El virus de COVID-19 sigue cambiando, y una versión reciente está ganando terreno en las estadísticas. Aunque apareció en septiembre, la variante conocida como JN.1, descendiente de ómicron, se está propagando rápidamente, representando entre el 39% y la mitad de los casos, según estadísticas previas a las vacaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Los datos de laboratorio indican que las vacunas actualizadas, las pruebas rápidas existentes y los tratamientos médicos para COVID-19, son efectivos contra esta última variante.
Otra buena noticia es que "no parece representar riesgos adicionales para la salud pública más allá de los de otras variantes recientes", según los CDC.
Aun así, las nuevas hospitalizaciones por COVID-19, que alcanzaron las 34,798 la semana que terminó el 30 de diciembre, están aumentando, aunque las tasas aún son sustancialmente más bajas que las de diciembre pasado.
Sin embargo, es temprano en la temporada. Los niveles del virus en aguas residuales, un indicador de cómo se están propagando las infecciones, son "muy altos", superando los niveles vistos en esta época el año pasado.
Y no hay que olvidar que hay otros virus desagradables circulando. Más de 20,000 personas fueron hospitalizadas por influenza la semana que terminó el 30 de diciembre, y los CDC informan que el VRS sigue siendo elevado en muchas áreas.
"Hasta ahora, los números definitivamente van en una dirección no muy buena", dijo Ziyad Al-Aly, jefe del servicio de investigación y desarrollo en el Sistema de Atención Médica de Veteranos de St. Louis y epidemiólogo clínico en la Universidad de Washington en St. Louis.
"Es probable que veamos un gran aumento en enero ahora que todos han vuelto a casa después de las vacaciones". dijo.
En comparación con el primer invierno de la pandemia, ahora las cosas están mejor. Muchas menos personas están muriendo o enfermándose gravemente, ya que las vacunas y las infecciones previas brindan cierta inmunidad y reducen la gravedad de la enfermedad.
Incluso en comparación con el invierno pasado, cuando ómicron estaba en aumento, la situación es mejor. Por ejemplo, las nuevas hospitalizaciones son cerca de un tercio de lo que eran alrededor de las vacaciones de 2022. Las muertes semanales disminuyeron ligeramente la última semana de diciembre a 839 y también están muy por debajo de los niveles de hace un año.
"La proporción de enfermedad leve a grave claramente ha cambiado", dijo William Schaffner, profesor de medicina en la división de enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee.
Aun así, la definición de "leve" es amplia, haciendo referencia a cualquier cosa que no sea lo suficientemente grave como para requerir hospitalización. Mientras que algunos pacientes pueden tener no más que un resfriado, otros que experimentan COVID-19 "leve" pueden sentirse "miserables durante tres a cinco días", dijo Schaffner.
¿Cómo afectará esto la vida cotidiana? "¿Me voy a enfermar mucho? ¿Tengo que volver a usar mascarilla?". Es importante saber lo básico.
En primer lugar, es probable que los síntomas de las variantes actuales de COVID-19 te resulten familiares, como secreción nasal, dolor de garganta, tos, fatiga, fiebre y dolores musculares. Así que si te sientes mal, quédate en casa, dijo Marcus Plescia, director médico de la Asociación de Funcionarios de Salud Estatales y Territoriales. "Puede marcar una gran diferencia".
Desempolva esos kits de pruebas caseras de COVID-19 en casa, verifica las fechas de caducidad extendidas en el sitio de la FDA y desecha aquellos que hayan expirado.
Los tests se pueden comprar en la mayoría de las farmacias y, si aún no has pedido el tuyo, todavía hay kits de prueba gratuitos disponibles a través de un programa federal en covid.gov.
Realiza más de una prueba, especialmente si tus síntomas son leves. Los tests rápidos en casa pueden no detectar la infección por COVID-19 en los primeros días, según la FDA, que recomienda usar "múltiples pruebas durante un cierto período de tiempo, como dos o tres días".
Con los tres virus, aquellos más en riesgo incluyen a los pequeños, los adultos mayores, las embarazadas y aquellos con sistemas inmunes comprometidos o enfermedades subyacentes, como cáncer o problemas cardíacos. Pero incluso aquellos sin factores de alto riesgo también pueden verse afectados negativamente.
