Una de las partes menos conocidas de los seguros de vida es su relación con los impuestos. En general, se suele pensar que los seguros de vida son instrumentos poco sujetos a la fiscalidad. Y es cierto a grandes rasgos, pero hay algunos puntos en los que los impuestos pueden influir de forma considerable sobre los seguros de vida y las ganancias que producen.
En este artículo encontrarás la información esencial que debes conocer para entender la relación entre tu seguro de vida y los impuestos. De esa relación depende que el seguro te resulte más o menos rentable.
Seguros de vida e impuestos: Qué vas encontrar en este artículo
Los seguros de vida y los impuestos: no es como piensas
Si tienes un seguro de vida, es probable que te hayan dicho alguna vez que es un producto prácticamente libre de impuestos. Esto no es completamente cierto. Aunque los seguros de vida tienen un tratamiento fiscal muy favorable, sí que tienen apartados en los que se aplica fiscalidad y tasas.
Por ejemplo, hay impuestos sobre las ganancias que se obtienen al rescatar una póliza. También hay que pagar tasas en algunos estados si el seguro forma parte de una herencia . O si vendes tu póliza de seguro a alguien.
A cambio, si sabes organizarlo bien, puedes utilizar tu seguro para pagar menos impuestos, o incluso para ahorrar y configurar una herencia menos gravosa para tus herederos.
Otro aspecto importante que hay que conocer es qué pagos de los que se hacen para comprar y mantener un seguro de vida son deducibles. Por ejemplo, en general las primas que se pagan periódicamente no lo son, pero hay casos en que sí se pueden deducir esos costes.
También debes tener en cuenta que las leyes estadounidenses sobre impuestos pueden ser muy específicas en cuanto a determinados hechos y circunstancias, con lo que resulta difícil establecer generalidades y mucho más ofrecer consejos que sirvan para todos los casos. Por ejemplo, el tratamiento fiscal de un seguro varía en función de la cantidad de primas que se hayan pagado. Si se supera un cierto límite de pagos, la póliza pasa a considerarse contrato de dotación modificado, o, en inglés, modified endowment contract (MEC). En esta situación, por ejemplo, las retiradas de efectivo de la póliza serán grabadas con impuestos como si se tratara de ingresos ordinarios.
Por tanto, además de la información que puedas encontrar en este artículo, busca siempre el consejo de un experto. Un agente de seguros o un gestor especializado en tramitar impuestos podrán ampliar estos datos y darte una perspectiva más cercana a tu caso particular.
En qué casos pagarás impuestos por tu seguro de vida
Hay algunos elementos del seguro, y algunos casos concretos, por los que hay que pagar impuestos. Los más importantes son estos:
- Ganancias por el rescate. Si rescatas tu póliza, obtendrás el Valor en efectivo de un seguro de vida acumulado hasta ese momento. Como esa cantidad, gracias a las inversiones, puede ser mayor que la tú has pagado en forma de primas, no se entiende como un reembolso, sino como una ganancia y está sujeta a impuestos.
- Préstamos contra la póliza no devueltos. En el caso de los seguros de vida permanentes, se pueden tomar préstamos contra el valor en efectivo que acumula la póliza. Esos préstamos deben ser devueltos con intereses. Si la póliza caduca o se rescata antes de devolver el préstamo, habrá que pagar impuestos por cualquier saldo del préstamo que exceda lo pagado en la póliza.
- Impuestos patrimoniales sobre los pagos del seguro. Si el beneficio por causa de muerte de tu seguro se considera parte de la herencia que dejas a tus sucesores, se podrán cargar impuestos de transmisión patrimonial sobre ese dinero.
- Venta del seguro de vida. Si llegas a un acuerdo para transferir a alguien la propiedad de tu seguro de vida, tendrás que pagar impuestos por los beneficios obtenidos por esa venta. En una operación de este tipo, le venderías a otra persona tu póliza, de forma que esa persona se encargaría de hacer los pagos de las primas y, a tu muerte, recibiría la la indemnización. A cambio, tú tendrías un dinero líquido que sí está sujeto a tasas.
- Retiradas de efectivo. Si retiras efectivo de una póliza de seguro permanente debes tener cuidado con la cantidad que te llevas. Si esta supera lo pagado en forma de primas, tendrás que pagar impuestos por ese dinero.
