Si buscas un seguro de vida, ya sabes que el momento más importante para conseguirlo es el proceso de calificación. En ese proceso, una información que poca gente tiene en cuenta es el historial médico familiar. Y, sin embargo, para las aseguradoras son datos muy interesantes, porque sirven para calibrar mejor los riesgos ante posibles enfermedades hereditarias.
En esos historiales hay información que permite saber si en una familia se repiten determinadas dolencias y enfermedades, o si por el contrario la buena salud general ha sido la tónica dominante.
En este artículo te explicamos qué es y cómo influye en el seguro de vida el historial médico de tu familia. Sigue leyendo y descubre todo lo que debes saber para conseguir un seguro de vida al mejor precio sin que el historial médico familiar te perjudique.
Qué vas a encontrar en este artículo
El historial médico familiar y el seguro de vida
Es muy probable que al buscar un seguro de vida, durante el proceso de calificación o ‘underwritting’, la compañía aseguradora te pregunte por tu historial médico. Es normal: quiere saber cuál es tu estado de salud para evaluar mejor el riesgo que asume al concederte una póliza. Además, para sorpresa de muchas personas, es bastante frecuente que te pida información sobre la salud de tu familia y sus antecedentes médicos. Es lo que se denomina historial médico familiar.
Este tipo de requisitos son más frecuentes cuando se contrata un seguro de vida permanente. Son productos más caros, con mayores coberturas y, por tanto, las aseguradoras examinan con detalle las solicitudes para determinar si conceden o no la póliza. En cambio, en los seguros de vida temporales o a término, es menos habitual que se pidan los historiales médicos familiares.
Esa información está compuesta por todos los datos sobre enfermedades graves sufridas por los miembros de tu familia, especialmente tus padres, abuelos y hermanos. A la aseguradora no le interesa saber si uno de tus familiares tuvo un accidente practicando deporte, pero le interesa muchísimo si en tu entorno familiar hay antecedentes de dolencias graves, especialmente de aquellas que puedan ser hereditarias. Les interesa porque si tus familiares han padecido una enfermedad grave, hay posibilidades de que tú también la padezcas, lo que supone un riesgo que debe asumir la compañía.
Por eso, además de preguntarte por tus riesgos laborales, tus aficiones, tu estilo de vida, tu solvencia financiera y otras muchas cosas como si fumas, bebes o consumes drogas, la aseguradora te preguntará sobre todo por tu salud.
Qué quiere saber la aseguradora sobre tu historial médico
Así, lo habitual es que durante el proceso de calificación la compañía te pregunte por determinadas condiciones médicas que han podido afectar a tus familiares cercanos. Las más frecuentes son:
- Cáncer de mama, colon o piel. Son tipos de tumores con una fuerte componente hereditaria. Su presencia en una familia puede indicar que más de un miembro haya heredado la disposición a sufrir la mutación genética que produce cada uno de estos cánceres.
- Diabetes. La diabetes es una de las enfermedades familiares más frecuentes. Hoy en día no es una enfermedad grave, pero sí que puede acortar significativamente la vida de las personas que la padecen.
- Enfermedades coronarias. Las patologías cardiacas y coronarias pueden tener también un origen genético y ser heredadas. En algunos casos, predisponen a sufrir ataques severos.
- Enfermedades renales. Al igual que pasa con los problemas cardiacos, las enfermedades del riñón también pueden heredarse.
- Huntington. La enfermedad de Huntington (EH), también conocida como corea de Huntington, es un trastorno genético y degenerativo que afecta al sistema nervioso.
- Obesidad. La obesidad suele tener también algunos elementos hereditarios, además de estar asociada a otros problemas, como los coronarios.
- Otras dolencias genéticas. Hay otros muchos trastornos que se deben a la herencia genética, como la fibrosis quística, la celiaquía, algunas distrofias musculares o las talasemias, que afectan al correcto funcionamiento del riego sanguíneo.
Averiguar todo esto supone que la aseguradora puede hacer preguntas incómodas, como la severidad de las dolencias de tus parientes, cuántos padecieron determinada enfermedad y la edad a la que fueron diagnosticados o si alguno ha fallecido por culpa de estas dolencias.
Ten en cuenta que no es lo mismo un diagnóstico en una persona joven, lo que dispara las alarmas de las aseguradoras, que en una persona que ya está en la tercera edad, algo que es mucho menos preocupante.
Nuestro consejo en esta situación siempre es el mismo: como con cualquier otra información que te requieran durante la calificación, es importante que mantengas la sinceridad en todo momento. Da todos los datos y no dudes a la hora de entregar toda la información que se te requiera.
Recuerda que mentir en este proceso es uno de los peores errores que se cometen al contratar un seguro de vida. Es un error, porque si la aseguradora descubre que has mentido, puede quitarte la póliza sin dudarlo y perderías la cobertura.
Aun así, es posible que no tengas esos datos familiares. Bien porque hayas llegado a la familia por adopción, bien porque te hayas alejado de tus parientes y no conozcas esos datos. En este caso, indica en la solicitud de tu seguro de vida que no conoces el historial médico familiar.
Así afecta el historial médico familiar a las primas del seguro de vida
Con esa información médica, los agentes de la aseguradora pueden evaluar mejor el riesgo de ofrecerte una póliza de vida. Si detectan patrones de mortalidad, por ejemplo, podría ser que incluso te denegasen el acceso al seguro de vida porque el riesgo sería calificado como demasiado alto.
Sin embargo, lo más habitual es que aparezcan simplemente posibilidades bajas de sufrir alguna enfermedad grave, con lo que en lugar de rechazar la solicitud, las aseguradoras tenderán a encarecer las primas. En función de cuál sea la enfermedad y lo alta que sea la probabilidad, las primas mensuales del seguro de vida serán más altas. Por ejemplo, si tienes diabetes de tipo I, tus primas pueden ser hasta tres veces más elevadas, con lo que la existencia de esta enfermedad en tu historial médico familiar seguramente subirá el precio de la póliza.
Pero tú también puedes hacer algo para evitar que esos registros médicos te afecten negativamente. Por ejemplo, puedes someterte a análisis para demostrar que al momento de solicitar el seguro no padeces esas enfermedades. O puedes aportar sucesivos informes y exámenes médicos para probar que cuidas tu salud y estás vigilante ante la aparición de esas dolencias.
Además, puede que la aseguradora te solicite la declaración de un médico (Attending Physician Statement, APS, en inglés) que explique mejor ese historial y la relación que esas enfermedades familiares pueden tener contigo. Su testimonio puede ser definitivo para que no se te apliquen primas más elevadas, con lo que no dudes en solicitar su participación.
En todo caso, lo hagas de una forma o de otra, debes tener en cuenta que todos estos procesos, pruebas y exámenes acabarán afectando al proceso de calificación y, aunque no anulen tu elegibilidad, seguramente demorarán el momento de firma de la póliza.
Finalmente, en caso de que te denieguen el seguro de vida por culpa del historial médico de la familia, siempre puedes acudir a productos en los que eso no sea un problema, como los seguros de vida de aceptación garantizada y otros seguros de vida sin examen médico.
Para saber más sobre la importancia de los registros médicos, no dudes en consultar con un agente de seguros. Ellos sabrán darte todos los detalles y adaptar la información a tus circunstancias personales. Otra forma de ‘tantear’ es pedir cotizaciones a través de las webs de las aseguradoras: así tendrás una primera aproximación a la realidad de tu situación.