Los científicos, dirigidos por el Dr. Miguel Ángel Hernández Espinosa, titular del proyecto, aprovecharon los recursos de la nanotecnología para incorporar las zeolitas naturales con moléculas activas provenientes de la planta silvestre llamada tournefortia hirsutissima y así obtener el talco al que han bautizado Nanoderma.
La planta tournefortia hirsutissima se obtuvo de la Mixteca Poblana de donde es originaria, mientras que las zeolitas se extrajeron de algunos yacimientos existentes en el municipio de Tehuacán.
Las zeolitas, al ser tratadas químicamente producen un efecto antibacteriano de amplio espectro contra los microorganismos, lo que favorece la regeneración de la piel y evita las infecciones. Las heridas que presentan las personas con diabetes generalmente son húmedas y supuran, en estos casos, el talco seca el área y acciona los metabolitos de la planta para regenerar el tejido, explicó Hernández Espinosa en información difundida por la institución académica.
El talco, que ya cuenta con un registro de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), ya fue probado en zonas rurales y comunidades del estado de Puebla y los resultados mostraron que tiene alta efectividad para cerrar úlceras, entre cuatro y seis semanas después de ser aplicado, incluso en casos donde la amputación parecía ser la única opción.
Debido a los procesos de certificación ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la venta de este producto se ha limitado a la capital poblana y no es posible encontrarlo en otros estados de la República Mexicana.
El talco cicatrizante también puede emplearse en quemaduras de segundo y tercer grado, en cicatrización retardada de heridas, dermatitis del pañal, suturas en niños y en cicatrices de cesáreas.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan a las personas que tienen diabetes, cuidarse los pies y examinarlos a diario para prevenir problemas graves que pueden afectar su capacidad para caminar y hasta llevar a amputaciones.
Una diabetes no controlada puede reducir la circulación de la sangre a ciertas áreas del cuerpo, especialmente a las extremidades (pies/piernas), lo que dificulta la capacidad del cuerpo de sanar las lesiones. Además, el daño que se produce lentamente a los nervios puede impedir que sientas dolor en los pies y que no te des cuenta si tienes heridas o lesiones que necesiten tratamiento.
También te puede interesar: