La placentera sensación conocida como "euforia del corredor" que desencadena el ejercicio aeróbico podría haber tenido que ver con la evolución de la capacidad de los humanos de correr largas distancias, sugiere un estudio reciente.
La euforia del corredor es provocada por la liberación de sustancias llamadas endocanabinoides en los centros de recompensa del cerebro.
Los investigadores hallaron que los niveles de esas sustancias se elevaban en la sangre de perros y humanos tras una carrera rápida, pero lo mismo no ocurrió en los hurones después de hacer ejercicio.
Los humanos y los perros pertenecen a un grupo de mamíferos diseñados para la resistencia, mientras que los hurones son una especie sedentaria, anotaron los autores del estudio.
En los voluntarios humanos, el aumento de los endocanabinoides después de correr se asoció con un aumento en los sentimientos emocionales positivos.
"La actividad aeróbica ha desempeñado un papel en la evolución de muchos sistemas distintos del cuerpo humano, lo que podría explicar por qué el ejercicio aeróbico parece ser tan bueno para nosotros", comentó en un comunicado de prensa del Colegio Eckerd de la Universidad de Arizona el autor del estudio David Raichlen, profesor asistente de antropología de la universidad.
"Estos resultados sugieren que la selección natural podría haber motivado actividades de intensidad más alta en lugar de más baja en grupos de mamíferos que evolucionaron para participar en estos tipos de actividades aeróbicas", señaló.