnerabilidad. Suelen depender de un único sueldo y, aunque cuenten con ayudas familiares, son la principal fuente de sustento para sus hijos. Si por una desgracia llegan a fallecer, los niños quedan en una situación de extremo desamparo, obligados a depender de otras personas, sean de su familia, amigos o, en el peor de los casos, los servicios sociales o instituciones para niños huérfanos.
Para paliar en lo posible esa fragilidad, lo mejor es que una madre soltera contrate un seguro de vida. Con una póliza de este tipo, en caso de que le suceda algo, los hijos podrán contar con un dinero que les permitirá mantener un nivel de vida, seguir con sus estudios y, en definitiva, afrontar el trance con más tranquilidad.
Sin embargo, para una gran mayoría de madres solas, el problema es el coste del seguro. La situación económica de una mujer que cría sola a sus hijos suele ser complicada. Salvo excepciones, lo normal es que necesiten todos sus ingresos para pagar los muchos gastos que supone mantener una familia: desde la vivienda a los estudios, pasando por la alimentación, la ropa, los servicios médicos… En las prioridades presupuestarias de una madre soltera, el seguro de vida no suele estar muy arriba. Hay mucho en lo que gastar el sueldo antes de poder detraer una cantidad para pagar una póliza. Y, aun así, lo cierto es que para una madre que lucha sola, el seguro de vida es una prioridad fundamental y es necesario hacer el esfuerzo de contratarlo.
Si se sabe elegir bien, realmente se puede conseguir un seguro de vida por poco dinero. Es importante tener toda la información para tomar la decisión más adecuada y exprimir al máximo las posibilidades de las diferentes modalidades de seguro.
Y elegir bien pasa por saber cuánta cobertura se necesita contratar. A la hora de elegir la cobertura de la póliza, es necesario pensar cuáles son realmente las necesidades económicas de la familia. Por ejemplo, si se está pagando una hipoteca, habrá que pensar quela indemnización pague lo que falte para que los hijos puedan seguir disfrutando de la vivienda familiar. También hay que pensar en pagar posibles préstamos o créditos impagados, y en los costes del funeral de la persona que fallece. Habrá que sumar, por ejemplo, la manutención, los estudios… Si se hacen las cuentas, está claro que hace falta una cobertura muy importante: muchos expertos señalan a cantidades de dinero que están claramente por encima de los 500.000 dólares. Por tanto, hay que buscar un seguro capaz de ofrecer una cobertura que alcance esas cantidades.
Cuál es el mejor seguro para una madre sola
Desde luego, hay muchas circunstancias para que una madre se quede sola con sus hijos. Quizá la más favorable desde el punto de vista económico sea la divorciada: lo más probable es que el exmarido le pase una pensión de manutención, o incluso se haga cargo de más gastos, o también puede que tenga compartida la custodia de los hijos. En estas situaciones, la situación económica de la madre puede ser más desahogada. Sin embargo, hay muchos casos –demasiados- en que la soledad de la madre va acompañada de apuros económicos.
Para una madre escasa de recursos económicos, la mejor opción es contratar seguro de vida temporal . Los seguros temporales o a término son mucho más baratos y, utilizados con inteligencia, puede dar suficiente cobertura hasta que lleguen tiempos mejores.
Un seguro temporal es más barato que uno permanente porque se contrata por un tiempo determinado, que puede ser de 5, 10, 15, 20, 25 ó 30 años. Pasado ese tiempo, el seguro caduca, pero si la persona asegurada fallece estando la póliza en vigor, sus beneficiarios reciben la indemnización o beneficio por causa de muerte. Al tener esos plazos tan acotados, las aseguradoras asumen un riesgo muy controlado. Eso hace que los precios de las primas sean bajos y que el acceso al seguro sea fácil, con procesos de calificación sencillos y rápidos.
Contar con un seguro temporal es una opción asequible y da suficiente cobertura, siempre que se utilice con inteligencia. Para conseguir las coberturas más altas, hay que contratar seguros temporales de largo plazo. Por ejemplo, a 20 años. Una mujer joven, de menos de 35 años, sana y con trabajo, puede contratar un seguro a término que dure 30 años, se puede optar a una cobertura de más de 500.000 dólares pagando menos de 30 al mes en primas.
Si 30 dólares al mes todavía resulta mucho, se pueden buscar opciones más baratas: una muy utilizada es la técnica de la escalera, o laddering. Esta práctica consiste en ir combinado dos o más pólizas temporales, de forma que al caducar una, haya otra en vigor. De esta forma se consiguen precios todavía más bajos, si bien la cobertura puede ser notablemente menor.
Estos seguros, además, tienen otra gran ventaja: si la situación económica va mejorando, se pueden convertir en seguros permanentes sin necesidad de pasar por el proceso de calificación. Esta posibilidad es muy atractiva, porque permite acceder fácilmente a un seguro mucho más valioso y con mejores coberturas.
Un seguros de vida permanente siempre lleva asociada una componente de ahorro, con lo que genera lo que se denomina valor en efectivo, una cantidad de dinero que acaba pasando a manos de la persona asegurada. Los seguros permanentes son de varios tipos en función del riesgo inversor que se asume: de vida entera o tradicional, el más sencillo; y universal, variable o universal-variable, los más exigentes.
Si una madre sola se lo puede permitir, conviene que considere la opción de un seguro permanente, quizá uno de vida entera por su sencillez. Con estas pólizas, además de tener una cobertura de vida, podrá ir acumulando un dinero que le vendrá muy bien en la parte final de su vida.
Elegir beneficiarios: una cuestión delicada
Una vez decidido qué seguro es el que le conviene más, la madre soltera o sola debe hacer frente a otra decisión compleja: elegir los beneficiarios, las personas que cobrarán la indemnización en caso de que la asegurada fallezca.
Siempre es una decisión importante, pero en el caso que nos ocupa es vital, porque puede que no haya mucho soporte familiar al que atribuir el cuidado de los hijos y asignarle la indemnización. En estas situaciones es importante no cometer errores.
Un error importante sería nombrar directamente beneficiarios a los hijos menores de edad. Si se hace de esta forma, puede que no tengan acceso al dinero hasta que sean mayores. Por eso, si se quiere que los hijos sean los beneficiarios, una opción interesante es nombrar una persona que administre el dinero, o, quizá todavía mejor, un fondo fideicomiso que se encargue de hacerlo.
Tampoco dejes el beneficio del seguro a nombre de tu herencia . Eso podría retrasar el acceso al dinero, porque antes se debe pasar por el proceso de legalización de la herencia, algo que puede ser costoso y lento.
Quizá la mejor opción sea contar con personas de confianza a las que dejar el dinero y el cuidado de los hijos. Si el padre de los niños está vivo y se hace cargo de ellos, quizá sea buena idea nombrarlo a él como beneficiario. Si no está dispuesto a responsabilizarse de sus hijos, habrá que pensar en otras opciones, como familiares o amigos de confianza. La responsabilidad que se les encarga es enorme, con lo que el dinero de la indemnización sirve para ayudarlos a llevarla a cabo.
Como hemos visto, hay muchas opciones para que una madre que lucha sola por sacar adelante a sus hijos tenga un seguro de vida. Desde productos muy baratos a otros más caros pero con más ventajas, seguro que alguna póliza encaja en sus posibilidades económicas. Lo que no encaja es no tener esa cobertura fundamental y tan necesaria, así que hay que pedir cotizaciones de seguros y contratar cuanto antes.