El tomate es un alimento que tiene una gran dosis de vitaminas A, C y E. Posee minerales como el hierro, fósforo, calcio, magnesio, zinc, cobre, potasio y sodio. El licopeno, el pigmento vegetal que le aporta su color rojo característico, es uno de los principales responsable de su gran capacidad antioxidante contra los efectos de los temibles radicales libres.
Ahora, los investigadores han creado una variedad de tomate que también poseería la misma cantidad de resveratrol que contienen 50 botellas de vino tinto y la genisteína (un fitoestrógeno) que se encuentra en 5 libras (2.5 kilogramos) de tofu (alimento que se produce con leche de soya).
El resveratrol, es asociado con la disminución del riesgo de cáncer y/o de enfermedades cardiovasculares, mientras que la genisteína se cree que ayudaría en el tratamiento de algunos tipos de cáncer, en particular el de mama.
Los hallazgos publicados en Nature Communications, dirigido por el Dr. Yang Zhang y el Dr. Eugenio Butelli, se basan en la introducción de una proteína llamada AtMYB12 en la planta de tomate, misma que permite aumentar su capacidad para producir compuestos naturales (resveratrol y genisteína) e influir en la cantidad de energía y carbono que la planta dedicada a la producción estos compuestos.
En respuesta a la influencia de la proteína AtMYB12, las plantas de tomate codificaron las enzimas específicas del resveratrol de la uva y de la genisteína de las legumbres. Los tomates son un cultivo de alto rendimiento y requieren relativamente pocos insumos, por lo que la producción de resveratrol y genisteína podría ser viable y económica, y tendrían el potencial de convertirse en una fuente con mayor beneficio nutricional.
"Las plantas medicinales de alto valor son a menudo difíciles de cultivar y manejar, y podrían necesitar de tiempos muy largos de cultivo para producir los compuestos deseados. Nuestra investigación proporciona una plataforma fantástica para producir rápidamente estos compuestos medicinales en los tomates, mismos que podrían ser purificados directamente de jugo de tomate", destacó el Dr. Yang Zhang.
Los antioxidantes son sustancias que protegen las células de los efectos de los radicales libres. Los radicales libres son moléculas producidas cuando el cuerpo degrada los alimentos o por la exposición ambiental al humo del tabaco y la radiación.
Las sustancias antioxidantes incluyen: beta carotenos (zanahoria, mangos, duraznos, calabaza, brócoli, batatas y calabacín), luteína (vegetales de hojas verdes), licopeno (toronja rosada, sandía y tomates), selenio (cereales, leguminosas, pescado, pan), vitamina A (leche, hígado, mantequilla y huevos), C (papayas, fresas, naranjas y kiwi) y E (nueces y semillas, espinaca y la col rizada).
Altas concentraciones de radicales libres pueden ser peligrosos para el cuerpo y dañar los componentes de las células, incluso el ADN, las proteínas y las membranas celulares. El daño causado por los radicales libres ha sido relacionado con el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, artritis reumatoide, enfermedad cardíaca, cataratas, la degeneración macular relacionada con la edad y el envejecimiento.
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