Tan rápido como avanzó el brote de coronavirus, empezaron a circular remedios naturales o "refuerzos inmunes" que no cuentan con un respaldo científico adecuado.
Algunos de estos supuestos remedios incluyen terapias herbales y tés, incluyendo hierbas y sustancias de la medicina tradicional china. No hay evidencia científica de que alguno de estos remedios alternativos pueda prevenir o curar la enfermedad COVID-19. De hecho, algunos de ellos pueden no ser seguros para consumir.
Los coronavirus son una familia de virus que pueden causar muchas afecciones, desde resfriados comunes hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus que causa el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). Este nuevo coronavirus, como COVID-19, es una nueva cepa que no se había encontrado antes en el ser humano.
Los síntomas del nuevo coronavirus incluyen goteo nasal, dificultad para respirar, dolor de garganta, fiebre, tos seca, lesiones pulmonares y neumonía. Sabemos que para no propagar la infección hay que lavarse las manos con frecuencia y cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar (con el brazo, no con la mano) y mantenerse a dos metros (6 pies) de distancia de cualquier persona, no solo de aquellas que presentan signos de afección respiratoria. Esto es porque la enfermedad puede ser asintomática, es decir una persona puede tener el virus y no tener síntomas.
¿Cómo se trata la enfermedad?
Según la gravedad de los síntomas, los médicos pueden proporcionar a los pacientes líquidos intravenosos, fármacos para bajar la fiebre u oxígeno para respirar mejor. Si bien no existen tratamientos aprobados, se están realizando ensayos clínicos para probar antivirales.
Las opciones naturales para combatir la COVID-19, la enfermedad que produce el nuevo coronavirus, comenzaron a circular por todas partes. Tal vez el caso más popular es el de consumir grandes dosis de vitamina C, uno de los ingredientes más comunes en los productos de refuerzo inmunológico.
- Vitamina C, zinc, té verde...
Uno de los más populares es consumir grandes dosis de vitamina C, uno de los ingredientes más comunes en los productos de refuerzo inmunológico.
¿Cuál es la base de esta creencia?
Tomar vitamina C aumentaría la actividad de los linfocitos T, la función de los fagocitos, la movilidad de los leucocitos y posiblemente la producción de anticuerpos e interferones. Por eso, se cree que podría ser útil para prevenir infecciones como la gripe e incluso el COVID-19, Sin embargo, no existe evidencia confiable que respalde esto.
El zinc, té verde, equinácea y muchas otras medicinas naturales también entran en esta categoría.
Las preocupaciones sobre estos productos son las mismas que con muchas otras opciones promovidas para aumentar la inmunidad: no hay evidencia confiable de que realmente funcionen.
La Administración de Alimentos y Medicamentos en EE. UU. (FDA) recientemente advirtió a siete fabricantes que habían empezado a vender suplementos para "tratar COVID-19". Algunos contenían plata coloidal, un ingrediente que puede ocasionar efectos secundarios serios.
En el caso de la vitamina C, además, los expertos advierten que nuestro cuerpo solo puede absorber una cantidad determinada de vitamina C a la vez, y cualquier exceso se excreta.
- Baños calientes, ajo, cúrcuma...
Los especialistas aconsejan al público cautela frente a cualquier recomendación para no contagiarse el coronavirus que no venga de las autoridades sanitarias.
Circulan varios mitos, como tomar baños calientes, beber agua cada 15 minutos, infusiones de ajo, jengibre y limón, cúrcuma o tamarindo. Si bien ninguna de estas prácticas es necesariamente dañina, no evitará contraer el nuevo coronavirus.
Se recomienda que las personas adopten estilos de vida saludable, durmiendo entre siete y ocho horas diarias en horarios regulares, coman una dieta equilibrada y realicen ejercicio regularmente.
- Aceite de árbol de té
Existen mucha información sobre cómo hacer desinfectantes de manos "caseros" agregando aceite esencial de árbol de té. Muchos de ellos libres de alcohol. No hay evidencia de que eñ uso de ese aceite sea efectivo.
Cualquier desinfectante que no contenga por lo menos 60% de alcohol isopropílico o desinfectante no es efectivo.
Además, los expertos resaltan que estos productos solo deben utilizarse cuando no se dispone de agua y jabón, ya que, esta sigue siendo la opción más efectiva para eliminar al COVID-19 que no ingresó a nuestro organismo.
Recuerda, la mejor manera de prevenir la infección es evitar la exposición al virus.
¿Por qué el jabón elimina el coronavirus?