Si eres un fanático de las dietas ricas en granos integrales y fibra tenemos buenas noticias para darte. Recientemente un grupo de investigadores reforzó esta idea al analizar más de 330,000 casos clínicos y encontrar que consumir estos alimentos podría reducir el riesgo de cáncer de hígado.
Un grano entero es una semilla que podemos dividir en tres partes referenciales:
- El salvado o capa exterior
- El endospermo o capa media
- El germen o núcleo de la semilla.
Los granos integrales se caracterizan por no estar refinados, esto quiere decir que no se eliminó su salvado y germen mediante la molienda.
En otras palabras, la mayoría de sus nutrientes permanecen intactos, por lo que son ricos en selenio, magnesio, potasio y fibra. Podemos encontrar diferentes alimentos a base de estos granos, que incluye harinas, panes, arroz o pastas.
Su consumo se relaciona con ciertos beneficios, a saber: mantener el peso, prevenir la diabetes tipo 2, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de uno de los tipos más comunes de cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular). Esto se debe a que reduciría la resistencia de la insulina y aumentaría sus niveles en sangre.
Debido a que este último vínculo nunca fue del todo claro, un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard decidió investigar si existía una asociación entre comer más granos y fibra y un menor riesgo de cáncer de hígado.
Este tipo de cáncer se produce cuando se desarrollan tumores sobre el hígado. Aunque las causas que lo originan no son claras, se cree que beber alcohol en exceso, sufrir hepatitis o diabetes, serían factores de riesgo.
La Sociedad Americana del Cáncer (ACS), estima que se diagnosticarán aproximadamente 42,030 casos nuevos (29,480 en hombres y 12,550 en mujeres) y alrededor de 31,780 personas (21,600 hombres y 10,180 mujeres) morirán a causa de esta enfermedad.
Las opciones de tratamiento para el cáncer de hígado incluyen cirugía y trasplante.
Una alimentación para el hígado
El estudio, qué presentó sus hallazgos a principios de abril en la reunión anual de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR), consistió en un análisis de datos de dos grandes estudios a largo plazo: El Estudio de enfermeras, que siguió a aproximadamente 280,000 participantes desde 1976 y el Estudio de seguimiento de profesionales de la salud que siguió a más de 51,000 participantes desde 1986.
Luego de analizar y comprar los hábitos alimenticios de los voluntarios, los especialistas encontraron los siguientes resultados:
- 141 participantes fueron diagnosticados con carcinoma hepatocelular.
- Ciertas partes de un grano (el salvado y germen) se asociaron a un menor riesgo de cáncer.
- Consumir cantidades más altas de salvado, se asoció específicamente con un menor riesgo de carcinoma hepatocelular.
- Consumir más fibra de cereal se asoció con un menor riesgo de cáncer. Los especialistas no encontraron esta asociación con comer más frutas o verduras, que también tuvieran fibra.
El Dr. Xuehong Zhang, director del estudio, dijo "Observamos que una mayor ingesta de granos integrales se asoció con un menor riesgo de carcinoma hepatocelular, en comparación con un menor consumo de ellos".
Sin embargo, el experto reconoció que el trabajo tuvo ciertas limitaciones, como que los investigadores no tenían información sobre la infección de hepatitis para algunas personas o que al recopilarse los datos mediante encuestas podría existir un mayor margen de error.
Finalmente, el experto señaló que el 95% de la población estudiada era blanca, por lo tanto, si se pretende aplicar estos resultados a otros grupos con diferentes herencias raciales será necesaria una mayor investigación.
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