La piel es una de las zonas más frágiles de nuestro cuerpo, siendo sensible a muchos factores y hábitos, como fumar, mantener una mala alimentación, o estar expuesto a drásticos cambios climáticos. Por fortuna, existe una gran variedad de opciones naturales para mantenerla fuerte y saludable. Aquí te contamos cuáles:
Aunque popularmente se lo identifica como uno de los aderezos más utilizados, el aceite de oliva también puede ser un gran protector cutáneo, brindando nutrición a las zonas resecas. Esto se debe a que contiene pectinas, glicéridos, vitamina E y ácidos grasos Omega 3. Otras opciones que pueden ser de ayuda son los aceites de maíz, almendra, onagra, trigo y lino.
Entre las plantas que mantienen la piel bien hidratada se destaca la ortiga. Puedes preparar una loción hirviéndola en agua y dejándola reposar, para luego aplicar hasta dos veces por día en las zonas afectadas. Al poco tiempo notarás como disminuyen las grietas.
3. Hojas de nogal
El nogal se caracteriza por ser una planta rica en mucílagos, una sustancia vegetal con propiedades hidratantes y protectoras. Una manera de aprovechar estas bondades es mediante un baño de inmersión. Para ello, en 10 litros de agua mezcla 300 gramos de hojas y aplícalas sobre el cuerpo.
4. Hojas de zarzamora
Existe evidencia científica que señala que las hojas de las zarzamoras podrían aportar fortaleza, elasticidad y textura a la piel. Para disfrutar este beneficio, prepara una loción poniendo un puñado de hojas en agua caliente, y cuando enfríe, aplica sobre la piel afectada dos veces al día.
5. Pétalos de rosa
No solo son suaves al tacto, los pétalos de rosa también son útiles para brindarle a la piel protección contra el frío. Puedes aprovecharlos preparando una infusión, con los pétalos de 10 rosas en un litro de agua caliente. Luego deja enfriar y aplica sobre la piel.
6. El poder de las espinacas
Si además de la piel partida también se presenta irritación, los expertos aconsejan aplicar hojas de espinaca. Prepáralas junto con agua sin sal, luego tritúralas y aplícalas en compresas en la zona afectada hasta dos veces al día hasta que desaparezca la molestia.
Otro remedio consiste en mezclar una manzana rallada con una cucharada de miel y unas gotas de jugo de naranja. Las propiedades humectantes y desinflamatorias de la manzana, gracias a que posee una sustancia llamada pectina, ayudarán a revertir la sensación de piel seca y partida, además de favorecer su regeneración.
Diferentes investigaciones coinciden con que fumar complica la oxigenación de los tejidos, lo que deriva en que la piel se reseque y se arrugue con mayor rapidez. Si a esto le añades la presencia de un clima frío, el proceso de daño cutáneo será mucho más acelerado.
9. Bebe agua
La piel, como cualquier otra parte del cuerpo, necesita del agua para mantenerse hidratada y combatir la resequedad. Bébela de forma regular o aplícala bien fría con un atomizador sobre tu rostro antes de maquillarte o por las noches, esto ayudará a estimular la circulación sanguínea.
Además de los remedios mencionados, los especialistas sugieren emplear jabones humectantes y proteger la piel con ropa adecuada, evitando los cambios bruscos de temperatura. Otra opción que puede resultar útil es instalar humidificadores, para que controlen la humedad del ambiente, evitando que la piel se vea afectada.
Fuentes consultadas
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel.