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Su metabolismo cambia a medida que envejece, pero no cuando usted cree

VIERNES, 13 de agosto de 2021 (HealthDay News) -- Todo el mundo sabe que el metabolismo alcanza su pico en la adolescencia, cuando el individuo está en forma y activo y se siente exuberante.

Y todo el mundo sabe que el metabolismo de una persona se ralentiza en la mediana edad, cuando los cuerpos comienzan a ensancharse y a perder firmeza, y se tiene menos energía.

Su metabolismo cambia a medida que envejece, pero no cuando usted cree

Pero ahora parece que todo esto es falso, una información falsa sobre la forma en que los humanos envejecen que nos ha convencido con los años.

En realidad, parece que el metabolismo alcanza su pico cuando se tiene 1 año de edad, según un importante nuevo estudio que cambia por completo lo que se sabe sobre el gasto de energía a lo largo de la vida de una persona.

Entonces, tiene un declive gradual a lo largo de la niñez y la adolescencia, hasta que alcanza un nivel sorprendentemente constante que las personas mantienen durante toda la adultez hasta llegar a la vejez, informaron los investigadores en la edición del 13 de agosto de la revista Science.

"El gasto de energía es realmente estable a lo largo de la adultez, de los 20 a los 60 años", comentó el investigador principal, Herman Pontzer, profesor asociado de antropología educativa de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte. "Con frecuencia, las personas desean culpar a la obesidad por las tasas metabólicas, y afirman que tienen un metabolismo lento. Esto dice que no, en realidad, al menos a nivel de la población, desde una amplia perspectiva, el metabolismo es realmente estable durante toda la adultez".

Los hitos usuales que se asignan al desarrollo de una persona (pubertad, mediana edad, menopausia) no concuerdan con la forma en que el metabolismo humano básico en realidad funciona, señaló Rozalyn Anderson, profesora de geriatría de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin, en Madison.

"Es sorprendente", aseguró Anderson. "Todo el mundo habría previsto ver algún cambio cerca de la mediana edad, entre los 35 y los 45. Todos sabemos que en ese periodo las personas de mediana edad engordan, que todo se vuelve un poco más lento. Pero, según esto, parece que podría más bien deberse al estilo de vida. Ciertamente no es un cambio metabólico innato".

En este estudio, Pontzer y un equipo internacional de científicos analizaron el promedio de calorías que quemaban unas 6,600 personas en sus vidas diarias, en 29 países de todo el mundo. Las personas tenían entre 8 días y 95 años de edad.

La mayoría de los estudios sobre el metabolismo miden cuánta energía el cuerpo utiliza para realizar las funciones básicas, como respirar, digerir la comida y bombear sangre, pero esto apenas explica de un 50 a un 70 por ciento de las calorías que los humanos queman al día, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo.

No toman en cuenta la energía que las personas gastan para moverse: limpiar la casa, pasear al perro, hacer ejercicio, incluso en movimientos nerviosos.

Estos estudios tampoco toman en cuenta la energía añadida que los humanos queman simplemente por ser más grandes en la adultez que en la niñez, apuntó Pontzer.

"A medida que el tamaño de las personas aumenta, queman más energía", aclaró. "Por supuesto que es así, porque si uno tiene más células, es más grande, y entonces se necesitan más calorías".

Para tomar todo esto en cuenta, los investigadores utilizaron el método de "agua con doble etiqueta" para rastrear el gasto de energía, lo que se ha considerado como el estándar de excelencia de los estudios metabólicos desde la década de los 1980.

Las personas beben agua en que los átomos de hidrógeno y oxígeno de las moléculas de agua se han reemplazado con unas formas "pesadas" que ocurren naturalmente. Las pruebas de origina muestran la rapidez con la que se eliminan, lo que provee un estimado preciso del gasto energético diario en la vida diaria normal.

Reunir los datos metabólicos de múltiples laboratorios en un solo conjunto de datos dio a los investigadores la oportunidad de observar de observar con una mayor amplitud cómo cambia la forma en que las personas queman calorías a medida que envejecen.

