Contratar un seguro de vida es una decisión muy importante. Será un instrumento que garantice tranquilidad a los tuyos si faltas, y también una herramienta con la que podrás ahorrar y conseguir un dinero extra. Si necesitas un seguro que te acompañe toda la vida, lo mejor es que contrates un seguro de vida permanente. Pero si quieres un producto que te dé margen de maniobra y al mismo tiempo tenga mucha flexibilidad, lo que buscas es un seguro de vida permanente de tipo universal variable. Estas pólizas son muy ventajosas porque combinan lo mejor de los seguros variables y lo mejor de los seguros universales.
En este artículo te contamos qué son y cómo funcionan los seguros universales-variables para que puedas elegir con toda la información.
Seguro de vida universal variable: Qué vas a encontrar en este artículo
Qué es el seguro de vida universal variable
Si estás buscando un seguro de vida, sabrás que puedes elegir entre un seguro de vida a término –con un plazo de vigencia concreto- y un seguro de vida permanente –está en vigor durante toda tu vida-. Entre estos últimos, puedes encontrar varias modalidades que se ajustan a tus necesidades. Por ejemplo, si buscas un producto sereno, que te dé cobertura sin que tengas que preocuparte mucho de su funcionamiento, puedes optar por un seguro de vida total o tradicional. O, si quieres flexibilidad y poder aumentar y disminuir tus primas mensuales y otros conceptos, puedes optar por una póliza de tipo universal. Y si lo que te gusta es tomar decisiones y conseguir máxima rentabilidad de tu dinero aun a costa de asumir algunos riesgos, te puedes decidir por el seguro de vida variable. Pero si lo que quieres es tener un seguro que combine las mejores cualidades de los anteriores, lo que te interesa es un seguro de vida permanente de tipo universal variable.
Este tipo de seguros universales y variables combinan las posibilidades que ofrecen los de tipo universal y los de tipo variable. De su unión surge un nuevo tipo de seguro que, por un lado, utiliza tu dinero para invertirlo en productos de inversión de renta variable, y, por otro, te ofrece flexibilidad para que puedas modificar tus condiciones de pago, la indemnización final y otros aspectos del seguro. Es decir, el resultado es un seguro que requiere de tu intervención y de tus decisiones, con lo que es importante que conozcas con detalle cómo funciona.
En esencia, como todos los seguros de vida permanentes, el seguro universal variable te ofrece cobertura de por vida. Está pensado para acompañarte toda la vida y, cuando fallezcas, entregar a quien tú decidas una indemnización, también llamada beneficio por causa de muerte.
De esta forma, tu seguro universal variable tiene un instrumento de inversión muy potente que se utiliza para invertir en diferentes productos que cotizan en los mercados de renta variable. Su rentabilidad, por tanto, está sujeta a los movimientos del mercado y no siempre está garantizada. Y, además, te da la posibilidad, por ejemplo, de modificar tus primas, reduciéndolas o aumentándolos cuando te convenga.
Si estás interesado en este tipo de seguro universal variable, sigue leyendo para que comprendas en profundidad su funcionamiento.
Cómo funciona un seguro de vida universal variable
El seguro de vida permanente universal variable es el más complejo de los seguros permanentes. Una complejidad que, en realidad, se debe a la cantidad de ventajas y beneficios que ofrece al asegurado. Por eso, si vas a contratarlo, es importante que sepas cómo funciona y qué posibilidades te ofrece de adaptación e inversión el seguro universal variable.
En este tipo de pólizas permanentes encontrarás los mismos elementos que en el resto, con sus características combinadas. Lo más interesante es que tiene dos instrumentos muy fuertes: un beneficio por causa de muerte y un componente de ahorro en inversión amplio y diversificado.
