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Momentos “de debilidad” que te hacen engordar
Por ggarcia@holadoctor.net
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La fuerza de voluntad no es infinita
El doctor James Hill, director del Centro de Salud Anschutz Health and Wellness, dependiente de la Universidad de Colorado, explica que la fuerza de voluntad no es infinita. Por eso hay algunos momentos en los que se puede “bajar la guardia” y sucumbir a la comida. ¿Cuáles son?
1. Las vacaciones
Son días donde sólo pensamos en disfrutar y pasarlo bien. Esto puede llevar a hacer lo que no hicimos durante el año: comer todo lo que nos gusta ya que ¡hasta a la dieta hay que darle vacaciones! Darse algún permiso no está mal, pero comer sin control a toda hora … es otra cosa.
Para evitar que la balanza te de una sorpresa desagradable, la dietista Frances Largeman-Roth, de la revista Health, sugiere no reprimir los antojos. Si quieres pedir un rico postre ¡hazlo! Pero compártelo con otro compañero de mesa. Comer porciones más pequeñas de algo que te gusta permite disfrutar sin engordar.
2. Los desengaños amorosos
Al romper con una pareja, muchas veces se busca borrar los recuerdos con un gran balde de helado. Pero clavar una y otra vez la cuchara en la crema para “tragarse” la tristeza y la rabia con cada bocado no es la mejor idea. Porque además de la soledad o la frustración, se te sumará el problema del sobrepeso.
Ahogar las penas en alcohol tampoco es la mejor solución: es nocivo para el organismo y suma muchas calorías. Para disipar esos sentimientos es mejor gastar energía caminando o corriendo. Puedes llevar tu música favorita o ir con un amigo que te escuche mientras queman calorías.
Melanie Greenberg, PhD y psicóloga clínica explica que ante la amenaza de peligro, que puede ser un insecto, un ladrón o una cuenta abultada, el cerebro segrega químicos (adrenalina y cortisol) que preparan el cuerpo para luchar… o huir.
Pasado el peligro, se disipa el efecto de estos químicos y el cuerpo entiende que debe reponer energías después de la lucha. La hormona cortisol, conocida como “del estrés” le pide al organismo que consuma alimentos, preferentemente grasa y glucosa.
Algunas drogas para tratar la depresión, alergias, diabetes, migrañas y ciertos anticonceptivos pueden causar suba de peso. Algunos ¡hasta 10 libras (4,5 kg) en un mes! Según el doctor Louis Aronne, del Programa de Control Comprensivo del Peso, de Nueva York, el 5% de los estadounidenses tienen sobrepeso por causa de la medicación.
Un estudio realizado por la Universidad de Concordia, en Canadá, y coordinado por el especialista en marketing Gad Saad demostró que durante su fase fértil, la mujer se preocupa más por su apariencia, come menos y se arregla más. Pasada esta etapa, tiene cambios hormonales que la vuelven más vulnerables a la comida.
Saad pidió a 59 voluntarias que registraran durante 35 días qué comían, que ropa usaban y qué productos compraban. En la fase fértil les atraía más la ropa y los productos de belleza que la comida. Los días no fértiles, tenían más antojos de alimentos y comidas más calóricas.
Los restaurantes con buffet o con enormes platos son los culpables de que comamos más de lo que realmente queremos. Estudios realizados en la Universidad Cornell demostraron que siempre se tiende a vaciar el plato, independientemente de su capacidad.
Si hay buffet, llena más de la mitad con verduras y deja solo una pequeña porción para algo que te guste mucho o sea rico en calorías. Y si las porciones ya vienen servidas y son gigantes, puedes comer la mitad y llevar el resto a casa, para el día siguiente.
7. Un trabajo aburrido
Una encuesta realizada por la tienda inglesa de indumentaria High and Mighty, especializada en talles grandes, buscó averiguar por qué la gente engorda en sus lugares de trabajo. Hay personas que llegan a subir 14 libras (6 kg) en un año.
Según concluyeron, muchos comen en el trabajo para matar el aburrimiento, otros necesitan “algo dulce” o picotear a cada rato. El 30 % de los hombres y el 17 % de las mujeres admitió no poder resistirse a comer algo rico en la oficina.
Cuando los niños ya no quieren terminar su comida, muchas mamás terminan vaciando ellas mismas el plato, el pote, el vaso que quedó por la mitad. Esto les hace abandonar su plan organizado de comidas. Por eso aunque cueste, ¡deja esas sobras!
9. Los viajes
Ante la posibilidad de pasar un largo rato sin nada que hacer, es común llenar el bolso con papas fritas, galletas, dulces y todo tipo de snacks llenos de calorías. La mayoría de las veces se come sin hambre y solo por aburrimento. Si puedes, elige llevar frutas y cereales.