Muchas personas son declaradas inasegurables por las compañías de seguros. Por determinadas circunstancias, los riesgos que asume la aseguradora al aceptarlas son demasiado altos y las empresas declinan la posibilidad y no les permiten suscribir una póliza de seguro de vida.
Si estás en esa circunstancia, puede que pienses que es imposible lograr un seguro. Y, sin embargo, hay algunas vías que te permitirán contratar una cobertura de vida. En este artículo te explicamos qué debes hacer para conseguir un seguro de vida aunque te hayan declarado inasegurable.
¿Eres inasegurable?: Qué vas a encontrar en este artículo
Motivos para ser inasegurable
Si te han declarado inasegurable es porque tienes alguna condición que entraña demasiado riesgo vital y las aseguradoras no quieren darte un seguro de vida. En realidad, nadie es inasegurable por completo y, como verás, hay formas de esquivar esa etiqueta y lograr una póliza. La primera es conocer bien los motivos que llevan a una declaración de inasegurabilidad.
Hay muchas razones para no superar la calificación para el seguro de vida en ninguna circunstancia y ser rechazado para todos los seguros. Las más importantes y frecuentes son estas:
- Condición preexistente de salud. El motivo más habitual para no acceder a un seguro de vida es tener problemas de salud. Las llamadas condiciones preexistentes son dolencias que ya se tienen antes de contratar el seguro y que ponen en riesgo importante la vida. Las más graves son el cáncer y el VIH. Sin embargo, otras muchas enfermedades pueden utilizarse para denegar un seguro de vida. Por ejemplo, alguna disfunción del hígado, el colesterol o problemas de riñón. Incluso una obesidad o un sobrepeso importante pueden ser motivo de un rechazo.
- Desorden mental severo. Las personas que manifiesten trastornos psicológicos graves también suelen ser excluidas por las aseguradoras. Especialmente, aquellas con enfermedades mentales que puedan llevarles a poner en riesgo su vida.
- Bajos niveles de ingresos. Las compañías de seguros revisan el historial de crédito de las personas aspirantes a tener una póliza de vida. Si consideran que no se dispone de suficiente crédito o si creen que los ingresos son demasiado bajos para costear la póliza, la deniegan.
- Tabaquismo, alcoholismo o drogadicción. Ser fumador, abusar del alcohol o las drogas es motivo más que suficiente para perder el derecho a un seguro de vida. En muchos casos, las aseguradoras pueden incluso requerir pruebas específicas como test de drogas.
- Actividad laboral peligrosa. Cada vez es menos frecuente, pero sigue habiendo profesiones de riesgo elevado que suponen el rechazo por parte de las aseguradoras. Hay algunas especialmente peligrosas, como pescadores, pilotos de aviación, bomberos, militares, trabajadores de plataformas petrolíferas o madereros.
- Aficiones peligrosas. Lo mismo sucede con las aficiones de riesgo, como la escalada, el paracaidismo, el submarinismo o el automovilismo. Pero, como pasa con los trabajos peligrosos, las aseguradoras van aceptando mejor a los deportistas extremos y ponen menos trabajas para concederles seguros de vida.
- Mal historial como conductor. Las personas que han tenido muchos accidentes o un largo registro de sanciones de tráfico, pueden tener muchos problemas para obtener seguros de vida.
- Rechazo previo en otras aseguradoras. Las aseguradoras tienen muy en cuenta el historial de cotizaciones y calificaciones de las personas que les solicitan una póliza de vida. Haber sido rechazado en otras compañías es un motivo para la desconfianza y, por tanto, para la descalificación.
Cómo conseguir un seguro siendo inasegurable
Sea por el motivo que sea, si te han declarado inasegurable, no te rindas. Hay formas de acceder a un seguro de vida, incluso bajo esa condición. Lo importante es que tengas la información necesaria para hacer frente al problema y ponerle solución. Veamos a continuación algunas formas de evitar los principales motivos de denegación del seguro de vida.
- Insiste en más compañías. Si una firma te dice que no te asegura, sigue probando. Pide más cotizaciones e inicia nuevos procesos de calificación. Unas compañías son más tolerantes que otras con cuestiones como el tabaco o los deportes de riesgo.
