¿Hay alguna relación entre lo que comes y lo que sientes? ¿Puede un alimento hacer que te sientas alegre o triste? La coach nutricional Asun Armas Prado asegura que se ha demostrado que "los alimentos influyen en el estado de ánimo" y la explicación está en los componentes de los alimentos que ingieres: "hay nutrientes que relajan y generan serotonina -un neurotransmisor que proporciona bienestar-, mientras que otros activan y generan adrenalina, una sustancia que normalmente se produce en situaciones de estrés, excitación o nerviosismo.
Dieta y psiquiatría
Julia Adán Carrillo, dietista-nutricionista, especialista en trastornos del comportamiento alimentario y Obesidad, asegura que la alimentación ya se ha convertido en una parte de la terapia y herramienta decisiva en el tratamiento de algunas enfermedades mentales.
Los psiquiatras han empezado a trabajar con profesionales de la nutrición para modificar los hábitos dietéticos de los pacientes y lograr resultados concretos en el ánimo de las personas.
Salmón fresas, nueces
En efecto, científicos de la Universidad de Columbia, en Nueva York, liderados por el profesor Drew Ramsey, presentaron una nueva escala de alimentos que podría mantener la depresión alejada o al menos aliviar los síntomas en caso de que el trastorno ya esté diagnosticado.
El salmón, las fresas, las nueces, las coles y la carne roja son algunos de esos platos capaces de levantar el ánimo. El mensaje es claro: "Si ayudamos a los pacientes a comer mejor, la función cerebral que regula la energía vital se fortalecerá de inmediato", dijo
Lo ideal es ampliar la lista de alimentos precursores del buen ánimo y de la serotonina, el neurotransmisor que interviene en el estado mental.
Ramsey dice que una vez que ya se han identificado, habrá que preguntar a los pacientes qué tipo de productos consumen y detectar si la aversión o alergia hacia alguno de ellos podría estar entorpeciendo la función cognitiva del cerebro privándole de unos niveles adecuados de felicidad.
Basta con una galleta
Judith Wurtman y Richard Wurtman, científicos investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts, lideraron, por su parte, el estudio Managing your mind and mood through food (Gestionando tu mente y estado de ánimo con los alimentos), y a través de esa investigación aseguraron que es posible manipular el estado de ánimo y la agudeza mental con cambios en los hábitos alimenticios.
El estudio, que se extendió por 30 años, encontró que el pan y otros alimentos ricos en carbohidratos pueden ocasionar una cierta sensación de satisfacción, mientras que el pescado y la carne de res tienen un alto contenido de proteínas y pueden ayudar a conservar la concentración.
En efecto, “comer carbohidratos impacta sobre el estado de ánimo”, concluyó la investigadora Judith Wurtman. La científica aseguró que la ira, irritabilidad, depresión, dificultad para concentrarse y confusión mental pueden revertirse con alimentos ricos en carbohidratos.
Este hallazgo significa que los carbohidratos pueden elevar el estado de ánimo y son efectivos para paliar la tristeza. De hecho, basta con una galleta para sentirte mejor.
“Cuando comes carbohidratos y produces serotonina [neurotransmisor que regula las emociones en el cerebro], la tristeza puede desaparecer, al menos por un tiempo”, insiste Judith Wurtman,
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la mezcla entre grasa y carbohidrato hace la digestión más lenta e inhibe la sensación de bienestar, por eso es bueno tomar un cereal al desayuno pero con leche baja en grasa o comer el pan pero sin la mantequilla.
Fitonutrimentos para el cerebro
Los investigadores también han incluido, en la lista de alimentos que se recomiendan para combatir la tristeza, a las coles y otros vegetales que contienen fitonutrimentos los cuales ayudan a proteger el cerebro y al flujo sanguíneo.
Son excelentes para mantenerte activo, mejorar la expresión verbal y retener la información. Gracias a los flavonoides, los pigmentos naturales, los vegetales liberan y limpian el cerebro de toda la oxidación a la que lo sometemos a diario, concluyó Drew Ramsey en uno de sus estudios.
También se recomienda el consumo de almendras y otros frutos secos como los anacardos y los cacahuetes porque son una magnífica fuente de magnesio cuando se consumen crudos o tostados.
El magnesio ayuda a regular los nutrientes del organismo, y contribuye a la producción de serotonina, que crea sensación de bienestar.
Además, contienen precursores de omega-3, vitamina E y aportan una buena cantidad de proteínas que estimulan lasneuronas que te mantienen despierto y atento.
El chocolate ejerce un efecto antidepresivo y estimulante, e incluso te hace sentir eufórico. Su alto contenido en triptófano favorece la producción de serotonina, un neutrotransmisor que produce felicidad, sensación de placer y bienestar.
Granos enteros
Los granos enteros, que aportan selenio, ayudan a prevenir la ansiedad, la irritabilidad, la hostilidad y la depresión. Por eso es importante optar por cereales y panes de granos enteros para empezar el día.
Si se acompañan de alimentos con vitamina C mucho mejor porque de esa manera se evita el nerviosismo y la ansiedad, y si, adicionalmente, se incorporan avena, bananas, dátiles deshidratados y lácteos se tendrá el desayuno ideal porque estos últimos son ricos en triptófano, un aminoácido que juega un importante rol en la regulación del ánimo. No se produce en el organismo y por eso es esencial que se ingiera en la dieta.