A la hora de suscribir un seguro de vida hay muchas decisiones que tomar. Una de las más importantes es la cobertura que se va a comprar. Es decir: la cantidad de dinero que entregará el seguro a los beneficiarios de la póliza cuando muera la persona asegurada.
Elegir esta cantidad no siempre es fácil. Hay que tener en cuenta muchos factores y condicionantes. Pero es imprescindible hacer esa elección con acierto, porque de ella pueden depender muchas cosas en el futuro. Sigue leyendo para descubrir cómo elegir adecuadamente la cobertura de tu seguro de vida.
Cobertura, indemnización y seguro de vida Qué vas a encontrar en este artículo
La cobertura del seguro de vida
Si piensas en contratar un seguro de vida, seguro que te has hecho ya estas preguntas: ¿qué cobertura necesito? ¿De cuánto dinero debe constar la la indemnización de mi seguro para que a mis beneficiarios no les falte nada si a mí me sucede una desgracia? Y ya te habrás dado cuenta de que no es fácil responder a esta pregunta.
De hecho es tan complicado que la organización LIMRA dicen que en Estados Unidos la mayoría de las familias está infraasegurada. Es decir, que tienen contratada menos cobertura de la que necesitan. En total, calculan que hay unos 320.000 dólares entre la cantidad que los hogares tienen contratada y la que realmente deberían tener.
La cuestión no es menor, porque de la cobertura del seguro de vida dependen muchos otros conceptos. Además de la cantidad que recibirán los beneficiarios, también depende en buena medida lo que pagarás en forma de primas. Cuanto mayor sea la cobertura contratada, mayores serán las primas periódicas.
Por estas razones es tan importante elegir bien la cobertura cuando se suscribe la póliza del seguro de vida. Una vez superada la calificación para el seguro, es prácticamente lo más importante. Y, sin embargo, muchas personas no eligen bien. O piensan que no van a necesitar tanto, o incluso las hay que piden demasiado y más adelante se dan cuenta de que han estado pagando mucha más cobertura de la necesaria. Incluso hay muchas que piensan que es suficiente con el seguro de vida grupal, el que ofrecen las empresas u otras instituciones. Y no es que el seguro grupal sea una mala opción, pero sus coberturas no suelen ir más allá de una o dos veces el salario anual de la persona asegurada. No es una cantidad despreciable, pero puede ser claramente insuficiente para garantizar que una familia sale adelante si falta la persona que aporta los ingresos.
Como ves, es muy importante saber calcular de forma adecuada la cantidad de dinero que necesitas como cobertura. Sigue leyendo para saber cómo determinar cuánto seguro te hace falta.
Qué cantidad de cobertura necesitas en tu seguro de vida
A la hora de elegir la cobertura, lo primero que hay que hacer es calcular. Hay que echar cuentas y determinar qué cantidad de dinero hace falta para que los beneficiarios del seguro puedan seguir adelante con su nivel de vida y sin que tu desaparición suponga un lastre imposible de cargar.
Es muy frecuente que las personas que contratan un seguro hagan un cálculo simple: diez veces su salario anual del momento en que firman la póliza. No es una mala idea, pero es un cálculo muy genérico y deja fuera muchos elementos con los que es importante contar. Los más importantes son estos:
- Ingresos: ¿cuánto dinero ingresas anualmente? Ten en cuenta todo: tu sueldo, posibles pensiones que recibas, ganancias por inversiones, etc. Esa cantidad es la base sobre la que empezarás a calcular. Piensa: ¿cuántos años quieres que estén cubiertos? Multiplica tus ganancias anuales por ese número de años y sabrás qué cantidad necesitas para reemplazar tu ausencia como principal fuente de ingresos.
- Educación: Si tienes hijos, calcula cuánto dinero hará falta para que terminen sus estudios. O, al menos, para que superen la etapa en la que están. Una referencia básica son unos 100.000 dólares para cubrir la educación de cada hijo.
- Deudas: ¿tienes deudas? ¿hipotecas? ¿préstamos? Suma todo lo que debes pagar y no olvides añadir los gastos de tu funeral. La cantidad resultante deberá quedar cubierta con la indemnización.
