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Pronto, dos vacunas podrían proteger a adultos mayores del VRS

Las personas mayores cuentan con vacunas para prevenir la influenza y COVID-19 graves, pero no ha habido nada que las proteja contra el tercer virus respiratorio que contribuyó a la terrible "triple pandemia" de esta temporada.

Hasta ahora.

Pronto, dos vacunas podrían proteger a adultos mayores del VRS
| Foto: GETTY IMAGES

Dos compañías farmacéuticas publicaron recientemente los resultados de ensayos clínicos que preparan el camino para que una vacuna contra el VRS (virus respiratorio sincitial) esté disponible para los adultos cuando llegue la próxima temporada de resfriados y gripe.

"El VRS sigue siendo el último de los tres virus respiratorios invernales mayores para el cual no tenemos una vacuna, pero como indican estos dos artículos de la revista New England Journal of Medicine, nos estamos acercando", señaló el Dr. William Schaffner, director médico de la National Foundation for Infectious Diseases, en Bethesda, Maryland.

Ambas compañías, GlaxoSmithKline (GSK) y Janssen, tienen candidatos a vacunas contra el VRS que pueden prevenir una enfermedad grave en los adultos mayores, muestran los resultados.

La vacuna de GSK provee una protección del 94 por ciento contra una infección grave en el tracto respiratorio inferior con el VRS, y una protección de alrededor de un 83 por ciento contra las infecciones en el tracto respiratorio inferior en general, aseguró el Dr. Leonard Friedland, vicepresidente y director de asuntos médicos de GSK U.S. Vaccines.

"Nos sentimos muy complacidos y emocionados, porque esta es la primera vez que una vacuna contra el VRS ha superado la fase 3 y se han publicado datos en una revista revisada por profesionales", observó Friedland.

La vacuna de Janssen también ofreció una buena protección en un ensayo de prueba de concepto en fase 2b, al prevenir las infecciones graves en el tracto respiratorio inferior en hasta un 80 por ciento de los pacientes, mostraron los resultados.

Ambas vacunas se dirigen a la proteína F del virus, que le permite vincularse con las células humanas, de forma parecida a la proteína de pico de COVID.

Unos intentos anteriores por crear una vacuna contra el VRS, en la década de 1960, fracasaron. Esta vacuna anterior provocó un fenómeno conocido como mejora dependiente de anticuerpos, en el que los anticuerpos producidos por una vacuna en realidad hacen que un virus sea más virulento y nocivo, y dos niños fallecieron en el ensayo.

A principios de la década de 2010, investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU. observaron que la proteína F cambia de forma cuando se vincula con una célula humana, y que las vacunas deben dirigirse a su forma anterior a la infección para crear una respuesta inmunitaria protectora, aclaró Friedland.

Usualmente, el VRS se considera como un virus de los niños, que en general provoca moqueo y estornudos, con casos ocasionales de bronquiolitis, dijo Schaffner.

"Pero en los últimos 15 años o más, los datos han indicado con claridad que el VRS también ha sido siempre, y es ahora, una causa grave de enfermedad respiratoria superior y enfermedad respiratoria inferior en los adultos mayores", advirtió Schaffner.

Cada año, entre un 3 y un 7% de las personas de 65 años en adelante se infectan con el VRS, dijo Friedland.

"Es un número de verdad alto. Son muchos millones de casos al año", enfatizó Friedland. "Y se ha estimado que alrededor de 177,000 adultos de 65 años en adelante son hospitalizados cada año en Estados Unidos" debido al VRS.

Los adultos mayores que sufren una infección grave con el VRS en general pasan de tres a seis días en el hospital, y entre un 10 y un 30 por ciento acaban en la unidad de cuidados intensivos, comentó Friedland. Cerca de un 4 a un 8 por ciento de los hospitalizados fallecen, es decir, unas 14,000 muertes al año.

Lo peor es que no hay un tratamiento para el VRS. Los pacientes con gripe cuentan con Tamiflu, y existe el Paxlovid para tratar a COVID-19, pero no hay un antiviral similar para el VSR, lamentó Friedland.

"No hay forma de tratarlo, aparte de sintomáticamente con oxígeno y observación, y esperar que no empeore", añadió.

GSK evaluó su candidato a vacuna en casi 25,000 personas de a partir de 60 años. La mitad recibieron una dosis de la vacuna, y la otra mitad un placebo.

La vacuna resultó igual de efectiva contra ambos tipos del VRS, el A y el B, según el informe.

La vacuna de GSK provocó ciertos efectos secundarios en alrededor de un tercio de los pacientes. Los más comunes fueron fatiga, dolor de cabeza y dolores musculares, pero fueron temporales.

La vacuna de Janssen se evaluó en casi 5,800 personas en el ensayo en fase 2b, que mostró que puede producir una respuesta inmunitaria suficiente para proteger de un VRS grave.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. otorgó una revisión prioritaria a la solicitud de vacuna de GSK, apuntó Friedland, y se prevé que tome una determinación al respecto en mayo. El grupo asesor de vacunas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) la evaluará en verano.

"Esto llevaría a que tengamos un producto disponible antes de la temporada del 23, a finales de verano o principios de otoño", aseguró Friedland, y añadió que la aprobación federal llevaría a que Medicaid y las aseguradoras privadas cubran el costo de la vacunación.

La FDA también está revisando un candidato a vacuna contra el VSR de Pfizer, que la compañía afirma que puede reducir el riesgo de una enfermedad grave en las personas mayores en un 86%.

Pfizer también solicitó la aprobación de la vacuna para las mujeres embarazadas, con el fin de proteger a los bebés. Los ensayos clínicos han mostrado que la vacuna tiene una efectividad de un 82% contra la enfermedad grave en los bebés en los tres primeros meses de vida, y de un 69% hasta los seis meses, indica la compañía.

Todas las vacunas "parecen bastante buenas", dijo Schaffner.

"No podemos esperar perfección de las vacunas contra los virus respiratorios", anotó. "No habrá vacunas que puedan prevenir estas enfermedades por completo, de la forma que hacemos con muchas infecciones pediátricas, como la polio y el sarampión".

Las vacunas contra la influenza, COVID-19 y, pronto, el VRS están diseñadas para prevenir la enfermedad grave, aclaró Schaffner, "sobre todo la enfermedad en el tracto respiratorio inferior, lo que previene la neumonía, la hospitalización, la admisión en la unidad de cuidados intensivos y la muerte".

Para dar el mejor tratamiento posible para el VRS, los médicos necesitan pruebas y tratamientos dirigidos al virus, como hay para la gripe y COVID-19, explicó.

"Además de las vacunas, espero que desarrollemos unas mejores pruebas que sean rápidas, precisas y baratas, para que podamos comprender mejor la carga de la enfermedad en los consultorios de todos los médicos que atienden a adultos", planteó Schaffner.

Los hallazgos de los nuevos ensayos clínicos se publicaron el 16 de febrero.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre el VSR.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: William Schaffner, MD, medical director, National Foundation for Infectious Diseases, Bethesda, Md.; Leonard Friedland, MD, vice president and director of scientific affairs and public health for GSK U.S. Vaccines, Philadelphia; New England Journal of Medicine, Feb. 15, 2023

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