Nuevas pistas sobre por qué algunas personas suprimen el VIH sin fármacos

VIERNES, 19 de mayo de 2023 (HealthDay News) -- Algunos pacientes con VIH son naturalmente capaces de mantener el virus del todo bajo control sin ninguna ayuda medicinal, un fenómeno que ha intrigado a los científicos durante décadas.

Una investigación reciente parece identificar al menos un motivo: una versión anómalamente potente de un glóbulo blanco que lucha contra las infecciones, llamado célula T CD8+.

Nuevas pistas sobre por qué algunas personas suprimen el VIH sin fármacos

Las células T CD8+ son un tipo de célula T, una característica normal del sistema inmunitario de todas las personas. En general, las células T se acumulan en los ganglios linfáticos de un paciente infectado con el VIH.

Pero entre los "controladores espontáneos", los que tienen la rara capacidad de acorralar al VIH de forma automática y evitar que provoque enfermedad, los investigadores encontraron que las células T CD8+ parecen ser significativamente más adeptos en identificar y frenar el VIH.

"Alrededor de una de cada 300 personas son capaces de controlar el VIH sin la necesidad de medicamentos", anotó el autor del estudio, el Dr. Bruce Walker, director del Instituto Ragon de MGH, MIT y la Universidad de Harvard, un instituto de investigación sobre el sistema inmunitario de Cambridge, Massachusetts.

Parece que "lo que logra este control es la respuesta de las células T CD8+", explicó Walker, que también es investigador del Instituto Médico Howard Hughes y profesor de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.

Para obtener información, el equipo del estudio analizó las muestras de sangre y las células T de siete pacientes sanos que no estaban infectados con el VIH, de 19 controladores espontáneos, y de 17 pacientes típicos con VIH cuyas cargas virales se controlaban mediante terapia antirretroviral (TAR).

La TAR ha cambiado de forma dramática el panorama del VIH, al suprimir la actividad viral y permitir a los pacientes la oportunidad de tener una esperanza de vida casi normal. Pero no carece de efectos secundarios.

El análisis, apuntó Walker, reveló que entre los controladores espontáneos, las células T CD8+ "son abundantes y tienen una alta funcionalidad".

Entre los pacientes con VIH que toman TAR, "son menos numerosas y menos funcionales", aclaró.

Añadió que la conclusión es que, en los controladores espontáneos, estas células T potenciadas "mantienen al VIH a raya, y evitan que haga daño".

En un futuro, Walker planteó que los científicos deben aprovechar de alguna forma el poder contra el VIH que ejercen estas células T para "inducir el tipo de inmunidad que vemos en los controladores espontáneos en las personas que tienen una enfermedad progresiva".

Pero esta meta es evasiva, advirtió el Dr. Michael Horberg, director de VIH/SIDA Y ETS del Instituto Kaiser Permanente y de Administración de la Atención, en Rockville, Maryland.

"En mis casi 35 años de atención clínica del VIH, solo he visto unos pocos pacientes que cumplen con los criterios", lo que significa que son VIH positivos pero con un estatus viral "coherente con el de un individuo sin exposición al VIH", anotó.

"Y al principio siempre es un poco inverosímil", dijo Horberg, que no participó en el equipo de la investigación de Walker. "Cuando un médico con experiencia en el VIH determina que uno de sus pacientes califica como tal, con frecuencia buscamos programas de investigación que intentan acumular una cohorte de este tipo de pacientes para realizar más estudios".

La meta siempre ha sido aprender más sobre la inmunidad contra el VIH, y potencialmente usar esta información para desarrollar terapias para prevenir o controlar el virus. "Pero como muestran la atención clínica y las estadísticas poblacionales, sigue siendo una meta evasiva", apuntó Horberg.

Aun así, es un "campo de investigación de una inmensa importancia", enfatizó Modupe Coker, profesora asistente del departamento de biología oral y profesora asistente adjunta de la facultad de salud pública de la Universidad Estatal de Rutgers, en Nueva Jersey.

La investigación de Coker se ha enfocado en la relación entre el VIH y la salud oral. "Este estudio, entre otros, sin duda sugiere que deberíamos estudiar más este tema, y ampliar sus aplicaciones a otras enfermedades/pandemias existentes y en ciernes", añadió.

El informe se publicó en la edición del 19 de mayo de la revista Science Immunology.

Más información

Para más información sobre el VIH, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Bruce D. Walker, MD, director, Ragon Institute of Mass General, MIT and Harvard, Cambridge, Mass., and investigator, Howard Hughes Medical Institute, and professor of medicine, Harvard Medical School; Michael Horberg, MD, MAS, director, HIV/AIDS and STD, Kaiser Permanente and Care Management Institute, Rockville, Md.; Modupe O. Coker, BDS, MPH, PhD, assistant professor, department of oral biology, and adjunct assistant professor, school of public health, department of epidemiology and biostatistics, Rutgers State University of New Jersey; Science Immunology, May 19, 2023

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