Consejos de alimentación saludable para madres hispanas

Los niños y adolescentes hispano-estadounidenses de cualquier raza tienen las tasas más altas de factores de riesgo para cardiopatía y ataque cerebral (ACV), como por ejemplo la obesidad, el colesterol alto no controlado, la presión alta no controlada y la diabetes no controlada, según la Asociación Americana del Corazón (AHA).

Considerando que 42 millones de hispanos y latinos tienen menos de 45 años de edad, las implicaciones de salud a largo plazo son alarmantes.

Consejos de alimentación saludable para madres hispanas
Mediante un cambio de hábitos en la dieta se pueden prevenir varias enfermedades. | Foto: ISTOCK

“Podemos esperar un aumento sustancial en el número de personas hispanas que sufren de enfermedades del corazón y ataque cerebral si no prestamos atención y resolvemos el problema”, dijo Salvador Cruz-Flores, M.D., jefe del departamento de neurología en la Facultad de Medicina Paul Foster, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Texas Tech en El Paso, EE.UU.

¿Qué se puede hacer?

Una de las formas de prevenir y comenzar a solucionar este problema es empezando desde el hogar, cambiando las costumbres alimenticias y promoviendo la actividad física.

En ese sentido, muchas madres hispanas se enfrentan a la difícil tarea de proporcionar comidas nutritivas para toda su familia en una cultura que no la promueve fácilmente. Esto puede ser especialmente desafiante para las madres hispanas con recursos limitados y cuyas familias han adoptado los patrones de alimentación poco saludables de Estados Unidos. 

Las madres hispanas pueden influir en la elección de alimentos de su familia mediante el desarrollo de hábitos alimenticios saludables y aprovechando los recursos de nutrición disponibles en su comunidad.

Los siguientes consejos, brindados por la Universidad Estatal de Michigan, pueden ayudarte a ti y a tu familia a seguir el camino correcto hacia hábitos alimenticios saludables en 2018:

1. Come y alienta al consumo de más frutas y vegetales en todas sus formas, frescos, congelados y enlatados, todos cuentan. MyPlate (el plato oficial del gobierno) muestra que la mitad del plato debe consistir en frutas y verduras. Una forma en que puedes comenzar a incorporar este concepto a toda la familia es reemplazando los postres azucarados por frutas. 

Involucrar a los niños en la elección también puede ser una forma divertida y efectiva de descubrir nuevas frutas y verduras. Haz una compra en el supermercado con ellos, y permíteles elegir una fruta o verdura nueva para probar. También puedes alentar a tu familia a comer más frutas y verduras como bocadillos, haciéndolos más visibles. Coloca manzanas, naranjas y plátanos en el mostrador de la cocina y lava, corta y deja las verduras en bolsas de plástico listas para comer, en la nevera.

2. Aprende a hacer rendir tus dólares en alimentos: cuando compres productos en Michigan aprovecha el programa Double-Up Food Bucks en el mercado local de agricultores y en las tiendas de comestibles. El programa WIC Project Fresh también ofrece a los participantes elegibles un folleto de cupones gratuito de $25 que se puede usar para comprar productos locales frescos de los mercados de agricultores participantes.

3. Participa en una serie de clases de nutrición dirigida por la Extensión de la Universidad Estatal de Michigan (MSU). Educarse en nutrición es probablemente lo más importante que puedes hacer para ayudar a que los hábitos alimentarios sean más saludables en la práctica diaria. Luego puedes dar un ejemplo a tu familia, al aplicar a la vida cotidiana lo que has aprendido en clase. Visita el sitio web de la MSU para tomar las próximas clases de nutrición en inglés/español en tu área.

4. Bebe agua. Muchas bebidas populares están cargadas de azúcar y no proporcionan ningún valor nutricional real. Como alternativa, puedes darle sabor al agua incorporándole frutas o hierbas. Otras opciones saludables para beber incluyen leche baja en grasa y jugo de fruta al 100%.

5. Recorta la grasa y la sal de las recetas típicas tradicionales. En lugar de sal, intenta usar especias, sazonadores o salsas para dar sabor a los platillos. 

En lugar de freír los alimentos, hornéalos, asa a la parrilla o usa un aceite de cocina saludable (canola por ejemplo) con moderación. Encuentra el sabor de dar un giro saludable a las comidas tradicionales que le encantan a tu familia. Seguramente podrás encontrar recetas fáciles para probar con ellos.

El conocimiento puede ayudarte a ti y a tu familia a tener un estilo de vida más saludable. 

Al hacer cambios graduales sobre los viejos hábitos de alimentación, puedes encontrar nuevas formas de introducir alimentos saludables de una forma que tú o tu familia disfrutará, y prevenir muchas de las enfermedades graves que se originan en la forma de elegir y preparar la comida cotidiana.

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