Esos son los factores básicos que hay que tener en cuenta para hacer los cálculos. Lo normal es que la cantidad sea abultada. Pero de ella tienes que restar algunas cosas:
- Ahorros: Si tienes ahorros, réstalos de la cantidad de cobertura que has calculado.
- Fondos para la universidad: si has creado algún tipo de fondo de ahorro para los estudios universitarios de tus hijos, también podrás restarlo de la cantidad total.
- Seguros que ya tengas: Si tienes algún otro seguro de vida, como un seguro grupal, puedes descontar de la cobertura global la cantidad que aporte esa otra póliza.
Finalmente, deberías tener una cantidad bastante aproximada a lo que necesitas. Pero también debes contar con la inflación: el precio de la vida puede subir bastante en los diez años siguientes a tu muerte. Por eso, ten en cuenta que una cantidad anual determinada puede estar bien para que tu familia supere los primeros años tras tu fallecimiento, pero puede ser insuficiente a más largo plazo.
Por otra parte, a la hora de determinar la cobertura, debes tener en cuenta otros elementos que, si bien no son tan importantes, también afectan:
- Tu estado de salud: ¿Tienes alguna enfermedad grave? ¿Tu estado de salud es bueno? Evalúate desde el punto de vista médico y piensa si es probable que vivas. mucho tiempo o si tu esperanza de vida está condicionada por alguna dolencia.
- Tus hábitos: Piensa si practicas algún deporte de riesgo o si tu trabajo es peligroso. Cuanto más riesgos asumas, más posibilidad de que tengas un percance grave y, por tanto, más posibilidad de que los tuyos dependan de tu seguro.
- Tus hijos. Si tienes niños pequeños, tendrás que contar con gastos importantes en su educación. En cambio, si ya son mayores e independientes, puede que ya no necesites tanta cobertura.
- Impuestos. Ten en cuenta que en algunos estados las herencias pagan impuestos. Ese coste a largo plazo puede ser un problema para tu familia, por lo que no es mala idea planificar tu herencia utilizando el seguro de vida.
Con todos estos datos sobre la mesa, ya puedes hacer tus cuentas con más precisión. Y si quieres contar con una buena herramienta que te ayude, no dejes de utilizar nuestra calculadora de cobertura de seguro de vida.
Consejos para definir la cobertura de tu seguro de vida
Además de hacer bien los números, conviene que tengas en cuenta algunos consejos que te pueden ayudar a tomar la decisión correcta.
- Revisa tu póliza. Las pólizas de vida se pueden revisar siempre que lo consideres necesario y ajustarlas a tus necesidades. Puede que te des cuenta de que has contratado poca cobertura, o puede que descubras que has comprado más de la que necesitas. En ambos casos, una revisión de la póliza te puede ayudar a ajustar mejor los gastos.
- Mejor que sobre. A la hora de decidir la cantidad final, es mejor que compres un poco más de lo que necesitas. Al principio puede que te cueste un poco más pagarlo, pero a largo plazo te resultará más fácil y ese extra de cobertura puede servir para hacer frente al crecimiento de tus gastos en el futuro.
- Decide en pareja o en grupo. No es bueno tomar en solitario una decisión tan importante como la cobertura del seguro. Compara tus números con los de tu pareja, o incluso con los de tus hijos. Si sus cuentas y las tuyas coinciden, la cantidad es más precisa.
- Compra varios seguros. Algunos expertos recomiendan contratar varias pólizas de poca cobertura en lugar de una sola de gran valor. De esta forma, puedes hacer ajustes más certeros a medida que tus necesidades cambian. Si vas necesitando menos cobertura, puedes ir reduciendo el número de pólizas, o abaratándolas. Y al revés en el caso de que te haga falta más. Para esta estrategia, puedes combinar diferentes seguros temporales.
- Acude a los profesionales. Antes de firmar una póliza, pide cotizaciones para comparar precios y coberturas. Además, es aconsejable que hables con un agente. Ellos son expertos en este tipo de cálculos y te ayudarán a elegir mejor la indemnización de tu seguro de vida.
Ahora ya tienes en tus manos la información fundamental para decidir qué cobertura de seguro comprar. Recuerda que es una decisión importantísima y que de ella dependerá el bienestar futuro de los tuyos. No cometas errores al elegir la cantidad de dinero que será la cobertura de tu póliza.