Consumir distintos aceites aporta al organismo una variedad de vitaminas, antioxidantes y grasas benéficas, mejores para el corazón que aquellas sólidas, como la manteca o mantequilla. Además, la evidencia científica señala que el aceite común es un poderoso agente microbiano. Aquí te presentamos diferentes opciones para cuidar tu cuerpo y darle un sabor diferente a tus platillos.

Aceite de oliva
Aceite de canola
También conocido como raps, el aceite de canola se obtiene de la especie de planta Brassica napus. Es rico en ácido alfalinolénico, un tipo de Omega 3. Los especialistas vinculan su consumo a una reducción de los niveles de azúcar en sangre, al fortalecimiento de la salud cardiovascular, al alivio del dolor provocado por la artritis y a propiedades laxantes.
Aceite de nuez
El aceite de nuez tiene diez veces más Omega 3 que el aceite de oliva, pero no es tan conocido. Se caracteriza por un gran contenido de agua, proteínas de alta calidad, fibra, vitaminas, fitoesteroles, aminoácidos esenciales y minerales. Según los expertos, las nueces tienen el poder de combatir a las células cancerosas, los niveles de colesterol e hipertensión y el riesgo de diabetes.

Aceite de semillas de uva
El aceite de semillas de uva es una gran fuente de vitamina E, y está recomendado por la Asociación Estadounidense del Corazón. Según distintas investigaciones, es eficaz para reparar los vasos sanguíneos dañados o debilitados, para la retinopatía diabética, el edema en brazos y piernas, y el colesterol alto.
Aceite de Onagra
El aceite de Onagra contiene EPO, un ácido graso esencial, además de Omega 6 y ácido gamalinolénico (GLA), compuestos asociados a una mayor protección del corazón. Se lo suele utilizar para prevenir la arteroesclerosis (endurecimiento arterial), cáncer y para tratar las hemorroides. También se cree que es útil para cuidar la salud intestinal y aliviar los eczemas.
Aceite de aguacate

Aceite de cártamo
Aceite de cacahuate

Aceite de coco
El aceite de coco se obtiene tras prensar la pulpa de los cocos, obteniendo una concentración de casi 90% de ácidos saturados. Puede ayudar a mantener saludable el cerebro, tratar infecciones, controlar el peso y favorecer la salud del hígado, gracias a su actividad desintoxicante.
Aceite de chía
Recuerda
Fuentes consultadas:
Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), Asociación Estadounidense del Corazón, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento e Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.