La diarrea es un problema común que todos hemos padecido alguna vez. Normalmente, suele durar pocos días por lo que no suele representar un problema grave. Sin embargo, cuando se extiende durante semanas puede afectar la absorción de agua y nutrientes, favoreciendo así la deshidratación, desnutrición, fiebre, vómitos, debilidad, e incluso la muerte (en niños menores de 5 años). Aquí repasamos todo sobre esta condición, que opciones naturales existen para combatirla y cómo puedes prevenirla:
¿Por qué ocurre la diarrea?
La diarrea se caracteriza por causar deposiciones blandas, sueltas o líquidas, con más frecuencia de lo normal, y molestias digestivas frecuentes. Se la puede clasificar en dos tipos:
Diarrea repentina
Surge por una infección provocada por bacterias, parásitos o virus:
- Intoxicación alimentaria: ocurre cuando se consume un producto que se fabricó en condiciones insalubres, no se almacenó o limpió adecuadamente, o caducó. La diarrea puede aparecer tras 2 o 6 horas de haber consumido el alimento responsable, caracterizándose por ser acuosa y durar 2 días. También causa fiebre, vómitos, calambres y debilidad.
- Diarrea del viajero: podemos contraerla al visitar lugares donde el agua o los alimentos se encuentran contaminados por bacterias o parásitos, producto de condiciones insalubres. Dura una semana y aparece aproximadamente al día de haber consumido el producto contaminados, acompañada en algunos casos por mucosidad y sangre. También se puede sufrir vómitos y fiebre.
- Gastroenteritis: también llamada gripe estomacal, tiene características similares a la diarrea que produce la intoxicación por alimentos, ya que es acuosa y suele causar vómitos y fiebre. Sin embargo, los responsables en este caso son virus como el rotavirus y norovirus. Normalmente se extiende por 3 u 8 días.
Diarrea crónica
Cuando la diarrea puede ser causada por una infección o una afección médica subyacente, se la considera crónica. Sus principales causas son:
- Alergia a la comida: ocurre por una reacción alérgica hacia algún alimento, comenzando en cuestión de minutos u horas después de su ingesta. Estas reacciones pueden causar heces acuosas, generalmente con sangre, que pueden durar hasta un día. Además, también se puede sufrir de vómitos, hinchazón y reacciones en la piel, como ronchas.
- Enfermedad celíaca: este tipo de diarrea se da en el caso de una enfermedad celíaca no tratada. Suele ser difícil asociar los síntomas con un alimento específico, ya que, aunque el gluten sea el responsable, el sistema inmune se encuentra dañado y puede generar reacciones todo el tiempo. Se caracteriza por heces grandes de mal olor, suele durar más de un mes y estar acompañada por falta de energía y pérdida de peso involuntaria.
- Enfermedad inflamatoria intestinal: aquí la diarrea es un síntoma de enfermedades intestinales, como la de Crohn y la colitis ulcerosa. Ambas son crónicas y no tienen cura, aunque pueden tratarse con cirugía o medicamentos. La diarrea dura más de un mes y puede presentar mucosidad o sangrado, acompañada de dolor abdominal, fiebre y pérdida de peso.
- Intolerancia a la comida: esto ocurre cuando nuestro cuerpo no dispone de enzimas para degradar los alimentos. La intolerancia a la lactosa, cuando no se pueden digerir los azúcares de la leche, es la más común. Esta reacción puede desencadenar diarrea acuosa con vetas de mucosidad o sangre, durante 2 a 4 semanas. También puede causar gases, calambres, dolor abdominal, y en los bebés llanto y vientre distendido.
- Síndrome del intestino irritable: causa diarrea crónica, estreñimiento y dolor abdominal que no es producto de una enfermedad conocida, aunque es probable que la presencia de SII esté asociada a la enfermedad celíaca. Se produce una diarrea con heces pequeñas y frecuentes, distención abdominal crónica, estreñimiento y gases, que pueden durar al menos 6 meses.
¿Cómo puedo tratar la diarrea?
Si sufres diarrea es importante que tomes mucho líquido, de esta manera puedes prevenir la deshidratación. También es prudente dosificar las comidas, en lugar de comer tres veces de manera abundante, hazlo de manera prudente en distintos momentos.
