La leche materna es la mejor fuente de nutrición para la mayoría de los bebés, y brinda protección contra muchas enfermedades. Hay raras excepciones en las que se recomienda no amamantar o alimentar con leche materna extraída.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) dicen en su sitio de internet: "No sabemos si las madres con COVID-19 pueden transmitir el virus a través de la leche materna, pero los datos limitados disponibles sugieren que no es probable que sea una fuente de transmisión".
La entidad federal, que lidera los esfuerzos de salud pública en los Estados Unidos, explica que estas consideraciones se basan en la evidencia limitada disponible hasta la fecha sobre la transmisión del coronavirus que causa el Sindrome Agudo Respiratorio Severo (SARS), y el conocimiento de otros virus que generan enfermedades respiratorias graves.
Dos puntos importantes, en caso que una mamá tenga o haya tenido un diagnóstico de COVID-19:
- La madre debe determinar si, y cómo comenzar o continuar, la lactancia materna, en coordinación con su familia y los proveedores de atención médica.
- Se debe aconsejar a una madre con COVID-19 confirmado que tome precauciones para evitar la propagación del virus a su bebé, incluido lavarse las manos frecuentemente, y usar una máscara facial (barbijo o cubreboca), cada vez que amamanta, alza o está cerca del bebé.
- También hay que desinfectar todo objeto que el bebé pueda tocar. Y no dejarlo al alcance del bebé si aún no se ha secado.
Hay que recordar en todo momento que los bebés se llevan todo a la boca, y se chupan la manitos, sin pensar y sin poder controlar el movimiento.
Recomendaciones para amamantar
Si no hay agua y jabón disponibles, se debe usar un desinfectante para manos con al menos 60% de alcohol.
Además, las madres deben ponerse un paño que cubra la cara mientras alimentan al bebé. Si se extrae leche materna ya sea con la mano o con un extractor de leche, la madre debe limpiarse las manos, como se indicó anteriormente, antes de tocar las piezas de la bomba o el biberón y usar un cubreboca.
Se debe educar a las madres sobre cómo limpiar y desinfectar adecuadamente los extractores de leche.
De ser posible, un familiar sano debe alimentar al lactante con la leche extraída, alguien que no tenga un alto riesgo de contraer el coronavirus y desarrollar COVID-19.
Las madres lactantes que trabajan en entornos con mayor riesgo de exposición potencial al coronavirus, como el personal de atención médica y los socorristas, pueden tener inquietudes adicionales relacionadas con la extracción de leche materna mientras están en el trabajo.
Estas madres deben seguir las mismas recomendaciones descritas anteriormente dado que pueden tener un mayor riesgo de infección. Idealmente, los empleadores proporcionarían a las empleadas que amamantan un espacio privado sin baño para la extracción de leche.
Las mujeres que son profesionales de salud y que están embarazadas, tienen afecciones médicas subyacentes o que viven con alguien que está en riesgo de contraer el coronavirus, deben tener una charla con su médico de atención primaria sobre los mejores pasos a seguir.
Existe evidencia de que el nuevo coronavirus permanece en las superficies durante varias horas o días. Los proveedores de atención médica deben analizar las circunstancias individuales de la madre al aconsejar sobre precauciones adicionales antes de amamantar o extraer leche materna mientras está en el trabajo.
Todavía existe poca evidencia que respalde las precauciones, como la limpieza del seno antes de amamantar o extraer la leche, o la desinfección de las superficies externas de los dispositivos de recolección de leche (por ejemplo, biberones, bolsas de leche), como pasos para reducir la posible transmisión del coronavirus.
Por eso, hay que ir más allá al tomar precauciones, para cubrir todos los potenciales riesgos, hasta tanto se conozca más sobre posible transmisión.
Fuente: CDC