Resulta que los recién nacidos llegan al mundo con un metabolismo similar al de un adulto, anotó Pontzer.

"Cuando los bebés nacen, sus cuerpos son igual de activos que lo que se prevería si fueran adultos minúsculos", aseguró.

Poco después del nacimiento, el metabolismo comienza a aumentar mucho su actividad a medida que el bebé comienza a crecer, y la tasa que tienen al nacer se ha triplicado cuando cumplen 1 año. "Las células se activan y el gasto de energía se dispara a alrededor de un 50 por ciento más de lo que se prevería por el tamaño corporal, cuando se tiene 1 año", apuntó Pontzer.

Esto tiene sentido, dado lo que hemos aprendido sobre el desarrollo infantil, añadió.

"No se trata solo de que el tamaño crezca. El cerebro está haciendo nuevas conexiones entre las células cerebrales, para ayudar en el aprendizaje. El sistema inmunitario está madurando", apuntó Pontzer. "No solo se añaden células nuevas, sino que estas células están activas de una forma distinta que en los adultos".

Tras el aumento energético inicial de la infancia, el metabolismo se ralentiza alrededor de un 3 por ciento cada año hasta que se llega a la veintena, momento en que se nivela en una nueva normalidad que se mantiene a lo largo de la adultez.

Incluso durante el crecimiento acelerado de la adolescencia, los investigadores no observaron ningún aumento en las necesidades calóricas diarias de los adolescentes después de tomar en cuenta el tamaño del cuerpo.

Y entonces, a los 60 años, el metabolismo comienza a declinar a medida que los órganos y las células cada vez son menos activos, apuntó Pontzer. La ralentización es gradual, de apenas alrededor de un 0.7 por ciento al año, pero se acumula.

"El gasto energético es un 25 por ciento más bajo de lo que se prevería para el tamaño corporal cuando la persona tiene 90 y tantos años", dijo Pontzer.

Anderson dijo que la sorprendió en particular que no hubiera diferencia entre los hombres y las mujeres, "ya que mostraron un patrón bastante igual a las distintas edades".

Incluso durante el embarazo, las necesidades calóricas de una mujer no aumentaron tras tomar en cuenta el aumento de peso mientras el feto crece en su interior, mostraron los hallazgos.

Estos hallazgos podrían al final transformar los campos de la pediatría y la geriatría, apuntó Anderson. Por ejemplo, los estudios futuros deben tomar en cuenta los distintos ritmos a los que los cuerpos de los niños metabolizan la comida y los fármacos.

"Pienso que todos hemos sabido durante un tiempo que los niños no son solo pequeños adultos, pero esto muestra algo de verdad distinto", señaló. "Creo que será importante en términos de las directrices pediátricas y las recomendaciones dietéticas y, en particular, los tratamientos farmacológicos para los niños y los adolescentes, porque su ajuste metabólico es tan distinto. Simplemente son entidades muy distintas".

Estos resultados también muestran que las personas tienen un rol más fuerte al conformar el tamaño de su cuerpo en la adultez, apuntaron Pontzer y Anderson. Cuidar lo que come y hacer ejercicio de forma regular puede tener un gran impacto en el peso, sobre todo cuando se llega a la mediana edad y los hábitos cambian.

"Todo el mundo pensaba que el motivo de que esas cosas sucedieran era que el metabolismo cambia", señaló Anderson. "Pero creo que debemos observar un poco más de cerca y ver si se trata de los patrones de conducta que cambian en la mediana edad, y no el metabolismo intrínseco".

Más información

La Clínica Mayo ofrece más información sobre el metabolismo.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Herman Pontzer, PhD, associate professor, evolutionary anthropology, Duke University, Durham, N.C.; Rozalyn Anderson, PhD, professor, geriatrics, University of Wisconsin-Madison School of Medicine and Public Health; Science, Aug. 12, 2021

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