Casi 4 de cada 10 estadounidenses utilizan alguna terapia alternativa o medicina natural, según reveló un estudio realizado por el National Center for Complimentary and Integrative Health, dependiente de los Institutos Nacionales de Salud (de EE.UU.). En 2002, la cifra era menor: 3.6%. A continuación, una síntesis de los usos más comprobados, según Natural Standard.
Lo toman 18.8 millones de estadounidenses. Uno de los usos más comunes y con mayor evidencia científica es para reducir los niveles de triglicéridos. De hecho, los mejores efectos se han observado en pacientes con altos niveles de triglicéridos. También, diferentes investigaciones concluyeron que es posiblemente eficaz para: prevención de degeneración macular relacionada con la edad, asma, ateroesclerosis, trastorno bipolar, entre otros.
Por algo es el remedio natural más elegido. Los estudios encontraron que es posiblemente efectivo para la pérdida de peso relacionada con el cáncer, la cirugía de derivación aortocoronaria, hipertensión, dismenorrea, insuficiencia cardíaca, cáncer de endometrio, hipertensión arterial, psoriasis, psicosis e hipertensión arterial.
Es indicada principalmente para el tratamiento de la artritis y la artrosis. También hay personas que toman suplementos de glucosamina para el dolor de la rodilla o la cadera, pero los estudios más recientes han reportado que no hay pruebas suficientes que demuestren que alivian este dolor.
Algunos probióticos pueden ayudar a prevenir la diarrea causada por infecciones o luego de tomar antibióticos. También, ayudan a reducir los síntomas del síndrome del intestino irritable. Según estudios científicos, en personas saludables los efectos adversos son menores, aunque se sugiere consultar con el médico si existe una condición crónica de salud.
Es muy usada para ajustar “el reloj interno del cuerpo”, según describe Natural Standard. Por eso quienes viajan por trabajo o quienes tienen problemas para dormir suelen tomar medicamentos que contentan melatonina. También se ha comprobado su eficacia en personas que no pueden conciliar el sueño en personas ciegas y en personas con trastorno de vigilia-sueño.
Es recomendado para personas que carecen de esta coenzima que presentan síntomas de debilidad, fatiga y convulsiones. También, quienes tienen trastornos hereditarios o adquiridos que limitan la producción de energía en las células el cuerpo como los trastornos del mitocondria.
Es una hierba que se usa con frecuencia para mejorar el sistema inmune y aumentar las defensas, en casos de resfrío o problemas respiratorios. Varios estudios científicos comprobar su eficacia para reducir los síntomas del resfrío, pero no para prevenirlo. También para reducir recurrencia de las infecciones vaginales.
Se le adjudican una gran cantidad de beneficios pero el principal es su capacidad para prevenir las infecciones de las vías urinarias. Estudios científicos han demostrado su aparente efectividad para reducir la aparición de infecciones urinarias en mujeres, niños y personas que están hospitalizadas.
Son varios los efectos que entran en la categoría de “posiblemente efectivos”. Para el tratamiento de la ateroesclerosis (endurecimiento de las arterias), cáncer de colon y de recto, cáncer de estómago, hipertensión arterial y picaduras de garrapatas. También para el pie de atleta y la dermatofitosis o tiña, para lo que se aplica un gel de 0.6% de ajoeno, un químico presente en el ajo.
Se ha demostrado su eficacia para: enfermedad de Alzheimer, enfermedad pulmonar (EPOC), disfunción eréctil, hipertensión arterial, eyaculación precoz y excitación sexual, especialmente en mujeres menopáusicas. Advertencia: no se recomienda su ingesta o aplicación (en productos que se aplican sobre la piel) por períodos prolongados de más de seis meses.
Existen estudios que avalan el efecto de esta planta para el tratamiento de la ansiedad, para mejorar la función mental (memoria, velocidad de pensamiento y atención), demencia, problemas de visión en personas con diabetes, pérdida de visión (glaucoma), dolor en las piernas al caminar, síndrome premenstrual (SPM), esquizofrenia, vértigos y mareo, y disquinesia tardía (trastorno motriz).