Por Lic. Einar Martínez García - Gabriela Garcia
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Del sillón al escalador (y no al revés)
Inscribirse en un gimnasio es fácil, y al principio es todo energía y entusiasmo. Pero al poco tiempo puede decaer la energía y necesitar una motivación extra para no volverse al sofá a ver televisión. Entérate cómo evitarlo.
Es importante establecer objetivos que puedas cumplir. No compares tu peso, físico o progreso con otros que circulan por el gimnasio: ninguno logró ese estado en un mes. Fija metas moderadas, a corto plazo y con una fecha límite, como por ejemplo bajar 4 libras (1,8 libras) en un mes. Y como meta a largo plazo, reducir 10 centímetros de cintura en 3 meses.
Registra cada semana la fecha y hora, peso, perímetro de cintura y medidas de brazos y piernas. Toma fotos para que tener una idea visual de los cambios que vas logrando. También puedes realizarte una antropometría, que es un estudio especial para saber tu porcentaje y libras/kilos de grasa, índice de masa corporal y masa muscular.
No todo lo que sube es grasa
Muchas personas que buscan bajar de peso aumentan y se amargan creyendo que todo ese esfuerzo no está rindiendo frutos. Lo más probable es que esté disminuyendo el porcentaje de grasa y aumentando la masa muscular. También puede deberse a una mayor retención de líquidos.
La distancia del gimnasio puede convertirse en una aliada o una enemiga. Un gimnasio a pocos minutos de donde estés te ayuda a evitar excusas o dificultades que conspiren contra tu rutina de ejercicios. El tránsito o el mal tiempo no tienen que interferir con tu salud y tus ganas de progresar.
4. Busca un gimnasio acorde a tu bolsillo
Los gimnasios de moda o de última generación son muy tentadores…pero no al alcance de todos. Pero suelen tener promociones o descuentos de grupo; si accedes a ellos, busca que te aseguren continuidad, para evitar cambios que te lleven a desertar por no poder afrontar los costos. Si no, búscate uno que puedas pagar regularmente: hay alternativas para todos los bolsillos.
5. Forma un grupo, ve en pareja, socializa
Según una investigación de la Universidad de Princeton, trotar en grupo puede resultar mejor que hacerlo solo. Si bien el estudio fue realizado en ratones, los resultados sugieren que sin interacción social, una experiencia beneficiosa puede resultar negativa y hasta podría afectar la salud cerebral.
Formar un grupo de amigos dentro del gimnasio puede ayudar a mantener la motivación. Los puedes agregar a tu lista de contactos en alguna de las redes sociales, y si notan que estás desistiendo te motivarán para seguir. Por otra parte, conversar mientras realizas cardio hará que el tiempo se vaya volando.
Algo más que un, dos, tres...
Ir al gimnasio en pareja o con un amigo ayuda a tomar un compromiso. También permite motivarse mutuamente, ser más constante y hacer el entrenamiento más divertido o competitivo. Interactuar allí te ayuda a hacer amigos y ¿por qué no? hasta encontrar una pareja, que hará más estimulante cada día de ejercicio.
6. Varía tu rutina
Como bien dijo Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Una actividad distinta a tu rutina convencional puede lograr una motivación especial. Hay propuestas nuevas que incluyen rutinas de baile que puedes probar para no aburrirte y mantener el interés.
7. Suscríbete a algún contacto o blog de fitness por Internet
A veces no alcanza con el gimnasio y hace falta informarse para ver mejores resultados. El uso de las redes sociales puede servir para conocer nuevas formas de entrenamiento, consejos de expertos y testimonios de otras personas. Una suscripción a medios especializados pueden serte muy útil por su información actualizada, fotos y videos.
8. "Gánate" al entrenador
No es lo mismo ser “amigo” del entrenador que su “cliente”; relaciónate con él a través del esfuerzo y el mérito. El es un amante del fitness y puede ayudarte a lograr tus metas con su conocimiento y experiencia. Observa su trato con las personas que conoce y verás cómo ayuda a involucrarse más y mejor.
9. Relaciónate con gente físicamente activa
Un estudio de la Universidad de Harvard demostró que la obesidad “puede transmitirse de persona a persona” o ser “contagiosa”. Hay un 57% de probabilidad de padecer obesidad si se tiene amigos obesos y el riesgo se triplica si los amigos son cercanos.