También existen medicamentos antidiarreicos, como loperamida (lmodium), fármacos que contienen bismuto, como Kaopectate o Pepto-Bismol (ideales para la diarrea leve), o líquidos rehidratantes, como Enfalyte o Pedialyte. Pero recuerda, siempre debes preguntarle a un médico antes de consumir cualquiera de estos productos.
¿Qué alimentos sumar a la dieta?
Sin duda, controlar y adaptar la dieta para cuando tienes diarrea es clave. Los expertos aconsejan incorporar alimentos que tengan propiedades antibióticas, antioxidantes, antisépticas, astringentes, bactericidas, depurativas, fungicidas, hidratantes, y, sobre todo, que proporcionen una buena cantidad de nutrientes. ¿Parece difícil de conseguir, cierto?
Por suerte puedes obtener estos y más beneficios si incorporas en tu dieta ajo, bananas, caldos de vegetales o pollo, manzanas, naranjas, o zanahorias, entre otros. Solo procura evitar los alimentos muy ricos en fibra, ya que contribuyen a las deposiciones.
¿Ayudan las infusiones contra la diarrea?
Muchas hierbas poseen compuestos con propiedades digestivas, ideales para combatir la diarrea, indigestión, hinchazón, acidez o flatulencias. Puedes aprovecharlas preparándolas en infusiones y bebiéndolas hasta 3 veces por día. Entre las más populares se encuentra la de tomillo, menta, manzanilla, canela, jengibre, o té negro y verde. Además de brindarte grandes beneficios, son una buena forma de mantenerte hidratado.
Otra opción muy popular, especialmente en Latinoamérica, es el agua de arroz. Puedes prepararla hirviendo durante 10 a 15 minutos media taza de arroz en 5 de agua. Deja enfriar, luego cuela y bebe frío entre 2 y 3 vasos diarios.
Consejos de los lectores
Luis Felipe Morín nos cuenta que un remedio casero muy efectivo para aliviar la diarrea consiste en preparar una infusión de raíz de Merey (Anacardium occidentale), también conocida como cajú, anacardo, marañón, cajuil, o caguil. Aconseja utilizar 5 centímetros de la raíz por taza y media de agua, se deja hervir por 5 minutos y se bebe tibia o a temperatura ambiente hasta 3 veces por día.
¿Qué dice la ciencia al respecto? La evidencia científica sobre los beneficios antidiarreicos de la raíz de cajú es escasa. Sin embargo, existen estudios, como el publicado en Journal of Pharmaceutical Analysis, que halló que el extracto de esta planta tendría actividad antidiarreica en roedores, posiblemente gracias a que inhibe la motilidad gastrointestinal. Otro trabajo, de la Universidad De Granma, encontró un efecto similar, en aves, proveniente del polvo de sus hojas.
¿Cómo prevenir la diarrea?
Puedes disminuir el riesgo de padecer diarrea si adoptas una serie de medidas de higiene:
- Para evitar la contaminación cruzada, no mezcles la carne cruda, mariscos, aves de corral y huevos con las frutas o vegetales.
- Mantén la cocina limpia, lava los utensilios y tablas de cortar con agua caliente y jabón.
- Las bacterias se reproducen entre los 41 y 140 °F (o entre 5 y 60 °C), por lo que se recomienda cocinar la comida por encima de esa temperatura y enfriarla o congelarla por debajo de la misma.
- Enjabona tus manos durante 20 segundos antes y después de cocinar, si no puedes hacerlo utiliza un desinfectante a base de alcohol.
- Debido a que los bebés son quienes corren mayor peligro de verse afectados por los efectos de la diarrea, puedes consultar al médico sobre la posibilidad de vacunarlo contra los rotavirus (la causa más común de diarrea viral).
¿Cuándo consultar al médico?
Si existen signos de deshidratación: lengua seca, mareos al ponerse de pie, disminución de la cantidad de orina y decaimiento deberás consultar a un médico. También si presentas fiebre (superior a 102 °F o 39 °C), deposiciones acompañadas de sangre, pus o mucosidades, vómitos que impiden la ingesta adecuada de líquidos, o si la diarrea persiste por más de 2 semanas.
Fuentes consultadas: Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, Organización Mundial de la Salud.