Conocida también como fobia de patrón repitiente, se conoce como tripofobia al miedo o repulsión causado por figuras geométricas, huecos o agujeros muy juntos que se repiten en una figura como en panales de abejas, hongos o algunas semillas.
"Cuando miro esas imágenes, siento la cabeza caliente, y como pesada y me duele el cuello, y me da con un miedo extraño, como vulnerabilidad, como si estuviera alguien detrás de mi, o me fuera a caer, vértigo, algo así", explica el diseñador mexicano Rogelio Corona, quien llegó a las imágenes típicas de la tripofobia a través de la web.
Puntos clave
Si bien no se trata de una fobia propiamente dicha, ni está listada en el Manual de Diagnóstico y Estadísticas de Trastornos Mentales, los doctores ingleses Arnold Wilkins y Geoff Cole, fueron quieren le dieron por primera vez una fundamentación más científica y aseguran que la repulsión se basa en una reacción biológica del cuerpo y no en un miedo cultural aprendido.
¿Qué significa tripofobia?
La palabra tripofobia surge de una combinación del griego trypo (puntazo, perforación o perforar agujeros) y fobia. La tripofobia puede ir de temores moderados como simple asco o repulasión hasta casos más extremos llegando a causar hasta agobio, náuseas y mareos en la persona que lo sufre.
Un gran número de personas que padecen este miedo no sabían de su existencia y de que es un miedo registrado y conocido y compartido por muchos. Lo difícil sobre este tema es que al intentar encontrar una respuesta en Internet, los tripófobos encuentran artículos ¿Te dan asco estas imágenes?, con lo cual la experiencia termina siendo estresante porque la persona que padece esta fobia comienza a sentir sus síntomas.
"Al googlear las imágenes en Internet encontré cosas horribles. Yo soy una persona ansiosa y le tengo fobia a las aves, pero cuando vi esas figuras me dio como cansancio en las piernas y hasta vomité", agrega Rogelio.
Sin embargo, están quienes no crean en este trastorno como algo real. Tal es el caso del psicólogo Antonio Cano, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, quien asegura que no ha visto un solo caso de tripofobia en sus 30 años de experiencia.
Según el terapeuta español, la tripofobia puede encuadrarse más en el mundo de las manías u obsesiones, pero no cree que se trate de un verdadero trastorno de ansiedad (la fobia es un trastorno de ansiedad), ya que para ser rotulado como tal, la persona debe sentir una molestia tan grande (sudor frío, náuseas, etc) al punto de necesitar ayuda profesional.
Un experimento
En un curso introductorio de psicología de la Universidad de Essex en Gran Bretaña, el psicólogo Arnold Wilkins, experto en estrés visual junto a su colega Cole, hicieron un experimento con la clase, y les proyectaron dos imágenes, una de un bosque con mucha madera a la vista y otra de semillas de la flor de loto llenas de agujeros. Luego, les preguntaron a sus alumnos si esas imágenes resultaban perturbadoras.
Estos profesionales aseguran ser los primeros que le han dado un contenido científico y un estudio riguroso al tema de la tripofobia y su investigación se encuentra en el jornal Psychological Science.
"La tripofobia nos toca en muchas áreas diferentes: fobias, presiones ancestrales, reconocimiento de objetos, estrés visual y neurociencia", explican los investigadores quienes creen que la tripofobia tiene una base biológica.
Aproximadamente un 16% de las 286 personas entrevistadas mostraron signos de malestar al ver las imágenes.
Si bien los investigadores, es demasiado pronto para sacar conclusiones, ahora están trabajando en lograr con estas personas un método de desensibilización por el cual las personas que sufren tripofobia gradualmente se exponen a imágenes perturbadoras. "De esta forma, si bien es muy poco probable que el malestar desaparezca totalmente, pueden aprender a manejar sus ansiedades", explicó Wilkins en la publicación.