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Tras la COVID, muchos estadounidenses sufren nuevas dolencias, según un estudio

MARTES, 15 de junio de 2021 (HealthDay News) -- Sufrir un caso de COVID-19 desencadenó una variedad de problemas de salud adicionales en cientos de miles de estadounidenses, que participaron en el estudio de mayor tamaño que se ha realizado hasta la fecha sobre los efectos a largo plazo de la infección con el coronavirus.

Los investigadores dieron seguimiento a los expedientes de seguro de salud de casi dos millones de personas que contrajeron el coronavirus el año pasado, y encontraron que un mes o más tras la infección, casi una cuarta parte de ellas buscaron tratamiento médico para nuevas afecciones, reportó el The New York Times.

Tras la COVID, muchos estadounidenses sufren nuevas dolencias, según un estudio

El rango tanto de los afectados como de los síntomas que sufrieron fue amplio. Los problemas de salud afectaron a todas las edades, incluso a los niños. Los nuevos problemas de salud más comunes fueron el dolor, las dificultades para respirar, el colesterol alto, el malestar y la fatiga, y la hipertensión. Pero esos no fueron los únicos síntomas. Algunas personas sufrieron síntomas intestinales, migrañas, problemas de la piel, anomalías cardiacas, trastornos del sueño, y afecciones de la salud mental como la ansiedad y la depresión.

Los problemas de salud posteriores a la COVID no pasaron por alto a los que no enfermaron de gravedad: mientras que casi la mitad de los pacientes que fueron hospitalizados por la COVID-19 experimentaron problemas médicos posteriores, lo mismo sucedió con un 27 por ciento de las personas que tuvieron síntomas leves o moderados, y un 19 por ciento de las personas que fueron asintomáticas.

"Una cosa que nos sorprendió que el alto porcentaje de pacientes asintomáticos que hubo en la categoría de COVID prolongada", dijo al Times Robin Gelburd, presidenta de FAIR Health, una organización sin fines de lucro.

Gelburd señaló que, dado que las personas asintomáticas pueden tener síntomas posteriores a la COVID, los pacientes y los médicos deben pensar en la posibilidad de que algunos problemas de salud podrían en realidad ser secuelas de una infección con el coronavirus.

En total, el informe encontró que más de 454,000 personas consultaron a sus proveedores de salud por los síntomas 30 o más días después de su infección. El análisis fue evaluado por un revisor académico independiente, pero no ha sido revisado formalmente por profesionales, según FAIR Health.

"El punto fuerte de este estudio es en realidad su tamaño y su capacidad de observar el rango de gravedad de la enfermedad en diversos grupos de edad", declaró al Times la Dra. Helen Chu, profesora asociada de medicina y enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.

El informe "explica con claridad que la COVID prolongada puede afectar a casi cualquier sistema orgánico", aseguró al Times el Dr. Ziyad Al-Aly, jefe del servicio de investigación y desarrollo del Sistema de Atención de la Salud de la VA de St. Luis.

"Algunas de estas manifestaciones son afecciones crónicas que durarán toda la vida y que marcarán para siempre a algunos individuos y familias", añadió Al-Aly, autor de un estudio de gran tamaño que se publicó en abril, sobre los síntomas persistentes de la COVID-19 en los pacientes del sistema de salud del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA).

En el informe más reciente, la causa más común de que los pacientes buscaran atención médica fue el dolor, lo que incluía inflamación en los nervios y dolores asociados con los nervios y los músculos. Más de una quinta parte de los que reportaron problemas posteriores a la COVID informaron de esta afección. Un 3.5 por ciento de los pacientes experimentaron dificultades de respiración, entre ellas la falta de aliento, después de la COVID.

Casi un 3 por ciento de los pacientes buscaron tratamiento para síntomas que fueron etiquetados con los códigos diagnósticos del malestar y la fatiga, una categoría muy abarcadora que podría incluir cosas como lagunas cerebrales y un agotamiento que empeora tras la actividad física o mental, según el Times.

La base de datos incluyó solo a las personas con un seguro de salud privado o Medicare Advantage, no a las que carecían de seguro o estaban cubiertas por las Partes A, B, y D de Medicare, Medicaid u otros programas de salud del gobierno. Chu dijo al Times que las personas sin seguro o con ingresos suficientemente bajos como para calificar para Medicaid con frecuencia "son más propensas a tener unos peores resultados".

El estudio tampoco comparó a las personas que tuvieron COVID-19 con las que no la tuvieron, para ver si dichos síntomas eran más frecuentes que en la población general. El informe sí excluyó a los pacientes con ciertas afecciones preexistentes graves o crónicas, como el cáncer, la enfermedad renal, el VIH, la enfermedad hepática y el accidente cerebrovascular, para separar su estatus de salud anterior de los síntomas posteriores a la COVID.

