Remedios caseros para la garganta reseca

Tal vez no lo parezca, pero la garganta es una parte del cuerpo que suele verse muy afectada por ciertos hábitos y circunstancias, como la temperatura o alimentación, o por enfermedades subyacentes.

Esto factores pueden provocar sequedad, que, aunque parece una afección leve e inofensiva, suele ser dolorosa y muy incómoda.

Remedios caseros para la garganta reseca
Las infusiones y soluciones naturales para hacer gárgaras son ideales para aliviar la garganta reseca. | Foto: GETTY IMAGES

Puntos clave

  • La garganta seca puede ser una consecuencia de beber alcohol o café en exceso, fumar, o estar expuesto a ambientes fríos y secos.
  • También puede deberse a dormir con la boca abierta, o a enfermedades subyacentes, como amigdalitis, reflujo, gripes o resfriados.
  • Para aliviarla se debe combatir al factor que la desencadenó. Un médico puede realizar un diagnóstico y determinar el mejor tratamiento o medicamento para ello.
  • Además, se puede recurrir a remedios caseros, como infusiones de eucalipto, o miel y limón, o hacer gárgaras de sal, regaliz o cebolla.

Según los profesionales de la salud, la sequedad de garganta causa:

  • Cambios en el sentido del gusto.
  • Mal aliento. 
  • Problemas para masticar, tragar e incluso hablar. 
  • Ronquera.

Aquí repasamos que factores debes tener en cuenta para prevenir su aparición y qué remedios pueden ayudarte a aliviar la sequedad de garganta.

Hábitos o circunstancias

La sequedad de la garganta puede ocurrir por ciertos hábitos o circunstancias:

Deshidratación

Mantenernos hidratados es fundamental para que el organismo cumpla sus funciones de manera óptima. Para lograrlo, los profesionales recomiendan beber de un litro y medio a dos litros de agua al día.

Cuando existe deshidratación se puede padecer garganta seca, además de otros síntomas como:

  • Cansancio.
  • Mareos.
  • Menor cantidad de orina u orina oscura.
  • Piel reseca. 
  • Sed.

Dormir con la boca abierta

Cuando se duerme con la boca abierta el aire seca la saliva que se produce para mantener la boca y la garganta humectadas, provocando sequedad.

Esta afección puede ocurrir por la necesidad de respirar por la boca en lugar de la nariz, como consecuencia de algún problema médico, como tabique nasal torcido o deforme, pólipos nasales, o congestión nasal por resfriados o alergias.

Exceso de alcohol o tabaco

El alcohol actúa como diurético, es decir, te hace perder más líquido del que consumes. Cuando lo bebes, el cuerpo utiliza sus reservas de agua para procesar y eliminarlo, lo que puede provocar deshidratación, y, entre otras cosas, sequedad en la garganta.

El tabaco, especialmente los cigarrillos (ya que poseen muchos químicos y aditivos), también es un gran responsable de la sequedad e irritación de la garganta.

Exposición a climas fríos y secos

Esta categoría hace referencia especialmente al uso de aires acondicionados, pues estos dispositivos son responsables de generar tres condiciones fundamentales para la sequedad de la garganta:

  • Clima frío.
  • Cambio abrupto de la temperatura.
  • Sequedad en el ambiente (ya que retienen gran parte de la humedad del aire que ingresa).

Afecciones o enfermedades subyacentes

La sequedad en la garganta puede ser consecuencia de enfermedades o afecciones subyacentes:

Amigdalitis

La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, masas de tejido situadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta. Normalmente ocurre por una infección viral, aunque también puede ser bacteriana.

Entre otros síntomas, esta afección provoca:

  • Sequedad de la garganta con carraspera.
  • Amígdalas enrojecidas, manchadas o inflamadas.
  • Dolor de cabeza.
  • Fiebre.
  • Mal aliento.
  • Rigidez en el cuello.
  • Ronquera.

