Seguro de vida tradicional con beneficio graduado: ¿qué es y cómo funciona?

Conseguir un seseguro de vidano es algo tan sencillo. Si se quiere una buena cobertura, es necesario pasar por un proceso de calificación que suele ser duro, sobre todo si se trata seguros permanentes. Para evitar este problema, muchas personas recurren a los seguros de vida de aceptación garantizada, que no requieren pasar por esos trámites. Y, dentro de estos seguros, una variante muy apreciada es la de beneficio graduado, que paga la indemnización en función de cuánto tiempo lleve asegurada la persona.

Si te interesa un seguro de este tipo, en este artículo podrás descubrir qué es, cómo funciona y en qué casos te puede interesar. Recuerda que te resultará especialmente útil si tienes problemas de salud que te impiden acceder fácilmente a un seguro de vida.

Seguro de vida tradicional con beneficio graduado: ¿qué es y cómo funciona?
| Foto: GETTY IMAGES

Qué vas a encontrar en este artículo

¿Qué es el seguro de vida con beneficio graduado?

Cuando buscas un de seguro de vida permanente, siempre te encuentras con el mismo escollo: la complicada y exigente calificación que obligan a pasar las aseguradoras. Ese proceso de calificación, que incluye largas y tediosas entrevistas, pruebas y exámenes médicos y evaluaciones de riesgos termina muchas veces con una desagradable noticia: la compañía deniega la póliza.

Para evitar ese problema, se puede recurrir a los seguros instantáneos, pero solo si se está en un buen estado de salud. Las personas que no tienen buena salud o tienen otros problemas para calificar recurren a caros seguros sin exámenes médicos, que ofrecen coberturas limitadas a precios elevados. Son productos como los seguros de emisión simplificada o los de aceptación garantizada, que proporcionan indemnizaciones bastante bajas y resultan caros.

Pero hay una vía alternativa que permite acceder a un seguro de calidad incluso aunque se tenga una salud deteriorada. Se trata del seguro de vida tradicional con beneficio graduado, en inglés, ‘Graded Benefit Whole Life’. Es una variante del seguro de vida entera o tradicional, que es el más conocido de los seguros permanentes. En realidad, se trata de un seguro de aceptación garantizada con una modificación en la forma de entregar los beneficios a la muerte de la persona asegurada.

Con un seguro de beneficio graduado, se puede acceder más fácilmente a una cobertura amplia y a las ventajas de un seguro que acumula valor en efectivo. Pero, a cambio, hay que aceptar las condiciones de entrega de la indemnización: si la persona asegurada fallece antes de que hayan pasado determinados años, solo cobrará un porcentaje del beneficio por causa de muerte.

Con esa condición, se logra una cobertura aceptable a un precio menos elevado, aunque siempre más alto que el que se paga por un seguro de vida entera convencional.

Estos seguros, además, tienen una variante que no debes confundir: seguro con beneficio nivelado. Aunque suenen parecido no son lo mismo. Para diferenciarlas correctamente, lo mejor es que entiendas el funcionamiento del beneficio graduado.

¿Cómo funciona un seguro de vida tradicional con beneficio graduado?

Hay una diferencia notable entre comprar un seguros ordinario de vida completa normal y elegir uno con beneficio graduado: el proceso de calificación. En los seguros convencionales la calificación es muy exigente y pesada, con exámenes médicos, cuestionarios y esperas de hasta tres meses para saber si se concede la póliza. En cambio, al seleccionar el beneficio graduado, la aseguradora asume riesgos mucho menores, con lo que ofrece el seguro a personas que, dado su estado de salud u otros condicionantes, difícilmente lo conseguirían.

Por tanto, el funcionamiento inicial es el de un seguro de aceptación garantizada: no hay exámenes médicos y la compañía acepta a cualquier solicitante. También hay pólizas de emisión simplificada que ofrecen el beneficio graduado, pero con ellas hay que pasar algún tipo de control médico y la concesión se demora un poco más, con lo que resultan menos atractivas.

Con la combinación de aceptación garantizada y beneficio graduado, el principal escollo queda superado y empiezas a pagar tus primas, que en este caso están niveladas y se mantienen estables durante toda la vida del seguro.