La vacuna de Novavax brilla en un ensayo

Novavax, una compañía de biotecnología de Maryland que ha tenido muchas dificultades con los retrasos en el desarrollo de su vacuna contra el coronavirus, anunció el lunes que su régimen de dos dosis tuvo una efectividad de más de un 90 por ciento, en general, en un ensayo que se desarrolló al mismo tiempo que surgían unas variantes más contagiosas.

Entre 30,000 voluntarios, todos de Estados Unidos o México, las personas vacunadas estaban protegidas completamente contra los casos graves de la enfermedad, e incluso contra los casos moderados. No hubo casos de hospitalización ni muertes entre las personas que recibieron la vacuna, reportó la compañía. Los efectos secundarios fueron leves (fatiga, dolor de cabeza y dolor muscular), y las reacciones tendieron a ser menos frecuentes que las desencadenadas por algunas vacunas que ya están autorizadas, según la compañía.

"Hoy, Novavax está un paso más cerca de resolver la necesidad de salud pública global, crítica y persistente, de vacunas contra la COVID-19 adicionales", aseguró en una declaración el presidente y director ejecutivo de Novavax, Stanley Erck. "Estos resultados clínicos refuerzan que [la vacuna] tiene una efectividad extrema y ofrece una protección completa contra las infecciones con COVID-19 tanto moderadas como graves".

El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU., afirmó que "es de verdad impresionante", y anotó que la vacuna era igual de buena que las vacunas más efectivas que se han desarrollado hasta ahora en la pandemia. "Es muy importante que la población del mundo cuente con otra vacuna altamente eficaz, que parece en su ensayo que tiene un buen perfil de seguridad", dijo Fauci al Washington Post.

Aunque los resultados fueron muy alentadores, la vacuna quizá no se convierta en una ficha importante en la pandemia hasta finales de verano o el otoño.

Erck señaló al Post que Novavax solicitará la autorización reguladora de media docena de países en el tercer trimestre, que comienza en julio. Ya hay docenas de millones de dosis disponibles, y la compañía planifica incrementar la fabricación para producir 100 millones de dosis al mes a finales de septiembre, y 150 millones de dosis al mes en los tres últimos meses del año.

En Estados Unidos, la compañía todavía debe solicitar la autorización de emergencia. Los datos, que fueron presentados en una conferencia de prensa, serán examinados por los reguladores de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU., y por un comité asesor de consejeros sobre las vacunas. Erck dijo que es probable que la vacuna tenga su mayor impacto inicial de forma global, a través de la iniciativa COVAX de la Organización Mundial de la Salud.

"Gran parte de nuestra vacuna se dirigirá a la COVAX en las etapas iniciales... así que muchas dosis se enviarán primero a países con unos ingresos bajos y medianos, algo que es bueno", aseguró Erck. Novavax ha prometido 1.1 mil dosis a COVAX.

La vacuna de Novavax era una de seis candidatas por las que el gobierno de EE. UU. apostó con fuerza, e invirtió 1.6 mil millones de dólares para pagar la investigación y el desarrollo, y pidió por anticipado 110 millones de dosis, reportó el Post.

En enero, un ensayo de gran tamaño en Reino Unido mostró que tenía una efectividad de casi un 90 por ciento, e incluso más después de que una variante más transmisible se arraigara. En los últimos cinco meses, las autoridades de salud y los científicos han esperado con ansiedad evidencias confirmatorias de un ensayo de EE. UU. Pero ese segundo estudio no comenzó hasta finales de diciembre, debido en parte a atrasos en la fabricación.

Mientras tanto, Estados Unidos ha conseguido más que suficientes dosis de vacunas de las tres compañías con vacunas autorizadas (Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson) para satisfacer la demanda. Una cuarta compañía, AstraZeneca, reportó resultados en marzo.

Las vacunas de proteínas recombinantes, como la de Novavax (la vacuna contra la hepatitis B es otro ejemplo) enseñan al sistema inmunitario a reconocer a un virus al introducir una versión fabricada en laboratorio de una proteína viral.

Una vez el proceso de producción está implementado, la vacuna ofrece ventajas potenciales.

"El beneficio de su formulación... es que es muy ampliable, de forma que pueden aumentar hasta unos números de dosis muy altos", declaró al Post Matthew Frieman, un experto en el coronavirus de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, que ha trabajado con la compañía anteriormente. "No es una plataforma de producción muy rara... no se necesitan instalaciones demasiado especializadas. Es estable, así que no se necesita una cadena de frío intenso" para almacenar la vacuna, aclaró.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre las vacunas contra la COVID-19.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com


FUENTE: The New York Times; Washington Post

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