Estar hidratado es esencial para que el organismo cumpla sus funciones de manera óptima. Para lograrlo, seguramente tienes una opción favorita, pero ¿sabes qué bondades puede ofrecerte el agua mineral? Aquí te contamos sus principales beneficios y como aprovecharla:
El agua mineral natural procede de manantiales subterráneos que están protegidos de cualquier tipo de contaminación. Surge como resultado de un proceso que comienza cuando el agua de lluvia o nieve se filtra entre las rocas de las montañas, adquiriendo los minerales y sustancias que le aportan su singularidad y carácter único. Ocupa el segundo lugar, después del oxígeno, como elemento esencial para la vida.
Según la cantidad de minerales que contienen, las aguas minerales se consideran de mineralización muy débil (hasta 50 mg/l de minerales), débil (hasta 500mg/l), o fuerte (hasta 1500mg/L). Dependiendo del tipo de sales minerales, pueden ser bicarbonatadas, sulfatadas, cloruradas, cálcicas, ferruginosa, aciduladas (conteniendo CO2), sódicas, magnésicas o fluoradas. Estas son sus bondades:
Los expertos en salud recomiendan beber de un litro y medio a 2 litros de agua al día para mantener el cuerpo hidratado y conservar un nivel necesario para que los nutrientes se transporten a los órganos y tejidos. Al beber agua mineral además se satisface la necesidad de minerales esenciales (sodio, calcio, magnesio, hierro, zinc, entre otros) para tener una correcta hidratación.
Favorece la digestión
El agua juega una función crucial en la digestión de los alimentos, y el agua mineral, concretamente la del tipo bicarbonatada, además ayuda a neutralizar la acidez derivada de la producción del ácido hidroclorhídrico del estómago. También favorece los movimientos del intestino, con lo cual ayuda a evitar el estreñimiento y el reflujo.
Amiga del corazón
Distintos estudios mostraron que el agua es una gran aliada del corazón. Por ejemplo, una investigación halló que beber medio litro de agua mineral bicarbonatada sódica durante las comidas reduce entre 6 y 15% los factores de riesgo cardiovascular. Esto es gracias a la composición del agua y su alto contenido en sales minerales, que contribuye a reducir la formación de placa.
Fortalece los huesos
El agua mineral contiene cantidades significativas de minerales, entre ellos el calcio, esenciales para la formación de huesos sanos, y a su vez ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades óseas como la osteoporosis. Además, es muy recomendable para quienes tienen intolerancia a la lactosa y para evitar los efectos secundarios que suelen conllevar los suplementos de calcio.
Contra la hipertensión
Aunque el agua mineral contiene sodio, un mineral asociado con un mayor riesgo de hipertensión, se encontró que beberla disminuye las concentraciones de aldosterona, una hormona que interviene en la regulación de la presión arterial. Esta, aumenta la reabsorción de sodio, agua y la liberación de potasio en los riñones, acción que eleva la presión sanguínea.
Debido a que no contiene calorías y es libre de lípidos, el agua mineral favorece la pérdida de grasa y la activación del metabolismo. Algunos expertos advierten que eliminar las calorías que pueden aportar ciertas bebidas, como refrescos o jugos, puede conducir a una mayor pérdida de peso. El agua mineral es una excelente opción para mantener el cuerpo hidratado y saludable.
Después del ejercicio
Luego de la actividad física es importante consumir bebidas que ayuden a hidratarnos apropiadamente, así como para recuperar y mantener los electrólitos o sales minerales que perdemos al sudar. Los especialistas explican que el agua mineral es una rica fuente de electrolitos (como sodio, potasio, magnesio y zinc) que evitan la deshidratación.
Es rica en magnesio
El agua mineral es una valiosa fuente de magnesio, un mineral indispensable para la nutrición humana y compuesto clave en mucha funciones biológicas. A saber, mantener el funcionamiento de músculos y nervios, brindar soporte al sistema inmunitario, regular los niveles de glucosa en sangre y la producción de energía.
Una piel hermosa
Su rico contenido de minerales tiene grandes beneficios para la piel ya que te ayudará mantener un tono uniforme, evitar que se vea reseca y hasta combatir problemas de flacidez. Si la aplicas en las noches te ayudará a limpiar imperfecciones como brillos, poros dilatados, y granos, así como a equilibrar la glándula sebácea y oxigenar las células.
Elimina las arrugas
La piel, como cualquier otra parte del cuerpo, necesita del agua para mantenerse hidratada y combatir la aparición de arrugas. Bébela de forma regular o aplícala bien fría con un atomizador sobre tu rostro antes de maquillarse y por las noches. Expertos en belleza aseguran que si se usa fría ayuda a estimular la circulación sanguínea, además de que los minerales que contiene nutren la piel.
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa, Instituto Nacional del Agua.