- Demuestra tu buena salud. Muchas veces, tu estado de salud es mejor que el que dicen los informes médicos. Una condición preexistente ha podido desaparecer o rebajarse su gravedad y ya no ser un impedimento para lograr el seguro de vida, pero debes demostrarlo. Investiga, pide nuevos informes a otros médicos, recopila diagnósticos y tratamientos. Con todos esos datos, un agente de seguros puede proponerte la aseguradora y el producto más adecuados para evitar la inasegurabilidad. Eso sí: nunca mientas. En las cotizaciones y en los procesos de calificación debes comportarte con toda la sinceridad posible. Mentir en la información que des a la aseguradora sobre tu estado de salud es uno de los mayores errores que se cometen al contratar un seguro de vida. Piensa que si descubren tu engaño, en la compañía pueden anular tu póliza.
- Deja de fumar, de beber o de usar drogas. Si te niegan el seguro por alcoholismo, tabaquismo o uso de drogas, está en tu mano cambiar esos problemas. Trata de dejar atrás esas sustancias y consigue informes que digan que ya lo has superado. En el caso de las drogas, podrías necesitar hasta un periodo de tres años sin consumir para demostrar que has superado la adicción.
- Modera y explica el riesgo de tus hobbies y deportes. Muchas veces, las aseguradoras cambian de opinión si ven que los riesgos derivados de deportes extremos no son tan altos ni tan frecuentes. Explica bien cuántas veces practicas tu deporte favorito, cuál es tu nivel, si tienes licencia federativa, si tu equipamiento es moderno y adecuado… Con esa información, la aseguradora mirará con otros ojos el riesgo que supone tu actividad deportiva extrema.
- Trabaja con un agente especializado. Busca ayuda profesional. Un agente de seguros que conozca bien el mercado y las posibilidades te puede ayudar a encontrar la póliza que puede encajar contigo aunque te hayan dicho que eres inasegurable.
Tipos de seguros de vida para personas inasegurables
Si a pesar de todo no consigues evitar la declaración de inasegurable, todavía quedan posibilidades. Hay tipos de seguros que te van a aceptar de manera forzosa. O maniobras y trucos que te permitirán incluir a personas en otras pólizas. Estas son las principales formas de hacerlo:
- Seguro de aceptación garantizada. Probablemente la mejor opción es recurrir a un seguro de vida de aceptación garantizada. No tienen procesos de calificación, con lo que no hay ningún obstáculo para conseguir una póliza. Sin embargo, a cambio d esas facilidades, la aseguradora impondrá unas primas mucho más altas y ofrecerá coberturas o indemnizaciones por causa de muertemucho más bajas de lo que se podría conseguir con pólizas convencionales de tipo temporal o permanente. Además, este tipo de seguro de aceptación garantizada suele tener un periodo de carencia de hasta dos años. Es decir, si el asegurado fallece antes de que pase ese plazo, no se entrega la indemnización.
- Seguros sin examen médico. Si el problema que tienes para poder asegurarte es de índole médica, puedes recurrir a algún seguro de vida sin exámenes médicos. El más conocido es el que acabamos de ver, el de aceptación garantizada, pero hay más opciones, como los de emisión simplificada, que se entrega tras una entrevista. Suelen estar disponibles para personas entre 21 y 65 años y con coberturas que pueden llegar al millón de euros.
Otras opciones interesantes pueden ser el seguro de vida completa con beneficio por fallecimiento nivelado, o el seguro de vida completa con beneficio por fallecimiento graduado. Y aún queda una última posibilidad: el seguro de gastos finales. - Cláusula para esposos. Una opción sencilla para conseguir un seguro de vida para una persona no asegurable es incluirla en el seguro de su cónyuge a través de una cláusula para esposos. Estas cláusulas en algunos casos se pueden convertir en seguros permanentes de tipo tradicional.
- Seguros grupales. Para muchas personas que no pueden acceder a un seguro de vida propio, el seguro de vida grupal es el camino más sencillo. Se trata de pólizas colectivas que contratan las empresas, los sindicatos u otras instituciones para sus empleados o miembros. Son seguros fáciles de conseguir, porque la aseguradora no hace preguntas a los asegurados, pero, a cambio, tienen coberturas bastante bajas. Eso sí: se puede negociar su mejora a través de cláusulas que paga la persona asegurada y, llegado el caso, convertirlo en un seguro de vida permanente propio, al margen de la empresa.
Como ves, incluso habiendo sido declarado como no asegurable hay caminos para llegar a tener una póliza de seguro de vida. Lo más importante es que no te rindas y que lo consultes con un experto. Los agentes de seguros son las personas más adecuadas para ayudarte si te han catalogado como inasegurable.