Más allá de sus bondades en la cocina, este alimento universal tan popular como el aceite, podría sumar una nueva ventaja: puede ser un eficaz agente antimicrobiano.
Un grupo de científicos que descubrió este beneficio, buscaba una alternativa viable y económica para cuidar la seguridad e higiene de las grandes máquinas de acero inoxidable que se utilizan en la producción masiva de alimentos, que requieren el manejo de ingredientes crudos que son muy difíciles de limpiar, ya que hay bacterias que prosperan en las pequeñas mellas y hendiduras y se acumulan en este tipo de superficies a lo largo del tiempo. 
Los investigadores de la Universidad de Toronto en Canadá, encontraron que simplemente agregar una fina capa de aceite de cocina sobre la superficie del metal puede repeler las bacterias y evitar la contaminación de microorganismos como Salmonella, Listeria y E. coli. Y dicen que es tan simple como parece.
Un recurso simple y de bajo costo
"Recubrir una superficie de acero inoxidable con aceite de cocina de uso cotidiano ha demostrado ser muy eficaz para repeler las bacterias", dijo Ben Hatton, uno de los miembros del equipo.
El aceite de cocina funciona fantásticamente bien para repeler bacterias en algunas superficies y reduce potencialmente los niveles en alrededor de 1,000 veces en ollas y sartenes, lo que significa que con este truco habrá cocinas y sitios de procesado de alimentos, mucho más seguros e higiénicos.
"El aceite llena las grietas, crea una capa hidrofóbica y actúa como una barrera contra los contaminantes en la superficie" dijo Hatton.
Adaptando una investigación anterior de la Universidad de Harvard, el equipo de científicos canadienses creó un agente protector que mostró una reducción drástica de miles de veces en los niveles de bacterias: menos riesgo de contaminación cruzada y, por lo tanto, menos peligro de enfermedades transmitidas por los alimentos.
Es resistente al agua
Además de ser accesible y económico, el recubrimiento podría resistir algunos lavados bastante severos y seguir siendo efectivo. También podría volver a aplicarse con bastante facilidad, muestra el estudio, por lo que las máquinas de preparación de alimentos podrían mantenerse libres de bacterias a largo plazo.
Aunque se necesitará más trabajo antes de implementarlo, es una manera sencilla, barata y segura de prevenir la acumulación de bacterias en la preparación de alimentos, y es mucho mejor que tratar de eliminarlas de las grietas microscópicas en una superficie con productos químicos abrasivos.
El equipo de investigadores –que publicaron sus hallazgos en ACS Applied Materials and Interfaces- seguirá buscando diferentes combinaciones de aceites y superficies para ver si pueden mejorar sus resultados.
Una técnica como ésta, que se puede introducir casi en cualquier lugar, puede salvar muchas vidas. Como señala el equipo, alrededor de 3.000 muertes al año se atribuyen a enfermedades transmitidas por los alimentos en EE. UU., una cifra que se dispara hasta 2 millones al año en los países en desarrollo.
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