La legislación de los seguros de vida: lo que debes saber

Los seguros de vida son productos muy regulados. Sobre ellos pesan diferentes legislaciones y no siempre es fácil orientarse entre las diferentes leyes y normas que los afectan. Además, en Estados Unidos las leyes de los seguros son estatales, con lo que todavía es un poco más complicado.

Sin embargo, es imprescindible conocer algo sobre la legislación de estos servicios, porque su contratación te ligará de forma estable a una empresa de seguros y esa relación debe desarrollarse de forma que te resulte lo más ventajosa posible.

La legislación de los seguros de vida: lo que debes saber
Legislación y seguro médico

En este artículo te contamos lo que debes saber para orientarte en el complejo ámbito de las leyes de los seguros de vida. Sigue leyendo para conocer mejor tus derechos y saber qué puedes reclamar y qué te corresponde legalmente.

Legislación de los seguros de vida: Qué vas a encontrar en este artículo

Las leyes de los seguros de vida

Si ya tienes un seguro de vida, o si estás buscando uno, es importante que conozcas un poco la legislación sobre la que están construidos estos seguros. Es necesario para que puedas contratar el producto con más garantías y, sobre todo, para que sepas cómo hacer valer tus derechos de una forma más eficaz.

En Estados Unidos, las leyes de seguros se remontan al siglo XIX. Desde entonces, varias legislaciones se han ido superponiendo y complementando. En nuestros días, el sector del seguro de vida está regulado a nivel estatal. Es decir, leyes federales apenas dedican atención a los seguros. En su lugar, cada estado tiene sus propias leyes. Aun así, la mayoría de estas regulaciones se parece, pero hay diferencias que conviene tener en cuenta.

Para velar por el cumplimento de la normativa, cada estado cuenta con un organismo propio. Son comisiones que, bajo diferentes nombres y dirigidas por un comisionado, se encargan de actualizar las leyes y establecer la relación entre clientes y aseguradoras. Estas comisiones se agrupan a nivel nacional en el Asociación Nacional de Comisiones del Seguro, NAIC, por sus siglas en inglés.

Aunque las leyes estatales difieren, lo cierto es que estos organismos se preocupan de proteger a los asegurados de una forma lo más unificada posible, de manera que haya unos puntos comunes que estén legalmente garantizados. Los principales son:

  • Las licencias. Las comisiones regulan cómo se accede a una licencia para comercializar seguros. Los corredores –‘brokers’- deben contar con una licencia en regla para poder ofrecer sus servicios a los usuarios. Si no cumplen con la legislación, sus permisos pueden ser revocados. Además, están obligados a formarse y mejorar continuamente para conocer más a fondo sus productos.
  • Los productos. También es misión de los reguladores estatales verificar que los productos que se venden se adecúan a la reglamentación. Comprueban que los seguros de vida temporales , los seguros de vida permanentes, los seguros grupales, los de gastos finales o los de aceptación garantizada sean fáciles de entender, estén dentro del marco legal y no supongan abusos para los asegurados o sus beneficiarios.
  • Vigilancia financiera. La asociación de entidades reguladoras, la NAIC, mantiene una gran base de datos en la que está la información de las más de 5.200 compañías de seguros que operan en el país. Con esos datos, se vigila la evolución de estas empresas y se identifican problemas financieros que pudieran poner en riesgo las pólizas y las indemnizaciones. De hecho, si los reguladores detectan debilidades serias en alguna compañía, pueden hacerse con los mandos de esa empresa y dirigirla hasta que vuelva a la estabilidad. Y, si es necesario, pueden incluso disolverla. Para esas circunstancias, están previstos fondos de emergencia que se hacen cargo de las obligaciones de la compañía. Es lo que se denomina mecanismo de garantía; cada estado tiene uno y se agrupan en la Organización Nacional de Asociaciones de Garantías para los seguros de Vida y Salud (Nolhga, por sus siglas inglesas).
  • Los mecanismos de garantía. Esos mecanismos de garantía que se hacen cargo de las pólizas en caso de quiebra de una aseguradora funcionan de forma diferente en cada estado. La principal diferencia es cuánto cubren: no todos pagan las indemnizaciones completas y en muchos casos hay límites.

De esta forma, el sistema legal de cada estado organiza un mercado que tiene sus particularidades pero que, en general, da confianza a los usuarios.