Así, los componentes fundamentales de este tipo de seguros son los siguientes:
- Calificación. Generalmente, tendrás que pasar por proceso de calificación para obtener un seguro de vida. En esta calificación deberás demostrar cuál es tu estado de salud y cuáles son tus hábitos de vida. Cuanto más joven seas, más facilidades tendrás para obtener tu cobertura en una compañía aseguradora, por eso es importante que contrates tu seguro cuanto antes. Recuerda que el proceso de calificación es muy importante, por lo que es conveniente que actúes en él con máxima honestidad, respondiendo con sinceridad a todas las preguntas que te haga la aseguradora. Es posible que te requieran exámenes médicos, como análisis de sangre, radiografías u otras pruebas. No intentes ocultar ninguna información. Sería un error grave, porque si después la aseguradora descubre la verdad, podría anular tu seguro.
- Primas. Las primas son las cuotas que deberás pagar cada mes para mantener tu seguro en vigor. En este caso, las primas toman las características del seguro de vida universal y se vuelven flexibles y adaptables. Es decir, podrás decidir qué cantidad pagas en cada momento y aumentar los pagos si tienes más dinero disponible, o reducirlos, o incluso suspenderlos, cuando necesites disponer de tu dinero para otro fin. También puedes ir ajustando tus primas a la marcha del mercado, bien para invertir más, bien para protegerte de problemas puntuales.
Esta flexibilidad te da mucho margen de maniobra y, por tanto, es una gran ventaja. Las primas alimentan al instrumento de inversión, con lo que en realidad, se produce un desplazamiento del riesgo que asume la aseguradora hacia el asegurado, con lo que tienes que estar muy pendiente, porque a medida que pospones o reduces las primas, también se reduce la indemnización de tu seguro.
Esto se produce porque, para mantener tu seguro en vigor, la aseguradora va tomando dinero del valor en efectivo que has acumulado. Eso te da tiempo y flexibilidad, pero recuerda que, si agotas el valor en efectivo, tu seguro puede caducar.
- Instrumento de inversión. Como en los seguros universales y en los variables, los universales variables también van vinculados a una o varias cuentas de inversión. Estos productos toman parte del dinero que aportas en forma de cuotas y lo invierte en el mercado de renta variable, es decir, en acciones, fondos de inversión, bonos convertibles, divisas, renta fija, bienes raíces u otros mecanismos financieros. Si estas inversiones son rentables, el dinero que ganes se sumará a tu seguro en forma de aumentos de la indemnización y mayor cantidad de valor en efectivo. Pero recuerda que las inversiones en el mercado libre también pueden ir mal y tener rentabilidades bajas o perder dinero. Incluso puede darse el caso de que tengas que hacer aportes de dinero extra para mantener tu seguro vigente si las inversiones funcionan mal. Por lo tanto, es imprescindible que prestes atención a la marcha de esas inversiones. Para ello, es aconsejable que tengas conocimientos sobre inversión y que estés en disposición de asumir el riesgo que comporta el juego en los mercados variables.
A cambio, los impuestos que se pagan por los beneficios de las inversiones son diferidos, con lo que dispones de más dinero a corto plazo para mejorar el seguro y la inversión.
- Indemnización. La indemnización, o beneficio por causa de muerte, es el dinero que recibirán tus beneficiarios cuando fallezcas. Podrás decidir cuánto recibe cada uno de ellos y podrás también modificar el listado de personas o entidades que recibirán esa indemnización tras tu fallecimiento.
Es un dinero libre de impuestos y en esta modalidad hay un mínimo garantizado, pero puede no haber máximos: irá creciendo a medida que tus inversiones aporten rentabilidad.
De esta forma, en los seguros de vida universales variables hay dos tipos de indemnización: incremental y nivelada.
La incremental es la que aumenta a medida que los productos de inversión rinden beneficios. A tu fallecimiento, los beneficiarios recibirán la indemnización mínima pactada, más los rendimientos de la inversión en renta variable.
