La xerosis, mejor conocida como piel seca, es una afección cutánea común que no suele ser grave, aunque se caracteriza por causar aspereza, agrietamiento, descamación y picor, por lo que puede resultar muy molesta.
Aquí veremos cuáles son las principales causas de la piel seca, cómo puedes prevenirla y qué alimentos pueden ayudarte a calmar sus síntomas.
Puntos clave
- La xerosis, mejor conocida como piel seca, es una afección cutánea que no suele ser grave, aunque se caracteriza por causar aspereza, agrietamiento, descamación y picor.
- Suele ocurrir por exposición a climas fríos o secos o a productos abrasivos, como champús, detergentes o jabones. También puede ser consecuencia de otras afecciones de la piel.
- Para prevenir su aparición es fundamental cubrir la piel durante climas adversos, utilizar guantes de goma para lavar y limitar la exposición al agua.
- También puede ser de ayuda consumir alimentos con propiedades saludables para la piel, como aguacate, tomate, sandía, melón, pepino, té verde, zanahorias, frutos secos o cítricos.
La piel seca suele ser una consecuencia de las siguientes condiciones, hábitos, productos o afecciones:
- Baños o duchas muy calientes.
- Calor: especialmente la calefacción centralizada, calefactores o estufas a leña, ya que reducen la humedad y resecan la piel.
- Clima: durante invierno la piel es más propensa a resecarse, ya que las temperaturas y los niveles de humedad descienden.
- Nadar en piscinas que tienen mucho cloro.
- Tener problemas de la piel: como dermatitis atópica (eccema) o psoriasis.
- Usar productos abrasivos: como jabones, detergentes y champús formulados para eliminar la grasa.
Normalmente, la piel seca es una afección temporal, aunque muchas personas pueden padecerla a lo largo de sus vidas. Entre sus principales síntomas hallamos:
- Aparición de líneas o finas grietas.
- Coloración grisácea de la piel.
- Descamación que puede ser leve o grave.
- Enrojecimiento de la piel.
- Picazón.
- Sangrado en las grietas que se forman en la piel.
- Sensación de tirantez en la piel.
Cómo prevenir la piel seca
Puedes prevenir la piel seca siguiendo estos consejos:
- Cubre la piel durante las temporadas adversas, como el invierno.
- Evita utilizar productos de higiene o limpieza secantes.
- Humecta la piel con regularidad.
- No te expongas durante demasiado tiempo al agua, ya sea en la ducha o en la piscina.
- Usa guantes de gomas al momento de lavar.
Si ya sufres las consecuencias de la piel seca, no te preocupes, incorporar los siguientes alimentos en tu dieta te ayudará a encontrar alivio:
Aguacate
En los últimos años el aguacate se consolidó como un mimbro clave de la alimentación saludable, ya que aporta más de 20 nutrientes esenciales, entre ellos, fibra, potasio, y vitamina E y B. También es rico en minerales como el hierro, fósforo y magnesio, además de ácido fólico, niacina y biotina.
Estos nutrientes lo convierten en un excelente aliado de la piel, ya que ayudan a combatir la inflamación, irritación, dolor y enrojecimientos derivados de la xerosis.
Alimentos ricos en agua
Entre los mejores alimentos para la piel seca están aquellos que contienen un alto porcentaje de agua. De esta forma te hidratarás y obtendrás muchos nutrientes esenciales a la vez. Algunos de ellos son:
- Mango: es ideal para aliviar la piel seca ya que una unidad provee alrededor del 80% de los requerimientos diarios de vitamina A, un nutriente que mantiene y repara las células de la piel.
- Pepino: está compuesto en un 90% por agua, por lo que es ideal para hidratar la piel y prevenir la resequedad o descamación. No solo puedes aprovecharlo incluyéndolo en tus ensaladas, también puedes preparar mascarillas procesándolo hasta obtener una pasta.
- Tomate: es rico en un compuesto con propiedades antioxidantes llamado licopeno, que ayuda a fortalecer la piel, promover su elasticidad y retrasar su envejecimiento, previniendo así, afecciones como la xerosis.
