El seguro de vida como inversión: saca más partido a tu póliza

Los seguros de vida están pensados, sobre todo, para dar protección a la familia de la persona asegurada. Sin embargo, para muchas personas, el seguro de vida es también un instrumento con el que sacar un rendimiento extra a su dinero. Es decir, una herramienta de inversión.

En este artículo te damos pistas y consejos para que sepas cómo exprimir mejor tu póliza de seguro de vida y cómo hacer que el dinero que dedicas al seguro de vida te dé más rentabilidad y más alegrías. Sigue leyendo y empieza a ver tu seguro de vida como una inversión.

El seguro de vida como inversión: Qué vas a encontrar en este artículo

¿Es una inversión el seguro de vida?

Para muchas personas, la póliza del seguro de vida es solo un documento que, una vez suscrito, se guarda en un cajón y a menudo se olvida. Esta actitud es un errordoble. Por un lado, cabe el riesgo de que nadie más sepa que existe ese seguro, lo cual es un problema potencial para los beneficiarios. Por otro, es un error porque desprecia la capacidad que a menudo tienen los seguros de vida para funcionar como inversiones rentables.

Las personas que tienen esta perspectiva saben que, con movimientos inteligentes y buena decisiones, el seguro de vida puede convertirse en un interesante instrumento de inversión. Y eso que históricamente muchos expertos no consideraban una buena idea utilizar el seguro como una inversión y solían dar un consejo muy extendido: “Compra un seguro temporal, que es más barato que uno permanente, e invierte lo que te ahorres en algo que te dé rentabilidad”.

Sin embargo, hoy en día son muchos los que piensan de otra forma y creen que se puede utilizar un seguro de vida permanente como una herramienta que ayude a invertir mejor el dinero y a extraerle más beneficios.

Para no equivocarse, hay que entender que el principal objetivo del seguro siempre es dar tranquilidad y paz mental. Si la persona asegurada muere, los suyos quedan protegidos por la cobertura del seguro. Pero más allá de esa idea principal, sin dejar de lado ese objetivo, se pueden obtener otras rentabilidades si se utiliza el seguro de vida con inteligencia.

Por eso, es interesante contemplar las pólizas de vida como instrumentos polivalentes y es necesario conocer sus posibilidades para hacer que el dinero de la persona asegurada trabaje a su favor. Y también es importante saber que los seguros de vida son herramientas de inversión muy atractivas en épocas de inestabilidad económica, como una crisis, una recesión o un tiempo de desconfianza en los mercados financieros.

Por tanto, la respuesta está clara: el seguro de vida sí puede ser una buena forma de invertir y de sacar un rendimiento extra al dinero que se paga por disfrutar de la cobertura.

El valor en efectivo entendido como una inversión

Puestos a elegir una forma de inversión asociada al seguro de vida, nada como los seguros permanentes, porque su funcionamiento se basa precisamente en la inversión. Este tipo de seguros –seguro ordinarios de vida completa o tradicional, universal, variable y universal-variable- utiliza el dinero que se paga en forma de prima para invertir en productos financieros (bolsa, bonos…). Con el rendimiento de esa inversión, se va consolidando la cobertura del seguro y se acumula lo que se denomina valor en efectivo de un seguro de vida.

El valor en efectivo es un dinero que se ahorra a medida que pasa el tiempo de vida del seguro y la persona asegurada puede utilizarlo tomándolo prestado o, si lo prefiere, retirándolo total o parcialmente. Además, ese dinero paga impuestos en diferido: solo se pagarán una vez que se cobre definitivamente y se distribuya. Mientras tanto, no se pagan impuestos por ese ahorro acumulado.

Con estas condiciones, ese dinero es muy atractivo y se puede utilizar para invertir. Una forma simple es tomar prestada una parte del valor en efectivo e invertirla en instrumentos financieros que reporten una rentabilidad interesante. Por ejemplo, en una cuenta de ahorro sin comisiones que pague un interés suficiente para que, pasado un plazo, se pueda devolver el dinero que se ha tomado, sus intereses y aun así tener algún beneficio.

Otra forma de emplear ese dinero es, por ejemplo, invertirlo en una propiedad, como una casa. Si en un tiempo razonable se vende con un buen beneficio, la rentabilidad estará bastante asegurada.

Por otro lado, como hemos dicho antes, los seguros permanentes son en si mismos una forma de inversión. Y, dentro de ellos, los de tipo universal-variable son los que más se parecen a herramientas de inversión típicas, porque los usuarios de estos seguros deben tomar decisiones. Sus pólizas van asociadas a cuentas de inversión en las que la persona asegurada decide cómo se invierte, en qué productos y con qué riesgos.

Y en este punto es importante recordar que en esas inversiones hay riesgos y podría haber pérdidas que redujeran las potenciales ganancias y, por tanto, el valor en efectivo.

El seguro como inversión para la jubilación

Otra forma de invertir con el seguro es utilizarlo para planificar una jubilación con un mejor nivel económico. Hay muchas formas de emplear el seguro de vida para el retiro, pero una está especialmente pensada para funcionar como una inversión.

Hay que señalar que es una estrategia complicada y es mejor llevarla a cabo con la ayuda de un buen agente de seguros. Se trata de destinar la mayor cantidad posible del dinero de las primas a generar valor en efectivo, dejando un mínimo para consolidar el beneficio por causa de muerte. De esa forma, se acumula la mayor cantidad posible de valor en efectivo que, como recordamos antes, paga impuestos diferidos

Se debe hacer con un seguro permanente, a ser posible con uno de tipo universal. Cuando llega la edad de la jubilación, la persona asegurada deja de pagar las primas del seguro, con lo que ya está ahorrando dinero. Las primas se pagan con parte del valor en efectivo acumulado.

Después, se determina una cantidad de ingresos a tomar del valor en efectivo acumulado y se empieza a recuperar ese dinero que, en una primera etapa, se considerará un retorno de primas, con lo que tendrá un trato fiscal muy ventajoso.

En el momento en que ya no se considere retorno de primas, y para evitar penalizaciones fiscales, la estrategia pasa a funcionar tomando préstamos contra el valor añadido.Los préstamos tampoco pagan impuestos, con lo que se va recibiendo dinero libre de cargas.

De esa forma, poco a poco, se va cobrando todo el dinero que se ha generado en forma de valor en efectivo. Solo hay que tener cuidado de no agotar el valor en efectivo, porque podría caducar el seguro y habría que pagar todos los impuestos diferidos.

Como se puede ver, hay formas inteligentes de utilizar el seguro como una inversión. Sin embargo, conviene consultar todos los movimientos con un agente de seguros especializado.

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