¿Qué deben definir las leyes del seguro de vida?

Además de los conceptos que hemos visto antes, las leyes que regulan los seguros de vida deben dejar muy claras las normas de funcionamiento de estos productos. Estas reglas son básicas, porque determinan el día a día de tu seguro y, por tanto, sus prestaciones. Además, estipulan tus derechos: qué puedes esperar de tu póliza y qué puedes reclamar.

Son muchos los aspectos regulados por las leyes estatales, pero, desde el punto de vista del consumidor, debe haber unas bases. Las principales son estas:

  • Periodo de desestimiento. La ley debe establecer qué periodo tienes para anular la póliza una vez que la has suscrito sin que te suponga un coste extra. En general, se establecen unos días a partir de la firma para que puedas echarte atrás y desistir del producto.
  • Cancelación y devolución. También se establecerá el mecanismo para que puedas cancelar tu póliza y recuperar el dinero pagado en forma de primas. Quedarán establecidos los costes de estas acciones.
  • Periodos de gracia. Algunas leyes establecen un periodo de gracia para los pagos de las primas. Por ejemplo, en Nueva York se conceden hasta 31 días de carencia para pagar una prima. Si el asegurado muere durante ese periodo, se considerará que el seguro está en vigor y los beneficiarios recibirán el beneficio por causa de muerte.
  • Procedimientos de información médica. Si vas a pasar por el proceso de calificación, la ley puede determinar de qué forma se pasan los exámenes médicos y qué facultativos deben llevarlos a cabo.
  • Revocación de seguros..Las normas estipulan el plazo que tienen las compañías de seguros para encontrar errores o engaños en la información que han dado los asegurados en el proceso de calificación. Este plazo puede ser hasta de dos años.
  • Motivos de exención. Las leyes deben acotar también los motivos por los que un seguro no pagará la indemnización. Por ejemplo, si los casos de suicidio se consideran causa legítima para cobrar el beneficio. O si hay un periodo de carencia antes de que se pueda cobrar la indemnización (algunos seguros no pagan si el asegurado muere antes de dos años).
  • Impuestos. Las leyes determinarán cuál es la relación de los seguros de vida con la fiscalidad. Qué elementos pagan impuestos y cuáles están libres de hacerlo. Por ejemplo, los beneficiarios suelen recibir las indemnizaciones completamente libres de impuestos.

Además de estos conceptos, las leyes estatales fijan el funcionamiento de otros muchos: estructura de las cuentas de ahorro, estructura de las primas, coberturas, tasas de intereses aplicables o cómo debe ser la publicidad de los seguros de vida.

Cómo reclamar tus derechos en el seguro de vida

Como ves, hay mucho que tener en cuenta en la relación de los seguros de vida con las leyes. Y es necesario que sepas cómo puedes hacer valer tus derechos. en esa relación. Como consumidor, te asiste la ley, pero debes conocer su funcionamiento.

Así, es importante que entiendas que una póliza de seguros es, ante todo, un contrato. Por tanto, se hará valer de acuerdo a lo estipulado en las condiciones y cláusulas, sin apenas margen para la interpretación. Esto quiere decir que, antes de exigir tus derechos, debes comprender muy bien lo que dice la póliza y qué condiciones has firmado. al suscribirla.

También debes recordar que, a pesar de la mucha regulación que afecta a los seguros, no hay una agencia pública que te pueda defender si tienes una disputa con una aseguradora. En ese sentido, serán los tribunales los que tengan la última palabra y, de nuevo, se limitarán a aplicar lo más literalmente posible lo que digan las condiciones de la póliza. Esto se debe, sobre todo, a que en Estados Unidos el mercado es una fuente importante para la regulación, que en buena medida se debe a esa interacción de empresas y consumidores y no tanto a la tarea de legisladores.

Entonces, si consideras que tus derechos. han sido vulnerados por la aseguradora, lo primero que debes hacer es presentar una reclamación ante la empresa. Si no es atendida, puedes acudir a un tribunal plantear una demanda.

Los derechos y las obligaciones de las dos partes del contrato son, finalmente, la clave de la regulación de los seguros de vida. Si la conoces mejor, podrás disfrutar mejor de las ventajas de tu póliza y preocuparte solo de sus beneficios.

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