- Sandía: ayuda a tener una piel hidratada y radiante, ya que es rica en agua (ocupa el 90% de su composición), vitaminas A y C, y licopeno.
Cítricos
Tal vez el cítrico más conocido sea el limón, pero en este grupo también se encuentra la naranja, mandarina, pomelo, kiwi, papaya o Camu Camu (el fruto con mayor concentración de vitamina C).
El agua es el componente principal de los cítricos, aunque también son una fuente esencial de vitamina C, betacarotenos, ácido fólico, minerales y flavonoides (sustancias con efecto antioxidante).
Esta composición le otorga distintos beneficios para la salud, incluido el cuidado de la piel. Según muestra la evidencia científica, consumir cítricos regularmente permite que la piel se mantenga brillante e hidratada, a la vez que estimula la producción de colágeno.
Frutos secos
Cuando hablamos de frutos secos nos referimos a las almendras, avellanas, cacahuates o maní, castañas, nueces (ya se las comunes, de Pecán o Macadamia, entre otras), pistachos, e incluso semillas, como las de girasol o calabaza.
Estos alimentos comparten un rasgo en común: menos de la mitad de su composición está conformada por agua. Pero ¿cómo pueden ayudarnos a aliviar los síntomas de la resequedad?
La evidencia científica disponible muestra que un consumo regular de estos frutos ayuda a hidratar y suavizar la piel, a la vez que la protege contra toxinas y químicos, gracias a que son ricos en ácidos grasos Omega 3.
Incluso algunas personas suelen aprovechar sus aceites para agregarlos a las cremas humectantes, y así brindar a la piel una dosis extra de nutrientes.
Té verde
El té verde es la hoja seca de la planta Camellia sinensis, de la cual también surgen otras variedades de té, como el Oolong, negro, o blanco, entre otros.
Históricamente, esta infusión se asocia a un gran poder antioxidante, antinflamatorio y rejuvenecedor. Esta combinación de beneficios es perfecta para mantener una buena salud de la piel y prevenir el agrietamiento, enrojecimiento y dolor derivado de la piel seca.
Zanahoria
Las zanahorias son reconocidas por sus importantes propiedades antioxidantes, ya que poseen compuestos llamados flavonoides y una importante concentración de vitaminas A, B y C.
Por ello, su consumo ayuda a cuidar la salud cutánea, ya que estos nutrientes son capaces de reducir la inflamación, promover la producción de colágeno, y estimular la elasticidad y fortaleza de la piel.
La hidratación es fundamental
Los expertos aconsejan beber entre 2 y 2 ½ litros de agua cada día. Esto ayudará a:
- Disminuir las grietas o líneas en la piel.
- Equilibrar la glándula sebácea.
- Fortalecer la piel.
- Mantener la piel hidratada.
- Oxigenar las células.
- Promover la eliminación de toxinas.
Lociones sanadoras
Otra elección muy popular entre la medicina tradicional para hacer frente a las molestias que provoca la piel seca es recurrir al mundo de las hierbas. Entre las más utilizadas están:
- Hoja de nogal o zarzamora: estas aportan fortaleza y elasticidad a la piel, además, las hojas de nogal son ricas en mucílagos, una sustancia con propiedades hidratantes. Puedes preparar una loción mezclando un puñado de sus hojas en agua caliente, dejando enfriar y luego aplicando sobre la zona afectada hasta dos veces por día.
- Ortigas: puedes preparar una loción hirviéndola en agua y dejándola reposar, para luego aplicar hasta dos veces por día en las zonas afectadas. Al poco tiempo notarás como disminuyen las grietas gracias a sus propiedades hidratantes y antinflamatorias.
- Pétalos de rosa: pueden ser muy útiles para aportar protección a la piel, especialmente contra los climas fríos. Haz una infusión con los pétalos de 10 rosas en un litro de agua caliente. Luego deja enfriar y aplica sobre la piel.
Para recordar:
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.
No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.
Fuentes consultadas: Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel.