La música puede hacer mucho más que distraerte o divertirte, según la ocasión: puede cuidar tu salud, y especialmente tu corazón.
La musicoterapia es una intervención complementaria que actualmente está en investigación para problemas cardiovasculares y tratamientos de hipertensión. Los efectos a corto plazo de la música clásica y el rock fueron positivos en otro estudio, donde se halló que la rigidez de las arterias se redujo con el estímulo musical.
Para saber en qué medida la música puede influir en el nivel de la presión arterial, un equipo de científicos de la Universidad Estatal de São Paulo en Brasil, se dispusieron a investigar.
En ese reciente metaanálisis sistemático -publicado en Scientific Reports- investigaron los efectos de la música sobre la presión arterial en pacientes hipertensos, y hallaron interesantes mejoras.
Los investigadores evaluaron a 37 pacientes hipertensos bien controlados y con medicación antihipertensiva y los expusieron a intervalos de música durante los 60 minutos posteriores a la medicación. Así notaron que la frecuencia cardíaca disminuyó en ese lapso tras tomar la medicina, en las personas que escuchaban música, mientras que permaneció sin cambios en el grupo de control.
Por lo tanto, los científicos expresaron que “La música puede mejorar la eficacia del tratamiento médico cuando se asocia correctamente con la acción del fármaco, reduciendo los factores de riesgo que implican el deterioro de la función cardíaca”.
Esta información podría ayudar a los médicos a mejorar las nuevas intervenciones farmacológicas para la hipertensión.
Música también para un cerebro sano
Un cerebro saludable intenta darle sentido al mundo que te rodea y a la información constante que recibe, incluidos el sonido y la música.
En ese sentido se halló que la música afecta más que las áreas del cerebro que procesan el sonido: usando técnicas como una resonancia magnética funcional, los científicos han descubierto que la música modifica otras áreas vitales.
Por ejemplo, cuando la música estimula al cerebro, aparecen en las imágenes de éste como destellos de luz brillante. Los estudios han demostrado que la música "ilumina" las áreas del cerebro involucradas en la emoción, la memoria e incluso el movimiento físico.
Los científicos financiados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) están investigando ahora si la música puede ayudar a los pacientes con trastornos del movimiento, como la enfermedad de Parkinson, que pierden lentamente su capacidad de caminar y moverse con el tiempo.
También hay evidencia de que la música puede ser útil para personas con otras condiciones de salud, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia, las lesiones cerebrales traumáticas, los accidentes cerebrovasculares (ACV), la afasia, el autismo y la pérdida de audición.
A medida que los científicos continúan aprendiendo más sobre la música y el cerebro, aprovecha los beneficios de la música para tu salud: agrega un poco de música a tu vida, aconsejan los expertos de los NIH.