La música tiene el poder de mover tus sentimientos y emociones, de transformar tu estado de ánimo y de transportarte a lugares y momentos especiales. Bailar es la mejor manera de expresar esos sentimientos y al hacerlo, te relaja y te ayuda a experimentar la alegría y la felicidad. Cuando te sientas triste o desanimada, sencillo: ¡baila!
Bailar es divertido y para más, es un excelente ejercicio cardiovascular. Bailar le da tono a tus músculos, y fortalece tus huesos y pulmones. Según un estudio publicado en el The Scholarly Publishing and Academic Resources Coalition, solo una clase de baile a la semana puede aumentar el nivel de energía de una manera significativa.
Cuando bailas y te mueves con energía oxigenas el cerebro y se desarrollan conexiones neuronales que mantienen tus reflejos activos y despiertos. Bailar te ayuda a cultivar tu atención y concentración., y se recomienda que bailes antes de dormir o como una forma ideal para relajarte.
Bailar es una actividad social, es decir que al hacerlo tienes la oportunidad de relacionarte con otras personas. Asistir a clases de baile puede incrementar tus relaciones interpersonales y la mejor excusa para hacer amigos y potenciar el desarrollo de habilidades sociales. Quienes bailan, además, suelen ser muy optimistas y alegres.
El baile de salón, como la mayoría de bailes estructurados, requiere memorizar los pasos y trabajar en pareja, para ello la persona debe concentrarse y mantener su atención de forma sostenida, todo esto en conjunto, proporciona desafíos mentales que son clave para el mantenimiento de la agilidad mental y la salud cerebral.
El psicólogo Peter Lovatt, ex bailarín profesional, ha comprobado que bailar te ayuda con la toma de decisiones. Sus estudios han determinado que la improvisación que caracteriza al baile ayuda a enfrentar problemas en los que hay múltiples soluciones distintas (pensamiento divergente), mientras que la danza más estructurada hace que el pensamiento se ejercite en problemas en los que hay una única respuesta.
Retarda el envejecimiento
Un equipo de científicos de la Escuela de Medicina Albert Einstein de Nueva York, revelaron en un estudio que el ejercicio aeróbico de bailar puede revertir la pérdida de volumen del hipocampo, una estructura cerebral clave para la memoria. Con ello demostraron que el esfuerzo físico y mental que requiere el baile puede aumentar la memoria, reducir el riesgo de demencia y retrasar el envejecimiento cerebral.
Investigadores de la universidad canadiense McGill estudiaron los efectos de bailar tango en personas con la enfermedad de Parkinson y concluyeron que danzar estimula el sistema nervioso central y la actividad cerebral mucho más que otras disciplinas deportivas. Algunos pacientes han dicho que cuando suena la música el temblor del cuerpo se desvanece y les ayuda a mejorar la coordinación y el equilibrio.
Te hace más flexible
El baile mejora destrezas y habilidades que son muy importantes para la salud en general. La flexibilidad, agilidad, coordinación y balance que se adquieren con una disciplina de baile ayudan a mantener al cuerpo libre de lesiones. Con este tipo de entrenamiento, el cuerpo puede responder mejor en caso de accidentes y reducir las probabilidades de lesiones graves.
No hay excusas
No importa qué tipo de baile escojas (salsa, tango, danza del vientre, flamenco, bailes de salón…), todos los estilos de baile son actividades físicas saludables. Y tampoco es importante el nivel de destreza, la edad, qué tipo de cuerpo o talla se tenga para practicarlo. Basta practicarlo dos a tres veces por semana para apreciar sus resultados.
Fortalece tus huesos
Bailar con regularidad disminuye las probabilidades de desarrollar osteoporosis: El baile también fortalece tus huesos y mejora tu postura. Muchos estilos de baile requieren de movimientos que fortalecen los huesos como la tibia, el peroné y el fémur. Una práctica regular puede evitar o disminuir la pérdida de masa ósea.
En media hora de baile se pueden quemar entre 200 y 400 calorías. Cada vez que practicas una rutina de baile estás dando cientos de pasos. Sin lugar a dudas, practicar esta saludable rutina es una de las maneras más divertidas de mantener el cuerpo en forma.