Aunque muchas veces parece estar relegado en comparación a otros órganos, como el corazón o el cerebro, el hígado cumple funciones cruciales para el funcionamiento de nuestro organismo. Por eso, es muy importante mantenerlo en óptimas condiciones.
El hígado es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo y entre sus principales funciones se encuentra: metaboliza las grasas, carbohidratos y proteínas, almacenar energía, ayudar a digerir alimentos, procesar los medicamentos, y eliminar del cuerpo diferentes tipos de toxinas. Aquí te explicamos como puedes "limpiar" tu hígado para mantenerlo en buen estado:
Aguacate
Además de ser una opción versátil en la cocina y poseer pocas calorías, el aguacate es una gran fuente de nutrientes esenciales, destacándose la vitamina E y B, minerales como el hierro, fósforo y magnesio, y muchos tipos de antioxidantes. Diferentes estudios hallaron que, gracias a esa composición, puede proteger al hígado y favorecer la eliminación de toxinas.
Limón
El limón estimula la secreción biliar y ayuda a metabolizar rápidamente las grasas, por lo que se volvió una opción muy popular para prevenir las inflamaciones del hígado y la vesícula. Incluso en muchas tradiciones medicinales, como la china, se recomienda beber jugo de limón durante el día para expulsar las toxinas.
Crucíferas
Aquí podemos encontrar vegetales como brócoli, repollo, berro, nabo, o rábano, todos excelentes desintoxicantes. Se cree que esto se debe a que producen enzimas que purifican la sangre, y contrarrestan los efectos de las toxinas y de los radicales libres, moléculas inestables que alteran las estructuras celulares sanas.
Existe evidencia científica que indica que el ajo crudo tiene muchas propiedades beneficiosas para proteger al organismo de bacterias y virus, a la vez que interviene en la activación de enzimas que mejoran el funcionamiento del hígado.
Frutos secos
Almendras, avellanas, cacahuates, castañas, nueces, pistachos, semillas de girasol y calabaza o anacardos, todos son buenas fuentes de ácidos grasos Omega 3, que, entre sus muchas bondades, ayudan al hígado a evacuar el amoníaco, sustancia responsable de una gran variedad de enfermedades. También existen estudios que asocian su consumo con una mejor oxigenación sanguínea.
Infusiones
Muchas infusiones se caracterizan por una actividad desintoxicante del hígado, gracias a que poseen antioxidantes, como las catequinas, o porque estimulan la producción de bilis, favoreciendo los procesos digestivos. Entre las más recomendadas están el diente de león, el té verde y el romero.
Hierbas aromáticas
Algunas hierbas aromáticas poseen sustancias que participan en la desintoxicación del hígado, estimulando la producción de bilis, favoreciendo el proceso digestivo y aumentando la oxigenación sanguínea. Entre ellas se destacan la cúrcuma, canela, cardamomo, cilantro y albahaca.
El alto consumo de alimentos azucarados o altamente procesados, como gaseosas, dulces, postres, helados, roscas, galletas dulces, frituras, comidas rápidas y ciertos enlatados, se vincula estrechamente con problemas de salud, como trastornos cardíacos u obesidad. Sin embargo, también afectan la función hepática y renal, alterando el proceso de desintoxicación corporal.
Limita el alcohol
Alrededor del 90% del alcohol se metaboliza en el hígado. Por eso, beber en exceso puede generar graves daños en la función hepática, causando inflamación y acumulación de grasas, lo que no solo deviene en problemas para eliminar toxinas del cuerpo, sino también en enfermedades como el hígado graso.
El ejercicio se vincula con muchos beneficios, como prevenir enfermedades cardiovasculares o crónicas, controlar la inflamación del cuerpo, consumir el exceso de energía y estimular el proceso de desintoxicación. Si bien se aconseja realizar entre 150 y 300 minutos semanales de actividad moderada, puedes comenzar con caminatas y aumentar la intensidad a medida que te sientas cómodo.
Otros hábitos saludables
Para que nuestro hígado, y el proceso de desintoxicación, funcione correctamente, debemos tener un sueño adecuado y de calidad cada noche, durmiendo entre 7 y 8 horas diarias en horarios regulares. La hidratación también es fundamental, ya que no solo regula la temperatura corporal y lubrica las articulaciones, sino que permite que el cuerpo absorba los nutrientes y elimine las toxinas.
Fuentes consultadas:
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional
de Medicina de EE. UU., Instituto Nacional de la Diabetes y las
Enfermedades Digestivas y Renales.