Se calcula que hasta 2015, el número total de personas con depresión a escala mundial superaba los 300 millones y casi el mismo número de personas sufre algún tipo de trastorno de ansiedad. Las consecuencias de estos trastornos en términos de pérdida de salud son enormes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado la depresión como el principal factor que contribuye a la discapacidad mundial y de sexta se encuentra la ansiedad.
La salud mental es más que la ausencia de trastornos mentales y estar emocionalmente sano no significa estar feliz todo el tiempo o sonreír todo el día. En realidad, se habla de salud mental cuando las personas tienen el control de sus pensamientos, sentimientos y comportamientos; son capaces de hacer frente a los desafíos de la vida; ponen sus problemas en perspectiva; se recuperan; se sienten bien consigo mismos y saben relacionarse.
Si tienes una buena salud mental significa que estás consciente de tus emociones. Que puedes lidiar con ellas, ya sean positivas o negativas. Es decir, puedes estar disgustado, feliz, ansioso o estresado, pero es momentáneo, que al cabo de unas horas te recuperarás y te estabilizarás porque sabes cómo manejar los sentimientos negativos. Puedes distinguir cuando un problema sobrepasa tus propias capacidades y sabes cuándo buscar ayuda.
La salud emocional es una parte importante de tu vida. Te permite desarrollar todo tu potencial. Puedes trabajar de forma productiva y hacer frente a las tensiones de la vida cotidiana. Te ayuda a trabajar con otras personas y a contribuir con la sociedad. La investigación muestra que la salud emocional es una habilidad. Existen pasos que puedes tomar para mejorar tu salud emocional y ser más feliz.
Investigaciones han revelado que la mente y el cuerpo están íntimamente vinculados. Si tu salud mental se deteriora, tu salud física puede empeorar también. Y si tu salud física se afecta, puedes sentirte mentalmente “deprimido.” Una actitud positiva puede ayudarte a mantenerte saludable. Si tu estado mental es optimista hay signos físicos de buena salud: presión arterial baja, se reduce el riesgo de enfermedades del corazón y buen peso.
Los expertos coinciden en que hay muchas maneras de mejorar o mantener una buena salud emocional. Puedes comenzar con estar consciente de tus emociones y reacciones. Trata de precisar qué te hace sentir triste, frustrado o enojado en tu vida, y en la medida de lo posible trata de resolver o cambiar esas cosas.
Aprende a comunicarte
Expresa tus sentimientos de manera apropiada y con sinceridad porque mantener sentimientos de tristeza o ira en tu interior provocan mucha tensión y a la larga eso puede causar problemas en tus relaciones interpersonales en tu familia, el trabajo o en la escuela. Hazle saber a las personas que están cerca de ti lo que te molesta y siempre piensa antes de actuar. Las emociones pueden ser poderosas.
Maneja el estrés
Trata de cambiar las situaciones que te causan estrés y libérate de ellas. Aprende métodos de relajación para hacer frente a las tensiones exacerbadas. Por ejemplo, intenta practicar técnicas de respiración profunda, yoga, meditación y ejercicio físico cuando estés en una cola en el trásnsito o tengas demasiado trabajo.
En vista de que el cuerpo y la mente están interconectados procura entonces mantenerte en un buen estado general. Haz ejercicio regularmente, come alimentos saludables y duerme lo suficiente. No abuses de las drogas o el alcohol.
Averigua qué es importante para ti en la vida y céntrate en eso. Haz tu trabajo con profesionalismo, atiende a tu familia como se debe, sé voluntario de causas nobles. Pasa el tiempo haciendo lo que sea significativo para ti. Concéntrate en las cosas buenas de la vida. Pasa tiempo con personas sanas y positivas.
Haz cosas nuevas
Tener nuevas actividades proporciona al cerebro un nivel de gratificación mucho más elevado que el hacer tu rutina de actividades diarias. Retoma tus estudios, inicia un nuevo reto profesional, planea tus vacaciones, arregla tu casa, reencuentra a tus amigos, aprende un idioma. Cada pequeño desafío implica cambios vitales que te ayudarán a sentirte motivado.
Lee y escribe
Leer y escribir son actividades que agilizan tu mente, relajan y minimizan el deterioro cognitivo. Además, te ayudan a descubrir o conocer otras ideas sobre el mundo. Escribir te ayuda a exteriorizar sentimientos o pensamientos y te aísla por algún tiempo del bullicio y de la gente. Es un encuentro contigo mismo.
El Día Mundial de la Salud Mental se celebra el 10 de octubre de cada año, con el objetivo de concienciar sobre los problemas de salud mental en todo el mundo y movilizar esfuerzos en apoyo de la salud mental. El tema de este año es "La salud mental en el trabajo" en vista de que una de cada cinco personas en el ámbito laboral puede experimentar un trastorno de salud mental. El estigma y la falta de conciencia sobre la salud mental persisten.
Fuentes consultadas
OMS
Administración de Servicios de la Salud Mental y Abuso de Sustancias
Academia Americana de Medicos de Familia
Asociación Estadounidense de Psicología
Asociación Psiquiátrica Americana