¿Qué tan bien se conocen los hechos sobre COVID-19?

Meses tras el inicio de una pandemia global, muchas personas simplemente no saben lo suficiente sobre la enfermedad por coronavirus (COVID-19) como para protegerse y proteger a los demás. Así lo encontró un reciente estudio publicado en JAMA Network Open, cuyos resultados provienen de una encuesta nacional realizada a casi 5 200 personas, entre el 29 de marzo y el 13 de abril.

La mayoría de las personas tienen una idea bastante buena de la forma en que la COVID-19 se propaga y de sus tres síntomas principales (fiebre, tos y dificultad para respirar), que indican la necesidad de realizar una prueba del virus, señaló la doctora Marcella Alsan, profesora de políticas públicas de la Facultad Kennedy de la Universidad de Harvard, y autora principal de la investigación.

¿Qué tan bien se conocen los hechos sobre COVID-19?
Muchas personas desconocen los síntomas y formas de transmisión del nuevo coronavirus. | Foto: GETTY IMAGES

"Encontramos que, en general, las personas contaban con una buena información. Los promedios fueron altos. Pero hay algunas disparidades bastante profundas importantes de resaltar", afirmó Alsan.

Alrededor de un 80% de los participantes tenían un conocimiento preciso sobre cómo la COVID-19 se propaga y sus síntomas principales, encontraron los investigadores.

Sin embargo, grupos específicos no sabían que el coronavirus se puede contraer al tocar una superficie contaminada, que una persona sin síntomas puede propagar el virus, o que el virus se propaga a través de las gotitas exhaladas al respirar, motivo por el cual las máscaras y el distanciamiento social resultan fundamentales.

Por ejemplo, los afroamericanos eran menos propensos a conocer la información importante sobre la COVID-19 que los blancos o los hispanos, aunque eran más propensos a haber sido diagnosticados con la enfermedad o a conocer a alguien que la hubiera contraído.

Los hombres y las personas más jóvenes también reportan una mayor exposición a la COVID-19, pero un conocimiento menos preciso sobre el coronavirus que las mujeres o las personas de más edad.

Además, los afroamericanos, hombres y personas jóvenes, eran más propensos a salir de sus viviendas, mientras que los hombres y las personas jóvenes eran menos propensos a lavarse las manos con frecuencia.

Según advirtieron los investigadores, esas lagunas en el conocimiento conducen a conductas que podrían poner a esos grupos en riesgo de infección.

Importancia del mensaje

"Claramente hay una laguna en el conocimiento", aseguró Ravina Kullar, experta en enfermedades infecciosas y asesora de Expert Stewardship, Inc., una compañía que promueve la prevención de las infecciones en los centros de cuidados a largo plazo. "Debe haber otra forma en que podamos ayudar a crear mensajes que resuenen bien en esas poblaciones".

Alsan dijo que existen ciertos motivos por los que estos grupos no saben tanto sobre la COVID-19. "Uno es que los mensajes quizá no lleguen a ciertas audiencias. Literalmente, hay personas que no han recibido la información de que hay un virus respiratorio que se transmite de humano a humano".

Sobre esto, Kullar indicó que, por ejemplo, quizá los jóvenes no sean tan conscientes de la transmisión de la COVID-19 y de sus síntomas, porque los mensajes de salud pública no se han resaltado lo suficiente en las plataformas de los medios sociales.

"Los medios sociales son su plataforma principal. Instagram o Twitter se podrían aprovechar más para transmitir mensajes cortos sobre la transmisibilidad de una forma que resuene con las audiencias", señaló Kullar.

Otra posibilidad sobre este desconocimiento, explicó Alsan, es que los mensajes simplemente no son relevantes para los grupos que los reciben. Por ejemplo, el típico refrán de "Consulta a tu médico", apuntó la experta.

"'Hable con su médico' es como un mantra frecuente en el consejo médico, pero da bastantes cosas por sentado. Incluso ese sencillo consejo no es igual para todos los individuos". Según Alsan, ese consejo da por sentado que la persona cuenta con un seguro de salud, que tiene un médico de atención primaria, que tiene transporte para ir a una clínica, y que puede tomar tiempo libre en el trabajo para obtener consejo del médico.

"También debemos comprender los tipos de barreras a los que se enfrentan los individuos en las distintas comunidades" para crear los mensajes de salud pública", sentenció.

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