A más pescado, menor riesgo de depresión

El informe publicado en Journal of Epidemiology & Community Health, se basa en un búsqueda y análisis de los estudios publicados entre 2001 y 2014 para evaluar la relación entre el consumo de pescado y el riesgo de depresión. Tras buscar en varias bases de datos, encontraron 101 artículos, de los cuales 16 fueron adecuados para incluirlos en el estudio. Estos 16 artículos incluían 26 estudios, con 150,278 participantes.

10 de las investigaciones fueron estudios de cohortes, que implican el seguimiento de un grupo de personas que no tiene el trastorno durante un periodo de tiempo para ver quién lo desarrolla. El resto fue de sección transversal, es decir, que analizan la asociación entre el trastorno y otras variables en un solo punto en el tiempo. Los estudios incluyeron a participantes de Europa, América del Norte, Asia, Oceanía y América del Sur.

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Tras el análisis, los investigadores observaron una asociación significativa entre los que comían más pescado y una reducción del 17% en el riesgo de depresión en comparación con los que ingerían menos cantidades, dicha vinculación se halló en estudios tanto de cohortes como transversales, pero sólo para los análisis europeos.

Respecto al género, encontraron una asociación ligeramente más fuerte entre el alto consumo de pescado y el bajo riesgo de depresión en los hombres (20%). En el caso de las mujeres, la reducción asociada del riesgo fue del 16%.

Ya que se trata de un estudio observacional, los autores señalan que no se pueden hacer conclusiones definitivas sobre causa y efecto, sin embargo, puede haber una explicación biológica.

Los investigadores refieren que los ácidos grasos Omega 3 que se encuentran en el pescado pueden alterar la microestructura de las membranas cerebrales y modificar la actividad de los neurotransmisores dopamina y serotonina, ambos de los cuales se cree que están involucrados en la depresión.

Además, la alta calidad de las proteínas, vitaminas y minerales halladas en el pescado pueden ayudar a evitar la depresión, mientras que comer una gran cantidad de pescado puede ser un indicador de una dieta saludable y más nutritiva, según los autores.

"Un mayor consumo de pescado puede ser beneficioso en la prevención de la depresión. Se necesitan más estudios para investigar más a fondo si esta asociación varía según el tipo de pescado", precisaron.

La Asociación Médica Americana (AMA por sus siglas en inglés), refiere que los ácidos grasos Omega 3 que se encuentran en peces de como el salmón, las sardinas y el arenque, pueden ayudar a bajar la presión arterial, reducir el ritmo cardíaco, y mejorar otros factores de riesgo cardiovascular. Su ingesta se ha relacionado con un menor riesgo de accidente cerebrovascular, depresión y el deterioro mental con la edad.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la depresión es una enfermedad clínica severa que afecta al cerebro y más de 20 millones de personas en los Estados Unidos la tienen. Existen muchas causas, incluyendo los genes, causas ambientales, psicológicas y factores bioquímicos. La depresión suele comenzar entre los 15 y los 30 años y es mucho más común en las mujeres. Las mujeres también pueden tener depresión posparto después de dar a luz. Algunas personas tienen un trastorno afectivo estacional en el invierno. La depresión es una parte del trastorno bipolar.

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