- Seguros grupales. En los casos en que tu seguro de vida grupal, ofrecido por tu empresa, tenga una indemnización de más de 50.000 dólares, se considera que el pago de las primas por parte del empleador es un tipo de remuneración y, por tanto, hay que pagar impuestos.
Los impuestos y las indemnizaciones de los seguros de vida
Es bastante sabido que los beneficiarios de un seguro de vida no pagan impuestos por el dinero que reciben en forma de indemnización. Pero hay casos en que ese dinero puede pagar impuestos. Esas situaciones resultan más frecuentes de lo que parecen. Las principales son estas:
- Pagos fragmentados. En ocasiones, los asegurados deciden que los beneficiarios reciban la indemnización en forma fragmentada, a través de diferentes pagos o cuotas periódicas. Al cobrar así, el grueso de la indemnización, que sigue en poder de la aseguradora, acumula intereses, y esos intereses deben pagar impuestos. También puede suceder que, aunque se entregue la indemnización de una vez, su pago se retrase mucho. Si en ese tiempo se generan intereses, también serán susceptibles de pagar impuestos.
- Seguro como parte de una herencia. Cuando el seguro forma parte de una herencia suficientemente grande como para ser gravada con impuestos, estos se aplicarán también a los pagos que se deriven de la póliza. En concreto, para 2018, se cobran impuestos a las herencias por un valor de más de 11 millones de euros. Mucha gente trata de evitar este problema transfiriendo la póliza a un fondo fiduciario de tipo irrevocable. Pero si esto no se hace al menos tres años antes del fallecimiento del asegurado, el beneficio se seguirá considerando sujeto a impuestos.
Qué elementos del seguro de vida están libres de pagar impuestos
Aparte de los elementos sujetos a impuestos que hemos visto, lo cierto es que en general los seguros de vida reciben un buen tratamiento fiscal. Hay muchos elementos que no pagan impuestos. Estos son los principales:
- Pagos de beneficios. Salvo en los casos que hemos visto antes, lo normal es que las indemnizaciones de los seguros se entreguen a los beneficiarios libres de impuestos.
- Patos a esposos. En cualquier caso, los pagos de indemnizaciones siempre estarán libres de impuestos cuando el beneficiario sea uno de los miembros de un matrimonio.
- Ganancias del valor en efectivo. El valor en efectivo de los seguros permanentes paga impuestos en diferido, con lo que no es necesario pagar tasas constantemente por esas ganancias.
- Dividendos. Algunos tipos de pólizas pagan dividendos anuales a sus propietarios. En estos casos, no se puede aplicar impuestos a esos ingresos.
- Retiradas de efectivo. Las retiradas de efectivo de las pólizas, siempre que no superen el valor en efectivo, no están sujetas a impuestos.
¿Qué te puedes deducir con tu seguro de vida?
Un apartado importante de la fiscalidad de los seguros de vida lo constituyen las deducciones. Con las pólizas, hay algunos elementos que permite solicitar deducciones fiscales. Son estos:
- Primas. Por lo general, las primas periódicas no son deducibles. Sin embargo, aquellas primas que se pagan de forma que puedan ser gravadas a otras personas, como las que se denominan en inglés ‘alimony’, es decir, pensión alimenticia. Estas primas sirven para pagar un seguro del que es beneficiario, por ejemplo, un excónyuge. Estos acuerdos son frecuentes en los divorcios y en estos casos sí es posible deducirse el coste de la prima.
- Primas de seguros grupales pagados por ti. Si eres un empleador y te haces cargo de pagar las primas del seguro de vida de tus trabajadores, podrás deducirte el coste de esas primas periódicas siempre que no seas el beneficiario de las pólizas. En este caso, siempre será por los primeros 50.000 dólares de valor de la indemnización. A partir de ahí, los impuestos se aplican al asegurado.
- Donaciones de pólizas a obras de caridad. Si transfieres el control de una póliza a la caridad, de forma que la beneficencia sea la beneficiaria de tu seguro de vida, se puede solicitar una deducción fiscal-
Como puedes ver, la relación entre seguros e impuestos es compleja y prolija. Los casos, variantes y excepciones pueden ser muchos y variar de forma notable entre estados. Por tanto, es imprescindible que te asesores muy bien para que pagues solo los impuestos justos.