Por su lado, la indemnización nivelada. En este caso, el beneficio por causa de muerte no se ve alterado, sino que se mantiene siempre fijo. En este caso, los rindes de la inversión van a engrosar el valor en efectivo de la póliza, y no a la indemnización.
También puede darse el caso de que prefieras reducir la indemnización. Una de las características heredadas de los seguros variables es poder modificar a la baja el beneficio por causa de muerte si el asegurado piensa que ya no necesita una indemnización tan alta. Esto es frecuente en personas que ya tienen la vida resuelta y no consideran necesario dejar tanto dinero a sus sucesores. En ese caso, se puede minorar el beneficio, con lo que se reducen las primas mensuales.
- Beneficiarios. Como en todos los seguros, deberás nombrar beneficiarios que cobren la indemnización a tu muerte. Es muy importante elegir bien a los beneficiarios de un seguro de vida, porque después puede haber problemas si no los designas de forma clara. Las aseguradoras te permiten nombrar beneficiaros secundarios y hasta terciarios. Es decir, personas que relevan a otras en el derecho a cobrar a medida que van muriendo las primeras designadas. También se puede nombrar como beneficiario a un fondo fiduciario para que el dinero sea gestionado de acuerdo a tu voluntad. O se puede dejar como perceptora a una institución benéfica. Una opción poco aconsejable es dejar el beneficio de muerte como parte de una herencia, porque los procesos de legalización de las herencias pueden retrasar mucho el acceso al dinero.
- Valor en efectivo. Todos los seguros de vida permanente funcionan de forma parecida: en los primeros años de vigencia, cuando todavía eres joven y tu riesgo de muerte es bajo, las primas que pagas son más altas de lo que correspondería al riesgo que asume la compañía. Es así para que después, cuando seas mayor y el riesgo de muerte sea muy alto, tus primas se mantengan a un nivel asumible. Pero en esos primeros años pagas de más y se acumula un dinero que, en los seguros variables y en los universales variables, se liga también con las inversiones bursátiles, con lo que puede fluctuar de acuerdo con el mercado. En todo caso, una vez que ese dinero supera un determinado nivel, es obligatorio que se entregue al asegurado, que lo puede emplear para redimir primas futuras, mejorar las inversiones del portafolio de ahorro o lo que considere oportuno.
Además, el valor en efectivo puede ser utilizado para tomar préstamos contra su monto. Si lo haces, recuerda que, si falleces sin devolver ese préstamo, su importe, más los gastos que ocasione, serán deducidos del beneficio por causa de muerte.
Como puedes ver, el seguro de vida universal variable es un producto muy versátil y flexible que te ofrece todo tipo de opciones para que decidas cómo utilizar tu dinero. Su naturaleza doble te ofrece por un lado una importante cobertura y, por otro, un instrumento de inversión bastante potente que te permite operar sobre los mercados y elegir las mejores opciones para tu valor en efectivo. Al mismo tiempo, es un producto con riesgos y eso debes tenerlo muy en cuenta a la hora de tomar esas decisiones. Por este motivo, es importante que sepas en qué condiciones de interesa contratar un seguro universal variable.
Por qué te interesa un seguro de vida universal variable
Contratar un seguro que combine lo mejor del seguro universal y lo mejor del tipo variable es una buena idea. Pero, como has visto, debes hacerlo con ciertas precauciones, porque es un producto complejo que requiere tu atención y tu intervención. Aun así, te interesa mucho por estos motivos:
- Cobertura permanente. A diferencia de los seguros a término, los seguros variables universales siguen siendo permanentes y te ofrecen cobertura para toda la vida. Además, a pesar de los riesgos que comportan las inversiones, siempre hay un mínimo garantizado en el beneficio por causa de muerte.
- Flexibilidad. Si buscas un producto que se adapte a ti, y no uno que te obligue a ti a adaptarte a él, este es tu seguro: podrás modificar las primas, el valor en efectivo y el beneficio por causa de muerte. Cuando quieras pagar menos, podrás hacerlo. Y si quieres añadir más dinero, también podrás.
