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¿Vapear podría iniciar una trayectoria hacia la diabetes?

LUNES, 7 de marzo de 2022 (HealthDay News) -- Las personas que vapean podrían estarse poniendo en una trayectoria para desarrollar la diabetes, aunque no fumen cigarrillos tradicionales, sugiere un estudio reciente.

Entre más de 600,000 adultos de EE. UU., los investigadores encontraron que los que usaban cigarrillos electrónicos eran más propensos a tener prediabetes que los que nunca habían vapeado ni fumado. El vínculo se observó incluso entre los usuarios de cigarrillos electrónicos que dijeron que nunca habían fumado cigarrillos tradicionales.

¿Vapear podría iniciar una trayectoria hacia la diabetes?

La prediabetes se refiere a unos niveles de azúcar en la sangre que son más altos de lo que deberían pero que no alcanzan el umbral para el diagnóstico de la diabetes tipo 2.

Los hallazgos no prueban que vapear aumente las probabilidades de prediabetes de forma directa, apuntó el investigador sénior, Shyam Biswal, profesor de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore.

Pero, señaló, se sabe que fumar cigarrillos se vincula con un riesgo más alto de diabetes. Y la investigación ha mostrado que la nicotina, además de las sustancias encontradas en el humo de tabaco, pueden alterar la capacidad del cuerpo de controlar el azúcar en la sangre.

Los cigarrillos electrónicos también contienen nicotina, junto con su propia mezcla de compuestos de los líquidos para los cigarrillos electrónicos, cuyos efectos no se comprenden del todo.

Así que "sin duda es plausible" que el vapeo también pudiera influir en el riesgo de diabetes, advirtió Biswal.

Los hallazgos, que se publicaron en la edición del 3 de marzo de la revista American Journal of Preventive Medicine, amplían las crecientes evidencias sobre los efectos de salud del vapeo.

Los cigarrillos electrónicos funcionan al calentar un líquido que contiene nicotina y otras sustancias, por ejemplo propilenglicol, glicerol y sabores. El calor crea un "vapor" y sustancias tóxicas adicionales, que se inhalan.

Se trata de una combinación que dista mucho de ser "segura", enfatizó el Dr. Panagis Galiatsatos, vocero médico voluntario de la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association, ALA).

"Los pulmones no quieren esas sustancias", señaló Galiatsatos, que no participó en el nuevo estudio.

Igual que fumar cigarrillos crea una inflamación de bajo grado en todo el cuerpo, explicó, el vapeo puede hacer lo mismo. Dado que la inflamación sistémica subyace a una variedad de procesos de enfermedad, Galiatsatos afirmó que no le sorprende ver que vapear se vincule con una afección como la prediabetes.

Aun así, dado que el vapeo es un fenómeno relativamente reciente, todavía no está claro si conlleva riesgos a largo plazo de enfermedades de forma similar a fumar, que incluyen al enfisema, la enfermedad cardiaca y varios tipos de cáncer.

Pero la investigación sobre unos "resultados indirectos" fundamenta las acusaciones contra los cigarrillos electrónicos, según Galiatsatos.

Por ejemplo, los estudios han encontrado que vapear puede afectar de inmediato a la función de los vasos sanguíneos. Un estudio reciente financiado por la ALA encontró que los adultos jóvenes que vapeaban tenían un riesgo más alto de desarrollar problemas de sibilancia y tos seca en el plazo de un año tras iniciar el hábito.

En el estudio actual, el equipo de Biswal utilizó datos de una encuesta de salud federal anual que cubre a una muestra nacionalmente representativa de adultos de EE. UU. Se enfocaron en más de 600,000 estadounidenses encuestados entre 2016 y 2018.

En general, los fumadores de cigarrillos fueron más propensos a decir que habían recibido un diagnóstico de prediabetes: alrededor de un 13 por ciento, frente a un 9 por ciento de los vapeadores.

Pero en relación con las personas que nunca habían fumado ni vapeado, los usuarios de cigarrillos electrónicos tenían más probabilidades de la afección. Los que usaban solo cigarrillos electrónicos (que nunca habían fumado el tipo convencional) tenían un 54 por ciento más de probabilidades de decir que habían sido diagnosticados con prediabetes.

Los investigadores llegaron a esa cifra tras tomar en cuenta algunos factores importantes que afectan al riesgo de prediabetes, como la edad, la obesidad, los hábitos de ejercicio y el nivel educativo.

Esto no prueba que el vapeo sea el culpable, apuntó Biswal. "Pero este estudio sin duda provee un motivo real de preocupación", añadió.

Y esto, anotó Biswal, se debe en gran parte a un contexto más general: el vapeo se ha popularizado entre los adolescentes y adultos jóvenes, en un momento en que la prediabetes también está en aumento.

"Hay una preocupación real de que haya una percepción en la población más joven de que los cigarrillos electrónicos son una alternativa más segura [a fumar]", comentó Biswal. "Pero se acumula cada vez más evidencia de que los cigarrillos electrónicos no son seguros".

Los cigarrillos electrónicos tampoco son una forma probada de abandonar el hábito de fumar.

Galiatsatos comentó que los fumadores que deseen dejar de fumar pueden hablar con el médico sobre los medicamentos para dejar de fumar aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU.

"Los cigarrillos electrónicos nunca han pasado por el proceso de aprobación de la FDA", anotó.

Más información

La Oficina del Cirujano General de EE. UU. ofrece más información sobre los cigarrillos electrónicos.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com


FUENTES: Shyam Biswal, PhD, professor, environmental health and engineering, Johns Hopkins University School of Public Health, Baltimore; Panagis Galiatsatos, MD, MHS, volunteer medical spokesman, American Lung Association, Chicago, and assistant professor, pulmonary and critical care medicine, Johns Hopkins School of Medicine, Baltimore; American Journal of Preventive Medicine, March 3, 2022, online

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