Lograr una cabellera larga, brillante y fuerte no es sencillo, pero tampoco imposible. Aunque suele ser necesario invertir en salones de belleza, cremas, acondicionadores o champúes especiales, la naturaleza dispone de muchas opciones que pueden ser de ayudar.
Aquí te presentamos una serie de remedios naturales para que pruebes en casa y algunos consejos que te ayudarán a estimular el crecimiento del cabello y mantenerlo saludable.
Aloe vera
El aloe vera, también llamado sábila, es uno de los remedios caseros más utilizados desde la medicina tradicional y un ingrediente fundamental en el mundo de la cosmética. Se lo conoce como la "planta milagrosa" ya que posee propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes, coagulantes e hidratantes.
Durante muchos años se ha utilizado para tratar la caída del pelo, calmar las irritaciones en el cuero cabelludo y acondicionar el cabello.
Los expertos señalan que es bueno para estimular el crecimiento capilar ya que reduce la caspa y desbloquea los folículos pilosos que pueden estar "tapados" por el exceso de grasa.
Cómo usarlo
Puedes buscar productos, como champúes o acondicionares, que ya contienen aloe vera para incorporarlos a tu rutina de belleza o higiene.
Otra opción es cortar transversalmente sus hojas para obtener el acíbar, una especie de gel brillante en su interior.
Aplícalo sobre el cuero cabelludo y déjalo actuar durante una hora antes de bañarte. Repite este procedimiento durante varias semanas.
Aceite de coco
Muchos investigadores aseguran que el secreto de las personas que viven en zonas tropicales para mantener su cabello saludables es el aceite de coco.
Este se obtiene prensando la pulpa de los cocos, de esta forma se obtiene una concentración de casi 90% de sus ácidos saturados.
Según la evidencia científica, estos penetran dentro del tallo del cabello y reducen la pérdida de proteínas, estimulan el crecimiento y combaten la sequedad y la caspa.
Cómo usarlo
Puedes aplicar una mezcla de aceite de coco con un par de gotas de otros aceites beneficiosos para la salud capilar, como el de albahaca, ricino o romero. Deja actuar al menos una hora y luego enjuaga bien durante el baño.
Cebolla
La cebolla parece estimular el crecimiento capilar a partir de aumentar la producción de colágeno (un grupo de proteínas fundamentales para la salud capilar) y favorecer la circulación sanguínea.
Esto permite que los folículos pilosos se oxigenen correctamente y así el cabello se desarrolle fuerte y brillante.
Cómo usarla
Puedes recurrir a diferentes opciones para explotar el potencial beneficioso de la cebolla sobre el cabello:
- Corta una cebolla grande por la mitad y frota suavemente sobre el cuero cabelludo, asegurándote de que su jugo se impregne. Deja actuar por una hora y lava.
- Licúa un par de cebollas hasta obtener su jugo, luego aplica en el cuero cabelludo y cabello. Deja actuar entre 30 y 45 minutos, y finalmente retíralo cuando te bañes.
- Vierte en tu champú una cebolla picada y dejar macerar por 15 días, para luego colar y utilizar con normalidad.
Limón
El limón es uno de los cítricos más populares, y uno de los remedios más usados para estimular el crecimiento capilar y aumentar la fortaleza del cabello.
Esto se debe a que es rico en vitamina C, y tiene una importante cantidad de potasio, un mineral que actúa como un vasodilatador natural.
Cómo usarlo
Aplica jugo de limón en el cuero cabelludo y cabello entre 20 y 30 minutos antes de bañarte. También puedes usar aceite esencial de limón, pero recuerda diluirlo en un aceite portador (como el de almendra, coco o jojoba). Esto evitará lesiones e irritaciones.
Otros consejos
Además de probar los remedios anteriormente desarrollados, puedes conseguir y mantener una cabellera larga y fuerte siguiendo estos consejos:
Cortar las puntas
Aunque parece irónico conseguir un cabello más largo cortándolo, lo cierto es que con el tiempo el pelo se refina y vuelve frágil.
Un cabello con mala salud crece más lento o se cae, por ello, recuerda visitar al peluquero cada 2 o 3 meses o cortarte las puntas con regularidad. Esto ayudará a que el pelo recupere toda su vitalidad.
Exfoliar
Sí, al igual que con la piel de la cara, el cuero cabelludo necesita ser exfoliado, para retirar el exceso de sebo, rastros de suciedad o células muertas de la piel.
Puedes consultar a tu dermatólogo por exfoliantes capilares y sobre cómo utilizarlos o preparar opciones caseras. Si te inclinas por esto último solo necesitas mezclar azúcar, bicarbonato, café molido o sal gruesa con aceite de oliva, aceite de coco o miel.
Masajea suavemente el cabello con esta preparación durante unos minutos, media hora antes de bañarte. Luego enjuaga con agua fría y dúchate normalmente.
Masajear el cuero cabelludo
Los masajes no solo son buenos para relajar el cuerpo, también pueden ayudar a estimular el cuero cabelludo y fomentar el crecimiento del cabello.
Procura realizar movimiento circulares, suaves y prolongados, sin prisa. Esta también es una buena práctica para aliviar el estrés y la tensión.
Mantener una dieta saludable
Si quieres lucir una buena melena, no debes dejar de lado la dieta. Carnes magras, vegetales, frutas, semillas y granos son excelentes opciones para obtener los principales minerales y vitaminas para que el cabello crezca correctamente, a la vez que obtienes antioxidantes y proteínas que garantizan su fortaleza y brillo.
No olvides hidratarte
El agua cumple una función clave en el organismo y en la salud del pelo, por lo que muchas veces la deshidratación puede ser la causa más habitual de una melena áspera, débil y sin brillo. Procura beber entre ocho y diez vasos de agua al día podrás controlar esta situación.
Para recordar:
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.
No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.
Fuentes consultadas: Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Clínico Capilar, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.