Aunque el uso de máscaras ha disminuido en la mayoría de los lugares, es posible que comiences a ver a más personas usándolas en espacios públicos, como tiendas, transporte público o lugares de entretenimiento.
Aunque es poco probable que haya un mandato federal de mascarillas, funcionarios de salud y hospitales en al menos cuatro estados: California, Illinois, Massachusetts y Nueva York, han vuelto a pedir a su personal y pacientes que las usen. Estos requisitos se implementan a través de directivas a nivel de condados.
Los datos de los CDC indican que, a nivel nacional, aproximadamente el 46.7% de los condados están experimentando tasas moderadas a altas de internaciones por COVID-19.
"No vamos a ver mandatos generalizados de máscaras, ya que nuestra población no lo encontrará aceptable", señaló Schaffner. "Dicho esto, a nivel individual, el uso de mascarillas es algo muy inteligente y razonable como una capa adicional de protección".
Las N95, KN95 y KF94 son las que más protegen. Las de tela y papel no son tan efectivas.
Y, finalmente, si aún no te has vacunado contra COVID-19 con una dosis actualizada o recibido una vacuna contra la gripe, no es tarde. También hay nuevas vacunas y anticuerpos monoclonales para proteger contra el VRS recomendados para ciertas poblaciones, que incluyen adultos mayores, embarazadas y niños pequeños.
En general, la gripe alcanza su pico a mediados del invierno y se extiende hasta la primavera. COVID-19, aunque no es técnicamente estacional, tiene tasas más altas en invierno, ya que las personas se agrupan en interiores.
"Si no has recibido las vacunas", dijo Schaffner, "póntelas sin demora".
¿No lo vamos a contraer todos? ¿Qué pasa con las reinfecciones?
Las personas que han evitado por completo COVID-19 son la minoría.
Al mismo tiempo, las reinfecciones son comunes. El quince por ciento de los encuestados en una reciente encuesta de Yahoo News/YouGov dijo que habían tenido covid dos o tres veces.
Una encuesta canadiense publicada en diciembre encontró que 1 de cada 5 residentes dijo que había contraído COVID-19 más de una vez hasta junio pasado.
Además del inconveniente de estar enfermo y perder días de trabajo o escuela, continúa el debate sobre si las reinfecciones representan riesgos más pequeños o mayores para efectos de salud graves. No hay respuestas definitivas, aunque expertos siguen estudiando el tema.
Dos investigaciones sugieren que las reinfecciones pueden aumentar las posibilidades de que una persona desarrolle una enfermedad grave o incluso COVID-19 prolongado, que se define de diversas maneras pero generalmente significa tener uno o más efectos que persisten durante un mes o más después de la infección.
El porcentaje preciso de casos, y los factores subyacentes, de COVID-19 prolongado y por qué las personas lo desarrollan son algunas de las muchas preguntas sin respuesta sobre la afección. Sin embargo, hay un creciente consenso entre los investigadores de que la vacunación protege.
Aun así, Al-Aly, del VA, dijo que un estudio del que fue coautor y que se publicó en noviembre de 2022 encontró que tener COVID-19 más de una vez aumenta "un riesgo adicional de problemas en la fase aguda, ya sea hospitalización o incluso la muerte", y hace que una persona tenga el doble de probabilidades de experimentar síntomas de covid prolongado.
La encuesta canadiense también encontró un mayor riesgo de covid prolongado entre aquellos que reportaron dos o más infecciones. Ambos estudios tienen sus limitaciones: la mayoría de las 6 millones de personas en la base de datos del VA eran hombres y mayores, y los datos estudiados provenían de los dos primeros años de la pandemia, por lo que algunos reflejaban enfermedades anteriores a la disponibilidad de vacunas.
El sondeo canadiense, aunque más reciente, se basó en la auto información de infecciones y condiciones, que pueden no ser precisas.
Aun así, Al-Aly y otros expertos dicen que tomar medidas preventivas, como vacunarse y usar máscara en situaciones de mayor riesgo, puede ser una apuesta segura.
"Incluso si en una infección anterior te salvaste de covid prolongado", dijo Al-Aly, "no significa que ocurra lo mismo cada vez".