Gripe o resfrío

La sequedad en la garganta acompañada por irritación o carraspera también puede ser consecuencia de la gripe o resfriado.

Al igual que ocurre con las personas que duermen con la boca abierta, la gripe o el resfriado provocan congestión nasal que obliga a respirar por la boca y aumenta el contacto del aire con la boca y garganta, reduciendo la presencia de saliva.

Estas afecciones también pueden provocar tos seca, dolor de garganta, problemas para tragar y fatiga.

Reflujo

El reflujo es una sensación de ardor, popularmente llamada acidez, que provoca que los ácidos regresen del estómago hacia el esófago.

Ese ácido en el esófago causa ardor, y sequedad en la garganta, además de otros síntomas como:

  • Eructos.
  • Problemas para tragar.
  • Ronquera.
  • Tos seca.

Cómo aliviar la garganta seca

La mejor forma de combatir la sequedad en la garganta es ocupándose de aquello que la causa. Para eso, lo mejor es consultar a un médico, que realizará un diagnóstico y determinará el mejor tratamiento.

Generalmente, suelen recetar espray, geles, humectantes, o pastillas, con el objetivo de estimular la producción de saliva.

También puedes probar los siguientes remedios caseros como complemento de las recomendaciones médicas (nunca como sustitutos):

Hidrátate

Cómo señalamos, para evitar la sequedad en la garganta es muy importante mantenerse hidratado. Puedes optar por agua mineral o por jugos de frutas, y así obtener nutrientes extras.

Recuerda evitar los refrescos o bebidas carbonatadas, ya que no solo son dañinas, sino que poseen cafeína que favorece la sequedad, o las bebidas alcohólicas. También es importante que las bebidas no estén demasiado frías.

Gárgaras

Un remedios casero antiguo y muy popular para alcanzar y aliviar la sequedad de la garganta consiste en elaborar diferentes preparaciones para hacer gárgaras:

  • Para aliviar el dolor y combatir bacterias dañinas causadas por la sequedad de la garganta, puedes preparar una solución de agua con sal. Solo recuerda que el agua este tibia para poder disolver la sal. Luego haz gárgaras durante 20 segundos la cantidad de veces que sea necesario. Recuerda: es muy importante que no tragues esta solución.
  • Hierve una cebolla para que libere un compuestos antiinflamatorio llamado quercetina. Luego cuela, déjala enfriar y haz gárgaras durante 20 segundos.
  • Lava muy bien una raíz de regaliz y troza finas rodajas hasta completar una cucharada. Infusiona en 250 ml. de agua, cuela, deja reposar y luego haz gárgaras durante 20 segundos. El regaliz posee propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas.

Inhalar o beber infusiones de eucalipto

El eucalipto es ampliamente reconocido en la medicina tradicional por sus propiedades descongestionantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Los investigadores señalan que estas se deben a compuestos como eucaliptol, mentol, timol, o salicilato de metilo.

Puedes aprovechar el eucalipto para tratar la sequedad o dolor de garganta preparándolo en infusiones, hirviendo una cucharada de eucalipto por taza de agua, o preparando soluciones para hacer gárgaras.

También puedes realizar inhalaciones, ya que el vapor de eucalipto es ideal para limpiar las vías respiratorias, evitando la respiración por la boca.

Miel con limón

Tanto la miel como el limón poseen propiedades antimicrobianas y antinflamatorias. Se cree que su combinación es uno de los remedios más antiguos que existen, especialmente para aliviar el dolor y sequedad de la garganta.

Para preparar este remedio solo necesitas exprimir el jugo de un limón pequeño o medio limón grande, mezclarlo con una cucharada de miel, calentarlo un poco, dejarlo reposar y consumir.

Otra opción es preparar una infusión de limón y sumar una cucharita de miel para agregar sabor.

Para recordar:

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.

No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.

Fuentes consultadas: Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.

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