- Inversión. Con las potentes herramientas de inversión en renta variable podrás maximizar la rentabilidad de tu dinero. Esta opción de inversión te da un control que no te dan otros seguros, pero también te obliga a estar pendiente de la evolución de las inversiones a fin de tomar decisiones de compra o de venta. Recuerda que, además, la rentabilidad nunca está garantizada y pueden producirse pérdidas. Es decir, hay un riesgo evidente que debes asumir y tienes que tener claro que puedes perder dinero. Por tanto, estas pólizas exigen conocimiento, atención y capacidad económica para hacer frente a las pérdidas.
- Ventajas fiscales. Los seguros variables universales tiene diversas ventajas de tipo fiscal. Por un lado, el dinero del valor añadido tiene impuestos diferidos. Por otro, el dinero de la indemnización siempre se entrega libre de impuestos a los beneficiarios. Solo los préstamos tomados contra el valor añadido tienen impuestos, pero muy bajos.
- Indemnización garantizada. Arriesgar es interesante, porque puede generar grandes beneficios, pero un seguro de vida tiene una finalidad, que es dar cobertura a quien tú decidas una vez que fallezcas. Para garantizar que eso sucede, las pólizas de tipo universal variable mantienen siempre un beneficio por causa de muerte asegurado que se pagará aunque las inversiones asociadas al seguro hayan sido poco rentables o deficitarias.
- Potencial de beneficios. Con este seguro, combinando la flexibilidad de las primas, la indemnización y el valor en efectivo con las inversiones en renta variable, se obtiene un potencial de ganancias notablemente mayor al de otros productos. En correspondencia, sus riesgos también son mayores.
En el lado de los inconvenientes o desventajas, tenemos que mencionar algunos relevantes:
- Mayor precio. Los seguros variables universales son más caros. Mucho más caros que los seguros a término, por ejemplo. Esto se debe a las muchas opciones que dejan en manos del asegurado, y también a su mayor duración. Los gastos aparejados al seguro también podrían ser mayores que en otras modalidades y encarecerlo. Son gastos de mantenimiento, gastos administrativos y otras cargas o ‘fees’.
- Complejidad. Este tipo de pólizas son complejas y requieren un esfuerzo. Hay que estar pendiente de la evolución de las inversiones, estudiar el mercado y tomar decisiones. Es decir, requieren una monitorización
- Valor en efectivo no garantizado.. Si no controlas tu seguro con disciplina, podrías acumular muy poco valor en efectivo o incluso nada. Estas pólizas no garantizan su acumulación, porque lo utilizan para cubrir, por ejemplo, las primas que dejas de pagar. Si no eres constante en el mantenimiento de tu seguro, podrías consumir el valor añadido.
- Riesgo de pérdidas. Como hemos señalado hay un riesgo de pérdidas evidente. Las cuentas y subcuentas utilizadas por las aseguradoras para canalizar las inversiones se eligen por su buen rendimiento en el tiempo. Eso no garantiza una estabilidad eterna, pero al menos minimiza el riesgo de pérdidas. Otra forma de aminorar el riesgo es diversificar la inversión: cuanto más amplia sea la cartera de inversiones, más probable será que la buena marcha de unas compense los tropiezos de otras.
Como has visto, el seguro de vida permanente universal variables te ofrece muchas posibilidades para extraer el máximo beneficio a tu dinero. También tiene riesgos, pero, si eres capaz de asumirlos y gestionarlos, tendrás un seguro completo, flexible y rentable.
En todo caso, infórmate adecuadamente y no tomes decisiones sin antes consultar con expertos. Pregunta a tu agente de seguros y pídele todos los detalles. La ley estadounidense obliga a las aseguradoras a informar con minuciosidad sobre estos productos, y también a mostrar prospectos e ilustraciones que aclaren cada parte del seguro.
Este artículo ha sido actualizado el 23 de julio de 2018.