Desarrollan una nueva bomba contra la insuficiencia cardíaca

Una nueva versión de una bomba cardiaca implantable podría reducir el riesgo de coágulos sanguíneos, sangrado y accidente cerebrovascular (ACV) en los pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada, según un estudio financiado por el fabricante del dispositivo.

El estudio incluyó a más de mil pacientes que recibieron el dispositivo de asistencia ventricular izquierda (DAVI) HeartMate 3 de Abbott Inc. o HeartMate II.

Desarrollan una nueva bomba contra la insuficiencia cardíaca
| Foto: ISTOCK

Tras dos años, alrededor de un 75%de los del grupo de la HeartMate 3 seguían con vida, no habían sufrido un ACV discapacitante y no requirieron otra operación para extraer un dispositivo que funcionara mal, en comparación con casi un 61% del grupo de la HeartMate II, encontró el estudio.

"Esos resultados finales, de lo que es con una gran diferencia el mayor ensayo sobre los DAVI jamás realizado, demuestran la superioridad clínica de la HeartMate 3, en comparación con su predecesor, la HeartMate II", señaló el autor principal del estudio, el Dr. Mandeep Mehra, director médico del Centro Cardiaco y Vascular del Hospital Brigham and Women's, en Boston.

El estudio fue presentado el sábado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology), en Nueva Orleáns, y publicado en línea en la revista New England Journal of Medicine.

En la insuficiencia cardiaca, el corazón dañado se debilita demasiado como para bombear sangre de forma eficiente. La nueva y mejorada HeartMate debería alargar las vidas de muchos pacientes con insuficiencia cardiaca, aseguró un especialista que no está conectado con el estudio.

En 2001, Abbott introdujo la HeartMate 1, la bomba cardiaca de primera generación, explicó el Dr. Harold Fernández, cirujano cardiotorácico en el Hospital de Southside en Bay Shore, Nueva York.

"Lamentablemente, aunque esa bomba ayudó a muchos pacientes, solo duraba alrededor de un año a un año y medio antes de dañarse", dijo.

"Entonces, en 2008, se introdujo una nueva bomba de segunda generación, la HeartMate II, que era mucho más pequeña y funcionaba de forma más eficiente que la primera", indicó Fernández. "Ahora, tenemos los primeros estudios de más duración que muestran que la nueva bomba de tercera generación, la HeartMate 3, es incluso más pequeña, funciona mejor y tiene menos complicaciones que todas las bombas anteriores".

Los resultados del nuevo estudio son impresionantes, aseguró.

"De hecho, estas bombas son tan buenas que los números comienzan a parecerse mucho al tratamiento que es el estándar de excelencia, el trasplante de corazón", apuntó Fernández.

La tasa de reemplazo de las bombas ha caído en picada. Según el estudio, la tasa de reemplazo de bombas a los dos años fue de un 2.3% en el grupo de la HeartMate 3, en comparación con un 11.3% en el grupo de la HeartMate II.

Los coágulos sanguíneos también han disminuido: mientras que casi un 14 por ciento de los pacientes con la HeartMate II experimentaron una coagulación relacionada con la bomba, esos problemas ocurrieron en solo un 1.4% de los pacientes con la HeartMate 3, encontró el grupo de Mehra.

Con menos coágulos, las probabilidades de ACV también se redujeron: ocurrieron ACV discapacitantes en un 5% de los pacientes con la HeartMate 3, frente a un 7.5% de los pacientes con la HeartMate II.

Las tasas de cualquier tipo de sangrado fueron de alrededor de un 44% en los pacientes con la HeartMate 3 y de un 55% en los pacientes con la HeartMate II, mientras que las tasas de sangrado gastrointestinal fueron de un 24.5% y de un 31%, respectivamente.

Basándose en estos hallazgos, el DAVI HeartMate 3 debería ahora ser el estándar de la atención para los pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada que no responde a la farmacoterapia orientada por las directrices, considera Mehra.

"Además de tener unas tasas significativamente más bajas de eventos adversos, los pacientes que recibieron la HeartMate 3 tuvieron una tasa más baja de readmisión al hospital y pasaron menos días en el hospital cuando fueron readmitidos", apuntó Mehra en un comunicado de prensa del Colegio Americano de Cardiología.

La HeartMate 3 fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. en agosto de 2017 para el uso a corto plazo en los pacientes que esperan un trasplante de corazón, y en octubre de 2018 para el uso a largo plazo en los pacientes que no son candidatos para un trasplante de corazón.

Como apuntó Fernández, "la insuficiencia cardiaca es una de las afecciones más devastadoras, afecta a más de 6 millones de pacientes en Estados Unidos, y cada año hay más de medio millón de casos nuevos".

Pero dijo que los avances tecnológicos, como las bombas cardiacas, ofrecen esperanzas a los pacientes.

"Es una época realmente emocionante, porque la tecnología que hasta hacía apenas unos años quizá pareciera algo de otro planeta ahora se está usando en nuestro hospital para ayudar a los pacientes más enfermos que tienen un corazón débil y que no tenían otras opciones en el pasado", añadió Fernández.

El Dr. Sunny Intwala es director de cardiología del deporte en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Se mostró de acuerdo con Fernández, y llamó a la HeartMate 3 "un paso adelante significativo para proveer a pacientes selectos un dispositivo más seguro, que se asocia con menos ACV discapacitantes, y con menos necesidad de reemplazo de la bomba o el dispositivo".

Más información

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU. tiene más información acerca de la insuficiencia cardiaca.

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