Después, la póliza de base es la de un seguro de vida completa o tradicional. Estos seguros se caracterizan por utilizar parte del dinero que se aporta en forma de primas para invertir. Suelen hacerlo en instrumentos de inversión muy seguros que dan una rentabilidad prácticamente garantizada. Con ese dinero que se gana se va construyendo la cobertura del seguro y también se acumula lo que se denomina valor en efectivo, una cantidad que, llegado un punto, pasa a disposición de la persona asegurada. De hecho, se puede tomar en forma de retiradas parciales o a través de préstamos.

Con esas características, un seguro de vida entera es una herramienta muy atractiva, porque genera recursos y ofrece una buena cobertura, aunque desde luego no tan buena como en un seguro de vida entera normal. A cambio, las primas suelen ser caras y, en el caso de los seguros con aceptación garantizada, todavía lo son más.

Y después llega la parte del beneficio graduado. En realidad, se trata de una serie de condiciones para entregar la indemnización a los beneficiarios. Lo que dicen las pólizas de beneficio graduado es que habrá un periodo de espera (‘graded waiting period’) antes de que los beneficiarios puedan recibir la indemnización completa. De esa forma, si la persona asegurada fallece antes de que se cumpla ese periodo, no se paga el beneficio, o se paga solo un porcentaje.

Lo más habitual es que ese periodo dure uno o dos años. Si se muere durante ese tiempo, no hay indemnización. En su lugar, los beneficiarios reciben el dinero que se haya pagado en forma de primas más un interés, pero no tendrán acceso a la indemnización. Hay que señalar que algunas compañías pagan un 20 por ciento del beneficio si la muerte es en el primer año, pero no es lo frecuente: lo normal es que uno o dos años queden exentos de pago.

Después, la gradación va en función de cada compañía de seguros. Por ejemplo, es frecuente que se establezca que si el fallecimiento se produce durante el tercer año, se entrega el 50 por ciento y es a partir del cuarto año que ya se llega al 100 por 100 del beneficio. Pero hay algunos casos en que no se entrega totalmente hasta el séptimo año.

Por supuesto, hay que hacer una salvedad muy importante: esta gradación se refiere a muertes por causas naturales o enfermedad. En general, las aseguradoras pagan el beneficio completo si la muerte se produce por accidente, sin importar en qué momento haya sucedido.

En sentido opuesto, es necesario señalar que las muertes por suicidio durante el periodo de espera tampoco reciben indemnización, solo el retorno de las primas con los intereses.

¿Por qué te interesa un seguro con beneficio graduado?

Como ves, un seguro de este tipo puede ser ventajoso si tienes problemas para conseguir una póliza de vida permanente. En esa situación hay muchas personas a las que les conviene un seguro con beneficio graduado:

  • Personas con mala salud. Tener mala salud, especialmente si se padece cáncer, enfermedades renales, desórdenes mentales o alguna otra patología grave, es la principal causa para ser rechazado al solicitar un seguro de vida. Con una póliza de beneficio graduado no hay que realizar exámenes médicos, con lo que se evita este problema y se accede al seguro.
  • Personas mayores de 50 años. La edad también es un factor determinante para no conseguir un seguro de vida. Aunque es posible lograr una póliza de vida a los 60 años e incluso más tarde, muchas compañías ponen más trabas con la edad. Por eso, un seguro como este es una buena alternativa para las personas mayores.
  • Personas que practican actividades muy peligrosas. Aunque cada vez es menos frecuente ser rechazado en la aseguradora por practicar deportes peligrosos o tener un trabajo de alto riesgo, pueden darse casos. Una solución para evitar el rechazo sería recurrir a la aceptación garantizada con beneficio graduado.

En resumen, con el seguro de vida tradicional con beneficio graduado estamos ante un producto que ofrece una vía sencilla para lograr una póliza de vida. A cambio, hay que estar dispuestos a pagar primas más altas, conformarse con menos indemnización y aceptar que los beneficiarios no reciban nada o solo una parte de la indemnización. Las condiciones son complicadas, pero también es un seguro transparente y nadie se debe llamar a engaño con sus términos. Si tienes dudas, lo mejor es que lo consultes con un agente para que te explique con más detalle el funcionamiento y te ayude a decidir.

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