Todos nos hemos cortado o raspado alguna parte del cuerpo en más de una ocasión, nadie escapa a la posibilidad de hacerse una pequeña pero dolorosa herida. Por eso, te compartimos prácticos consejos y remedios naturales que puedes encontrar en tu cocina, para evitar infecciones y acelerar la recuperación.
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Primero la higiene
La piel funciona como una barrera contra los gérmenes, sin embargo, al lastimarnos estamos expuestos a que las bacterias ingresen y encuentren un ambiente óptimo para instalarse y desarrollarse. Por eso, debes lavar tus manos y la herida con agua y jabón. Esta simple medida ayudará a evitar la infección. Estas son otras opciones para protegerte contra los invasores:
1. Miel
Este dulce producto natural que nos regalan las abejas se puede aplicar sobre la herida con muy buenos resultados. La más usada para curar las lastimaduras es la miel manuka, que se produce en Australia y proviene de la flor del árbol manuka. Es muy valorada por sus propiedades antibacterianas y está aprobada por las autoridades para tratar las heridas.
Se utilizó durante siglos con fines medicinales, es considerado el rey de los antibióticos naturales y sus propiedades antibacterianas serían ideales para proteger las heridas de una infección. Además, ayudaría en la regeneración celular, aunque debes usarlo con cuidado, ya que puede irritar la piel. Puede comerse o aplicarse en compresas directamente sobre la zona afectada.
Al cortarla, la cebolla te hace llorar, pero cuando se trata de heridas puede ser la mejor aliada por sus propiedades desinfectantes y antisépticas. Su contenido en azufrados orgánicos y enzimas también permitiría a calmar el dolor y reduciría el riesgo de infección, lo que posibilita una buena cicatrización. Para aprovecharla, coloca sobre la herida la fina tela que hay entre capa y capa.
La sábila o aloe vera es uno de los remedios naturales más recomendados por la sabiduría popular. Por su poder cicatrizante y de profunda penetración en la piel, es una de las plantas más usadas en la cosmética e ideal para lastimaduras. Muchos expertos aseguran que aplicando su jugo se podría acelerar la recuperación de las heridas.
La caléndula es una planta a la que se le confiere gran valor medicinal, distintas investigaciones mostraron que su aplicación aceleraría la curación de heridas, a la vez que estimularía la epitelización (acción natural de curación dérmica) y ayudaría a producir colágeno. Se puede usar como tintura o ungüento.
Los antiguos griegos usaban el vinagre para cicatrizar heridas y como antibiótico. Su aplicación tópica es uno de los remedios caseros más usados por las abuelas para limpiar las lastimaduras y eliminar las bacterias gracias al poder antiséptico del ácido acético. Recuerda siempre mezclarlo con agua cuando lo apliques tópicamente.
La pimienta de Cayena es mucho más que una especia que añade un toque de picante a tus platillos. Aplicarla en pequeñas heridas que sangran ayudaría a detener la hemorragia y calmaría el dolor gracias a su alto contenido en capsaicina, un compuesto que adormece las terminaciones nerviosas y favorece la coagulación de la sangre. Sin embargo, son necesarios más estudios que corroboren este vínculo.
Esta es una hierba medicinal ampliamente utilizada en Asia, y según informan los profesionales, podría ser útil para sanar las heridas ya que aumenta los niveles de antioxidantes durante el proceso de cicatrización. También podría estimular la producción de colágeno. Solamente debes prepara una infusión y aplicarla sobre la herida.
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9. Aceite esencial de lavanda
Apreciada por su aroma, la lavanda se utiliza en la medicina natural para elaborar numerosos remedios. El aceite que se extrae de sus flores contiene linalol, acetona, esteres, aldehídos y otros compuestos antisépticos que combaten las bacterias. Además, sería excelente para tratar lesiones cutáneas por sus propiedades regeneradoras y poder de cicatrización.
El tomate no sólo es un alimento básico en la cocina, es un bálsamo contra las quemaduras y su rica composición lo transforma en un remedio seguro para la salud de la piel, ya que permitiría cicatrizar las heridas. Este también tiene una alta concentración de agua y sustancias antioxidantes, que contribuyen al rejuvenecimiento celular.
Las heridas serias e infectadas necesitan atención médica de primeros auxilios. Debes buscar ayuda si la herida es profunda, si no puede cerrarse por sí sola, si no puede detener la hemorragia o si no se cura. Presta atención a los siguientes síntomas: si la zona alrededor de la herida está caliente, se enrojece e inflama, o existe la presencia de pus y dolor.
Fuentes consultadas
Administración de Alimentos y Medicamento de EE. UU. (FDA), Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Institutos Nacionales de la Salud, Natural Medicines, PlantList.
