Café, conoce el lado bueno de beberlo

Aunque un ensayo comprobó que incluso pensar en el café estimularía al cerebro, muchas personas necesitan tomarlo regularmente. En ese caso, las pautas federales alimentarias informan que un consumo saludable de café negro se encuentra entre las 3 y 5 tazas diarias (cada una de 235 ml.). Pero recuerda, a pesar de sus saludables propiedades la cafeína puede ser peligrosa si se consume en exceso.

¿Sientes que el café te estimula? Pues, no es solo una sensación, diferentes investigaciones encontraron su aroma optimiza la concentración. Además, existen estudios que mostraron que el café puede mejorar el estado de ánimo, ayudar al mejor funcionamiento del cerebro y acelerar el desempeño de la memoria.

El café es una fuente excelente de antioxidantes que pueden ralentizar el daño celular. Muchos especialistas aseguran que su consumo se vincula con un menor riesgo de desarrollar demencia, debido a que disminuye la incidencia de enfermedades como Párkinson y Alzheimer.

La enzima gamma-glutamil-transpeptidasa es un biomarcador de la cirrosis, última consecuencia del daño hepático. Diferentes investigaciones encontraron que el consumo de café se asoció con una menor presencia de esta sustancia en la sangre. Además, existen estudios que muestran que los bebedores de alcohol que toman café tienen un menor riesgo de daño en el hígado que aquellos que no lo hacen.

El café se prepara con granos ricos en antioxidantes, sustancias que muchos estudios vincularon con un menor riesgo de cáncer. Sin embargo, este debe ser negro y sin azúcares o cremas agregadas. De lo contrario, las grasas y calorías de más pueden contribuir al aumento de peso.

¡A tomar café (amargo) sin culpa! Su efecto es muy positivo para prevenir la diabetes, según comprobó la ciencia. Un trabajo encontró que las personas que aumentaron la cantidad de café que bebían todos los días en más de una taza durante 4 años, tenían un riesgo 11 % menor de padecer diabetes que aquéllas que sólo bebieron una taza.

La evidencia científica muestra que la cafeína, específicamente la que se encuentra en el café, podría reducir el riesgo de rosácea. Esta es una enfermedad que provoca piel rojiza, acompañada por pequeñas protuberancias llenas de pus. El beneficio se observó en mujeres que bebían 4 tazas de café negro al día.

Si estás tratando de perder peso y escuchaste que el café verde puede ayudarte a eliminar esas libras de más, estás en lo cierto. La ciencia avala ese beneficio de esta infusión que se obtiene a partir de no tostar los granos de café. Incluso algunas celebridades, como Demi Moore y Katy Perry, atribuyen al café verde el hecho de verse espléndidas.

El café nos hace la vida más placentera, y los científicos dicen que también la haría más larga. Tan sólo una taza de café al día puede prolongar la vida de una persona. Esto se conoció tras analizar a medio millón de consumidores. Los profesionales creen que esto sería posible debido a que reduce la incidencia de enfermedades crónicas.

El café promueve la protección y reparación del músculo cardíaco a través de la acción de una proteína llamada p27 mitocondrial, mejorando la función del corazón y protegiendo a las células cardiovasculares del daño oxidativo. El efecto se observó en un consumo de 4 tazas al día.

Una investigación analizó a más de 5 000 personas que sufrían de enfermedad renal crónica, y encontró que un aumento en el consumo diario de cafeína pareció brindarles una mayor esperanza de vida. Por lo tanto, los científicos concluyeron que el café también protege la salud renal.

Recuerda que los beneficios que hemos nombrado se refieren sólo al café sin endulzar, si le pones mucha azúcar o crema podrías anular sus bondades. Incluso si agregas azúcar sin exceder las calorías necesarias puedes cancelar algunas de sus propiedades, debido a que esta es un ingrediente alimenticio negativo.

HealthDay, Penn State University (EE.UU.); Escuela de Graduados de Ciencias Médicas de la Universidad de Kanazawa, en Japón; Facultad de Medicina de la Universidad Heinrich-Heine en Duesseldorf, Alemania; Centro Hospitalario de Lisboa Norte, en Portugal¸ Escuela de Salud Pública de Harvard, en EE.UU.