El yoga es una antigua disciplina que mediante ejercicios conecta cuerpo, respiración y mente, aumentando la relajación, fuerza y flexibilidad. Sin embargo, estas bondades también alcanzarían el plano mental, siendo incluso útiles para aliviar trastornos como la depresión. Aquí te contamos cómo puedes aprovecharlo:
Qué es la depresión
Es un trastorno de salud mental que se caracteriza por el hecho de sentirse infeliz, melancólico, infeliz, o abatido. La mayoría de nosotros podemos atravesar pequeños períodos de tristeza que se asemejen a esta condición, sin embargo, esta enfermedad también se caracteriza por perdurar en el tiempo e interferir en el desarrollo de la vida diaria.
Aunque los sentimientos de infelicidad son los signos más característicos de la depresión, este trastorno también puede manifestarse en problemas físicos, como dolor de cabeza o migrañas, malestar estomacal, problemas para dormir, palpitaciones e incluso ritmos cardíacos irregulares.
Ejercicios beneficiosos
En los últimos años se dio un crecimiento de estudios que recurrieron a los ensayos controlados aleatorios para observar la relación entre el yoga y la depresión. Aunque hallaron que por sí sola esta técnica no puede solucionar el problema, la vincularon con ciertos beneficios: menor impacto del estrés, control de la ansiedad, mejor estado físico, niveles de energía más altos y una mayor introspección.
Cómo lograrlo
Para apreciar esas bondades, los especialistas señalan que se deben practicar sesiones cortas de yoga, de 15 a 45 minutos. A continuación, te mostramos algunos ejercicios por si deseas comenzar. Puedes practicarlos tres veces por semana, y aunque al principio no te salgan como se ve en las imágenes, trata de seguir las indicaciones y de a poco podrás lograrlo y notar los cambios:
Coloca las piernas separadas más que el ancho de la cadera, el pie izquierdo hacia afuera y el derecho hacia adentro. Inclina el torso hacia la izquierda hasta tocar la rodilla izquierda con la mano, o el piso si tienes mayor elongación. El brazo derecho se eleva y se sigue con la mirada, hasta contar 10 respiraciones. Luego, descansa y repite el ejercicio, pero del lado derecho.
2. Guerrero II
Coloca las piernas separadas más que el ancho de la cadera, el pie izquierdo hacia afuera y el derecho hacia adentro. Flexiona la rodilla izquierda hasta que el muslo quede paralelo al piso, cuidando no sobrepasar la altura del tobillo. Extiende ambos brazos a la altura de los hombros, dejando el torso de frente y la mirada hacia la izquierda. Haz 10 respiraciones, descansa y cambia de lado.
3. Guerrero III
De pie con las piernas juntas y flexionadas, inclina el cuerpo hacia adelante hasta dejar la espalda paralela al piso. Lleva una pierna estirada hacia atrás y los brazos estirados hacia adelante, o solo el contrario a la pierna para mantener el equilibrio. Cuenta 10 respiraciones antes de cambiar de lado.
4. Delfín
Comienza boca abajo haciendo una plancha frontal, con el cuerpo estirado y sostenido solo por los antebrazos y la punta de los pies. Intenta dar pequeños pasos hacia adelante elevando los glúteos, hasta quedar con el cuerpo en forma de carpa. Sostén mientras haces 10 respiraciones.
5. Cobra
Boca abajo en el piso, eleva el torso y coloca las manos extendidas a la altura de las axilas. Las piernas deben quedar bien extendidas, con los dedos apoyados. Tira hacia atrás los hombros y sepáralos de las orejas lo más que puedas hasta que el abdomen se sienta tirante. Mantén 10 respiraciones.
Precauciones
Si no se realizan con cuidado, las posiciones extremas de yoga pueden aumentar el riesgo de lesiones articulares, musculares, e incluso óseas. Por ello, lo mejor es realizar ejercicios simples con cautela, o mejor aún, recurrir a un profesional para que te enseñe, previniendo así cualquier tipo de peligro. Además, puedes aprovechar estas clases para socializar con otras personas.