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Agujas mágicas para tu cuerpo

Suaviza arrugas

También, explica Crisóforo Ordóñez, coordinador de la especialidad en Acupuntura Humana del IPN, tiene usos cosméticos -es útil para tratar la flacidez de los músculos- y se emplea para desintoxicar a drogadictos.

"En el área cosmética estimulamos los músculos para que no se vuelvan flácidos y no se presenten arrugas, sobre todo en los casos de vejez prematura", indica Ordóñez.

La acupuntura es útil para tratar la flaccidez de los músculos y desintoxicar drogadictos.

La acupuntura es una terapia basada en la energía de los individuos que fluye a través de ciertos canales denominados meridianos.

Los chinos determinaron puntos sensibles específicos a lo largo de estos canales, más de 500 sitios muy bien localizados donde se colocan las agujas para equilibrar las alteraciones en las corrientes de energía.

En ocasiones, las agujas se conectan a una corriente eléctrica para que la estimulación sea constante.

En esta terapéutica el diagnóstico se realiza de la siguiente manera: el paciente da sus síntomas; de acuerdo con la fisiología oriental se determina el órgano al que corresponde la enfermedad, luego el canal correspondiente al órgano y se inicia el tratamiento. Observar la lengua y tomar el pulso al paciente constituye más del 50 por ciento del diagnóstico.

Agujas mágicas para tu cuerpo

Una terapia energética

Regularmente, los pacientes de los acupunturistas son enfermos crónicos o graves que han acudido a todos los médicos posibles y al entrevistarse con ellos dicen: "bueno, no creo en la acupuntura pero nada me cuesta probar".

Mónica Gómez acudió, después de haber intentado de "todo", para combatir los quistes que tiene en los senos. En la Clínica la tratan vía hígado: mediante la colocación de agujas que influyen en el área del hígado mandan un mensaje a su cerebro para que regule su sistema hormonal.

"Su hígado está estancado e impide el flujo de energía. Ha de ser muy 'enojona'. Por eso cuando alguien tiene mal carácter se le dice 'eres un hígado', hay mucho de cierto en la sabiduría popular", explica el doctor.

"A partir de 1960 la técnica tuvo auge en occidente. A los médicos les llamó la atención que en China los doctores no utilizaban anestesia convencional para las cirugías, sino que empleaban sólo agujas de acupuntura. Viajaron a Oriente y comprobaron que la acupuntura mitiga el dolor", afirma Ordóñez.

Es el caso de Andrea Rodríguez, quien tenía tanto dolor en los hombros y en las piernas que estaba casi inmóvil. Después del tratamiento con acupuntura volvió a caminar. Según los expertos, las agujas estimulan al cuerpo a producir una sustancia similar a la morfina, uno de los mejores analgésicos de Occidente.

Acaba con el dolor

El IPN empezó a dar cursos en la materia desde 1986, pero en 1994 se autorizó como especialidad -primero se gradúan en medicina y luego cursan la especialidad en acupuntura durante dos años-. Posteriormente los graduados pueden afiliarse a la Asociación Mexicana de Acupunturistas.

En la actualidad, la clínica del Politécnico atiende a más de 2,200 pacientes al mes y tiene una lista de espera de tres meses. La demanda de médicos que quieren hacer la especialidad y de público asistente es cada vez mayor.

Es económica y combinable


"¿Qué es lo que hace que los pacientes vengan a nosotros? No quieren saber nada de pastillas. Dicen 'vengo, me pican, me siento bien, yo sigo aquí'. Además es muy barata, una consulta cuesta tres dólares", dice el doctor Ordóñez.

Diana López, una paciente, relata: "Acudí buscando una alternativa a problemas por las secuelas de un accidente. Tuve un traumatismo craneoencefálico que me provocaba muchos trastornos de memoria, lapsus, cosas así. Aquí me han tratado desde septiembre con muy buenos resultados, ha mejorado mi memoria, mi concentración y atención hacia el entorno".

La acupuntura, dicen los expertos, puede combinarse con otros métodos terapéuticos como la herbolaria o cualquiera de las medicinas tradicionales.

"Es una terapéutica maravillosa aunque muy nueva en México. Sabemos que no puede curarlo todo, pero sí abordar cualquier patología y lograr mejoras". Concluye Ordóñez: "los alumnos egresan sabiendo cuándo pueden curar una enfermedad y cuándo deben mandar al paciente con otro especialista".


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