Hay muchas variedades de aceite en el mercado, y mientras que algunos se han puesto de moda, hay diferencias en cuanto a nutrientes y a su capacidad de ser expuestos al calor de la cocina. Conoce las diferencias.
Aceite de girasol
Está en la lista de los recomendados como sanos por la Asociación Americana de la Diabetes, es un aceite muy popular por su gusto prácticamente neutro. Es rico en vitamina E y no contiene sodio; además, puede ser expuesto a alta temperatura en las preparaciones.
Es sin duda el rey de los aceites sanos. Es extremadamente rico en grasas monoinsaturadas y una gran fuente de antioxidantes. Reduce el endurecimiento de las arterias y de enfermedades del corazón, nivela el colesterol, ayuda a prevenir el cáncer, la diabetes y el deterioro cognitivo.
El mejor aceite de oliva para cocinar es el prensado en frío, así que trata de evitar el etiquetado como aceite de oliva puro o aceite de oliva ligero, esas variedades son ideales para las ensaladas o comidas en frío, según los expertos en nutrición.
Aceite de maíz
Recomendado por su aporte de ácidos grasos omega 6 y vitamina E, que ayudan a prevenir las enfermedades cardíacas y a reducir el colesterol. No se sugiere para freír, ya que con el calor se destruyen sus ácidos grasos saludables.
Aceite de canola
Es rico en ácido alfalinolénico, un tipo de omega 3. Ayuda a bajar el azúcar en sangre y favorece la salud cardiovascular, según la Universidad de Toronto, en Canadá. Aunque hay otras fuentes de omega 3, este aceite es sabroso y soporta bien las altas temperaturas.
Aceite de coco
Aunque no hay suficiente evidencia científica, se utiliza para bajar la diabetes, reducir las enfermedades del corazón, combatir la fatiga crónica, el síndrome del intestino irritable, y fortalecer las defensas. Tiene un alto contenido de grasa saturada, de modo que se debe consumir con moderación.
Mejor el virgen
Algunos se venden como aceite virgen de coco. A diferencia de lo que sucede con el de oliva, en la industria no existe un estándar para el aceite “virgen” de coco, por lo que debemos confiar en la etiqueta. Esta variedad carece de olor y va bien en la cocina.
Aceite de semilla de uva
Es una gran fuente de vitamina E, y está recomendado por la Asociación Americana del Corazón (AHA). Sería eficaz para reparar los vasos sanguíneos dañados o debilitados, para la retinopatía diabética, el edema en brazos y piernas, y el colesterol alto. Puede exponerse a altas temperaturas.
Aceite de cacahuate (maní)
Gran aliado de la salud, recomendado por los expertos para cuidar el corazón. Contiene antioxidantes, ácidos grasos benéficos y flavonoides, favorables en la prevención del cáncer de mama. Contiene proteínas, vitamina B, minerales y fibra. Si apruebas su sabor, puedes incluirlo en tus platillos favoritos.
Otros aceites
Existe otra gran variedad de aceites saludables para incluir en la cocina y sumar algo de sabor exótico, como el de cártamo, de onagra, de linaza, de aguacate (palta), de nuez y de soya. Anímate a probarlos y a disfrutar de sus propiedades nutritivas.