Mal de familia
Este mismo estudio demostró que entre los miembros de una familia, si un hermano se vuelve obeso hay una probabilidad de que el o los otros también lo hagan. Entre cónyuges, la chance de "contagiarse" ronda el 40%. Por eso relacionarse con personas que hacen ejercicio ayuda a ponerse en movimiento.
Muchas personas no aprecian lo que no les cuesta. Si pagas la cuota del gimnasio mes por mes tal vez el costo sea mayor, pero funciona como “factor motivante”. Muchos gimnasios cobran una cuota anual más ventajosa, pero al tiempo uno se olvida de ese desembolso. Bien dice el refrán “el que quiere celeste que le cueste”.
11. Sólo hazlo
El slogan de la célebre marca deportiva tiene mucho de verdad. Muchas veces, aún sin ganas, algo en nosotros nos dice “sólo hazlo”. Y cuando empiezas con la rutina o el trabajo cardio notas que no era tan difícil. Con llegar al gimnasio ya tienes la mitad del camino ganado; forma el hábito aunque a veces te cueste.
12. Entrena con música que te haga vibrar
Investigadores británicos dirigidos por el Dr. Waterhouse encontraron que la gente que escucha música con ritmos rápidos trabaja más duro en la sesión de ejercicios y disfruta más del entrenamiento. Para buscar motivación y no claudicar, lo ideal es ir con la mejor actitud y una buena selección de canciones.
13. Ayúdate con anhídrido de cafeína
Según un artículo del Journal de la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva, los complementos como el anhídrido de cafeína pueden ayudar a las personas cansadas por no dormir, ya que aumentan el estado de alerta. De todos modos, no sustituyen el descanso adecuado y se debe consultar al médico antes de usarlos.
El dicho “Como te ves te sientes” puede resultar a favor o en contra al momento de ir al gimnasio. Si tu calzado y tu ropa no están en las mejores condiciones o si eliges una playera que te hace lucir mal en los espejos, puede afectar tu motivación. Compra ropa que realce tu figura y te haga sentir bien.
15. Inscríbete en una competencia, carrera o maratón
Esto te ayuda a fijar un objetivo para ir al gimnasio constantemente. Puedes hacerlo en grupo así el compromiso adquiere mayor fuerza. Fíjate metas realistas para esa competencia y una vez cumplido el objetivo, controla en qué lugar quedaste y comprométete a superarlo en otra competencia.
A veces los niños condicionan la asistencia al gimnasio, pero por suerte hay algunos con servicio de guardería. De todos modos, también se puede alternar los días de entrenamiento con la pareja, o asistir a un gimnasio cerca de la casa de un familiar donde se puedan quedar tus pequeños. Lo importante es no desistir.
17. Ten un plan de entrenamiento personalizado
Un plan personalizado te ayuda a no entrenar de más, ya que un esfuerzo excesivo produce dolor y no querrás asistir al gimnasio. Así cada día podrás “atacar” de nuevo y seguir tu rutina. No quieras hacer en una semana lo que no has hecho en seis meses; vé de a poco y asesórate con el entrenador para trazar el plan perfecto.
18. Aprovecha los dispositivos tecnológicos
Según estudios de la Universidad de Stanford, los dispositivos tecnológicos como el podómetro y los teléfonos inteligentes pueden ser efectivos para incrementar la cantidad de ejercicio. Quienes los usan demostraron que se ejercitan más, tal vez por el efecto psicológico motivador. Puedes medir los pasos y las calorías quemadas y tomarlo como reto a superar al día siguiente.
19. Visualiza tu objetivo
La visualización es uno de los pilares fundamentales en el entrenamiento, según la psicología del deporte. Los científicos han descubierto que hay una región del cerebro que se activa durante el proceso de visualización, y crea caminos en tu mente que ayudarán a lograr el objetivo deseado. Por eso visualiza el físico que deseas lograr y ¡no faltes al gimnasio!
Haz una lista con estos trucos y ve cuántos logras llevar a cabo durante el primer mes. Fíjate el objetivo de cumplirlos en un periodo determinado. Cuando lo logres, habrás ganado la batalla del fitness, gozarás de buena salud y habrás conseguido esa apariencia que tanto querías.